El ciclismo vasco sin piernas
Las expectativas de un Tour brillante se diluyeron en los 'pav¨¦s' belgas, los Pirineos y en el ¨²ltimo golpe de ri?¨®n
Ninguna victoria y mucha pol¨¦mica. As¨ª se ha cerrado un Tour maldito para los ciclistas vascos, quienes no han podido rendir al nivel esperado. Primero, la exclusi¨®n de Gorka Mart¨ªnez un d¨ªa antes de tomar la salida en Lieja. Despu¨¦s, los temibles pav¨¦s belgas, en los que cayeron Iban Mayo, Haimar Zubeldia y todas las esperanzas de borrar la sonrisa a Lance Amstrong.
Una semana m¨¢s tarde, las hist¨®ricas rampas pirenaicas y las acusaciones del norteamericano a los aficionados vascos y, para concluir, la mala suerte o la falta de fuerza de los ciclistas vascos, a los que les falt¨® un ¨²ltimo golpe de ri?¨®n para lograr victorias parciales. ??igo Landaluze, segundo en Gu¨¨ret, Egoi Mart¨ªnez, superado por Moncoutie a falta de unas decenas de metros y que acabar¨ªa tercero de la etapa, e Iker Flores y Txente Garc¨ªa, que lo intentaron demarrando en los ¨²ltimos kil¨®metros y que tambi¨¦n quedaron relegados a la segunda posici¨®n en el sprint final, fueron las ¨²nicas notas positivas de un Tour que no ser¨¢ recordado sino como el de la decepci¨®n.
La admirada y deportiva 'marea naranja' ha sufrido su primer ataque serio
Tampoco en la general hubo brillo. Para encontrar al primer vasco, la vista deb¨ªa recorrer unas cuantas columnas columnas del peri¨®dico, lo que no ocurr¨ªa desde hace quince a?os. Iker Cama?o, clasificado en el puesto 26 en su primera Grande boucle, y otro debutante, el navarro Egoi Mart¨ªnez, en el puesto 41, han sido los dos ciclistas m¨¢s regulares, lo que hace entrever una opci¨®n de futuro para un ciclismo vasco que en junio se las promet¨ªa muy felices y en agosto llora los imponderables de la carrera y la falta de autocr¨ªtica de sus responsables.
La preparaci¨®n exclusiva para el Tour presentada por el Euskaltel se ha visto puesta en entredicho por las propias exigencias de la carrera. Las desgraciadas ca¨ªdas de la primera semana y sus consecuencias, borrar de la carretera a sus dos referentes, no han sido enjugadas por un equipo que estaba confeccionado para tirar de un l¨ªder y no para emboscarse en las cunetas y lanzar mandobles ¨¦picos e inspirados, como ven¨ªa siendo se?a de identidad de los de Madariaga.
Cuando ya no hab¨ªa nada que perder, se ha podido ver a ??igo Landaluze, David Etxebarr¨ªa, Iker Flores y el propio Egoi Mart¨ªnez, pero para entonces la moral y las piernas de los del Euskaltel estaban demasiado minadas por los acontecimientos. Entre el resto de los catorce corredores euskaldunes que tomaron la salida, adem¨¢s de la meritoria segunda posici¨®n de Txente Garc¨ªa Acosta, poco ha sido lo verdaderamente relevante. Tal vez las decepciones de Igor Gonz¨¢lez de Galdeano y Aitor Osa, cuyas expectativas se fijaban en la consecuci¨®n de una etapa y en una meritoria posici¨®n en la general, ambos objetivos muy lejos de la realidad final.
Por ¨²ltimo, y tal vez lo m¨¢s triste de esta edici¨®n 2004 del Tour ha sido la pol¨¦mica que ha empozo?ado a la afici¨®n vasca. La admirada y deportiva "marea naranja", que desde hace a?os se ha convertido en uno de los alicientes de la ronda gala a su paso por los Pirineos, ha sufrido su primer ataque serio, lanzado directamente a la l¨ªnea de flotaci¨®n de estos aficionados: la nobleza. "Hab¨ªa muchos vascos agresivos y estoy contento de que no me hayan matado", espet¨® Lance Armstrong tras la ascensi¨®n a Plateau de Beille mientras Mayo todav¨ªa sufr¨ªa en las rampas del puerto.
El rostro inalterable del ganador de seis tours se volv¨ªa hacia un p¨²blico reacio al poder omn¨ªmodo del norteamericano y que esperaba el renacer de Mayo, Zubeldia o Joseba Beloki, que no ha podido participar en la carrera por problemas con su ex equipo, el conjunto franc¨¦s La Boulang¨¦re. Pero todas las esperanzas tendr¨¢n que centarse en el pr¨®ximo Tour.
Sin embargo, todav¨ªa quedaban formas de darse una alegr¨ªa en casa. Pero tambi¨¦n ayer en la cl¨¢sica de Getxo, Memorial Ricardo Otxoa, se esfumaron las posibilidades de recuperar imagen y moral.
En vano los corredores vascos buscaron una victoria en una prueba de 183 kil¨®metros apta para rodadores. El circuito getxotarra sumergi¨® ayer de nuevo en el ciclismo a la afici¨®n vasca, que volvci¨® a ver en el pelot¨®n a Joseba Beloki, tras su ausencia en el Tour. Pero este al igual que los dem¨¢s corredores vascos, otra vez se vio desbordado por el incisivo sprint del belga Gert Vandearden. Como consuelo, el pr¨®ximo fin de semana la Cl¨¢sica de San Sebasti¨¢n, puntuable para el Campeonato del Mundo de fondo ypuede convertirse en un buen aperitivo para la Vuelta a Espa?a del mes de septiembre.
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