Un barrio con padrino
A diferencia de otros desarrollos, la nueva sede de Telef¨®nica acelera la construcci¨®n de las infraestructuras
Los m¨¢s de 30.000 futuros inquilinos del PAU (Programa de Actuaci¨®n Urban¨ªstica) de Las Tablas sufren las consecuencias de la especulaci¨®n. Sobre todo aquellos que vivir¨¢n en alguno de los 7.251 pisos de protecci¨®n oficial del nuevo barrio. "Para comprar una vivienda protegida, tasada por la Comunidad en, por ejemplo, 108.000 euros, las promotoras la venden por 156.000 o 168.000 euros, m¨¢s o menos, dependiendo de los metros cuadrados", afirma una mujer que prefiere no ver publicado su nombre por miedo a perder el piso que lleva esperando desde hace a?os.
"Todo es legal y firmas sabiendo que te est¨¢n enga?ando", contin¨²a. "Las promotoras sacan sus beneficios [la diferencia entre el precio legal y el real] de una segunda plaza de garaje, locales comerciales y todo lo que ellos quieran", afirma. "Encima tienen la prepotencia de decir que esto es lo que hay. Si no est¨¢s de acuerdo te devuelven todo el dinero, ya que hay doscientas personas m¨¢s esperando y que por ese precio deber¨ªas dar las gracias, si tienes en cuenta el precio de la vivienda libre", asegura indignada.
El PAU deber¨ªa estar desarrollado ya en 2001, pero hoy s¨®lo el 60% est¨¢ en obras
Unos 14.000 empleados de Telef¨®nica ir¨¢n a trabajar all¨ª todos los d¨ªas a partir de 2007
Las Tablas est¨¢ en el distrito de Fuencarral-El Pardo y hace tres a?os que ya tendr¨ªa que estar desarrollado, seg¨²n el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de 1997. Pero tras m¨²ltiples retrasos, causados por diferentes razones (la especulaci¨®n, problemas con las licencias e incluso el mal tiempo que lleg¨® a paralizar las obras varias veces), s¨®lo el 60% de sus 12.272 viviendas est¨¢n ya construidas o en obras, seg¨²n datos de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Durante todo este tiempo, y al igual que en el PAU de Montecarmelo (ver EL PA?S del 25 de julio), el nuevo barrio de Las Tablas ha sido objeto de especulaci¨®n por parte de algunas empresas promotoras. La causa: el precio del suelo en el norte de Madrid es cada vez m¨¢s alto y la zona es muy codiciada por los compradores.
La gesti¨®n privada de los nuevos barrios est¨¢ en el origen de este desajuste entre el precio protegido y el que pagan los futuros inquilinos, asegura Antonio Fern¨¢ndez Gordillo, diputado socialista en la Asamblea. Los sobreprecios se deben a que se suceden las operaciones de compra-venta de los terrenos, subiendo su valor tras cada operaci¨®n, plusval¨ªa que al final se cobra en forma de plazas de garaje y trasteros.
Sin embargo, est¨¢ lejos de ser una pr¨¢ctica ilegal. El 14 de marzo de 2002, la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas y Urbanismo de la Comunidad aprob¨® un decreto (45/2002) que liberalizaba la venta del suelo protegido, "carg¨¢ndose as¨ª los topes del precio del suelo, lo que repercute sobre el precio de las viviendas protegidas", seg¨²n Fern¨¢ndez Gordillo. Esto hace imposible que, al final, se respete el precio por metro cuadrado de vivienda protegida fijado por los m¨®dulos de la Comunidad: las cooperativas o promotoras, cuando compran suelo para edificar, tienen que pagar una cantidad que luego no cubren si cobrasen a los inquilinos la cantidad m¨¢xima que establece la Comunidad, por lo que recurren al sobreprecio.
Sin embargo, a pesar de la especulaci¨®n y de los retrasos, el PAU avanza en su desarrollo. El Ayuntamiento ya ha concedido 556 licencias de primera ocupaci¨®n, seg¨²n datos de la Gerencia de Urbanismo. Es decir, ya hay unas 1.500 personas viviendo all¨ª. Pero ocurre poco m¨¢s, ya que los equipamientos b¨¢sicos, como colegios o centros de salud, no est¨¢n construidos. La gerente de Urbanismo, Beatriz Lob¨®n, explica que la puesta en marcha de estos equipamientos "depende de las diferentes administraciones y de que sean aprobados en sus respectivos presupuestos". Antes de que esto ocurra, advierte que tiene que vivir all¨ª un n¨²mero de personas suficiente para crear la demanda necesaria. Eso todav¨ªa no se ha producido, ya que, en los PAU del norte, hoy s¨®lo viven unas 15.000 personas, cuando la capacidad total de Las Tablas, Montecarmelo y Sanchinarro es de m¨¢s de 100.000 personas.
El d¨¦ficit de infraestructura se refleja, por ejemplo, en la falta de transportes p¨²blicos y de viales de acceso a los nuevos barrios, como es el caso de Montecarmelo. Sin embargo, a diferencia de este PAU, Las Tablas cuenta con un factor de presi¨®n incomparable frente a la Administraci¨®n: Telef¨®nica instalar¨¢ all¨ª su sede a partir de 2007. Unos 14.000 empleados de la compa?¨ªa ir¨¢n a trabajar all¨ª todos los d¨ªas, y en materia de transportes eso se nota, aseguran algunos futuros vecinos.
David L¨®pez vive desde hace ocho meses en el nuevo barrio y afirma que esta presi¨®n ya ha dado sus frutos: una l¨ªnea de la EMT, el proyecto del Metro ligero y la construcci¨®n de nuevos accesos a la M-40 y la A-1. "Hasta hace poco", explica, "s¨®lo ten¨ªamos una l¨ªnea de autobuses interurbanos que hace la ruta a Alcobendas. Pero la presi¨®n de Telef¨®nica ha cambiado las cosas", asegura. Pero de poco sirve, de momento, para lo que no sea transporte. "Aqu¨ª s¨®lo tenemos una guarder¨ªa privada", dice David. "En este barrio vive mucha gente joven con ni?os peque?os, y, claro, al ser la ¨²nica guarder¨ªa, todos mandan all¨ª a sus hijos. Y no es precisamente barata", explica.
Pero no todos los nuevos vecinos ven problemas en el PAU. Con un r¨¦gimen de protecci¨®n menor, muchos de los futuros inquilinos de las 3.800 viviendas de precio tasado -con menos de 120 metros cuadrados ¨²tiles-, aseguran estar, como refleja Irene Curto, de 27 a?os, "muy satisfechos" con sus respectivas cooperativas. "Han cumplido con todo lo prometido", dice. En noviembre de 2002 su cooperativa confirm¨® que tendr¨¢ su piso en Las Tablas. Ahora, esta joven y soltera, ya tiene las llaves de su nueva casa, a la que ir¨¢ a vivir dentro de pocas semanas: dos habitaciones, dos cuartos de ba?o. Todo por 144.000 euros.
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