Bello y sobrecogedor
Bello, sobrecogedor, intenso y desgarrador. As¨ª es Herrumbre, el ¨²ltimo trabajo de Nacho Duato, en el que el bailar¨ªn y core¨®grafo intenta despertar las conciencias frente a la indiferencia que provoca el horror de la tortura. Crear una coreograf¨ªa que puede llegar a ser hermosa sobre un tema tan escabroso como la tortura no era tarea f¨¢cil, y Duato lo logra. Anteanoche se pod¨ªa cortar la tensi¨®n que reinaba entre el p¨²blico que llen¨® el Teatro del Liceo de Barcelona, que acogi¨® el estreno de la ¨²ltima coreograf¨ªa de Duato para la Compa?¨ªa Nacional de Danza. Al final, la tensi¨®n se convirti¨® en calor, el que eman¨® de la ovaci¨®n de un p¨²blico enardecido puesto en pie.
Duato se ha inspirado para Herrumbre en una foto de la base estadounidense de Guant¨¢namo en la que unos presos estaban en el suelo como perros encarcelados en un peque?o recinto alambrado. Para expresar este horror, el core¨®grafo ha contado con la decisiva colaboraci¨®n del escen¨®grafo iraqu¨ª Jaffar Chalabi, quien ha ideado una inmensa estructura met¨¢lica, parecida a la fachada de una c¨¢rcel o la puerta de una gran jaula. La estructura avanza por el escenario amenazadora, ahogando las posibilidades de libertad de sus moradores, mientras los intensos focos crispan la mirada del espectador. Ruidos de metal, puertas que se cierran y golpes secos predisponen a la angustia. Dos m¨²sicos, Sergio Caballero, codirector del S¨®nar de Barcelona, y Pedro Alcalde han sido los encargados de crear la m¨²sica, que aterroriza y contrasta con la partitura de David Darling, una serie de solos para violonchelo electr¨®nico extra¨ªdos de su obra Dark wood en la que predomina el adagio, que Duato utiliza para los momentos m¨¢s emotivos.
El secreto de que de Herrumbre, pese al tema de que trata, emane poes¨ªa est¨¢ en el vocabulario coreogr¨¢fico de Duato, quien utiliza emotivos pasos a dos para contrarrestar el dominante trabajo coral. Las torturas, las violaciones y los asesinatos se muestran de forma abstracta. El espectador puede sobresaltarse al o¨ªr el ruido de una descarga el¨¦ctrica aplicada a un preso y acto seguido emocionarse por un sensible di¨¢logo cuerpo a cuerpo entre dos seres humanos.
El gesto de Herrumbre est¨¢ marcado por el miedo y la incertidumbre, pero tambi¨¦n por la dignidad de las v¨ªctimas, cuyo baile, moldeado por la rabia interior, grita en silencio. Es magn¨ªfico el grupo de mujeres con sus brazos suplicantes asfixiados por la opresi¨®n. En contraste, a su lado, el baile de los torturadores es agresivo y su mirada desafiante no deja resquicio a la piedad. Todos los bailarines de la Compa?¨ªa Nacional de Danza est¨¢n soberbios y hacen alarde de virtuosismo t¨¦cnico y personalidad dram¨¢tica. El final es de gran impacto visual. La estructura met¨¢lica, convertida en losa funeraria, se llena de velas. Sobrecogedor.
Complet¨® el programa, que se presenta en el Liceo hasta el pr¨®ximo s¨¢bado, otra coreograf¨ªa de Duato, titulada L'homme y estrenada en 2003. En ella se recrea el car¨¢cter ef¨ªmero de la existencia. Hay un hombre desnudo echado en un extremo del escenario, y en el otro, una enorme flor, que el core¨®grafo utiliza como met¨¢fora de la fragilidad humana. Es un trabajo po¨¦tico en el que la f¨¦rtil coreograf¨ªa de Duato muestra una estilizada danza de complejas combinaciones, sin equilibrio ni mesura, a trav¨¦s de las que expresa un dolorido sentir ante la fugacidad del tiempo y la presencia de la muerte.
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