La quiebra del N¨¢poles abre una disputa jur¨ªdica por sus derechos

El N¨¢poles, con 68 a?os de historia, dos scudettos (t¨ªtulos de Liga), seis millones de simpatizantes y un Maradona, ya no existe. La Societ¨¢ Sportiva Calcio Napoli ha sido declarada en quiebra por los tribunales ordinarios. Deja una deuda de 70 millones de euros y una ciudad hu¨¦rfana y triste, aunque extra?amente resignada. Deja tambi¨¦n un extraordinario embrollo legal centrado en una pregunta de dif¨ªcil respuesta: ?a qui¨¦n pertenece ahora el derecho del N¨¢poles a competir en los torneos italianos?

La Federaci¨®n considera los derechos de los clubes una especie de franquicia, por lo que, desaparecido, los del N¨¢poles le revertir¨ªan y podr¨ªa ponerlos a subasta para que otra sociedad ocupase su plaza en la Segunda Divisi¨®n. Los jueces afirman, en cambio, que el derecho mercantil es clar¨ªsimo y que todos los bienes de una quiebra pertenecen a los acreedores. El caos acompa?a al N¨¢poles incluso despu¨¦s de muerto.

Har¨ªa falta casi un milagro para que los napolitanos tuvieran f¨²tbol propio la pr¨®xima temporada. La Federaci¨®n cerr¨® ayer el plazo de inscripci¨®n y, en teor¨ªa, desaparecieron las ¨²ltimas posibilidades de que un club representante de su ciudad figure en las competiciones. En Italia, sin embargo, los milagros son menos infrecuentes que en otros pa¨ªses. Habr¨¢ que esperar y ver c¨®mo se resuelve el conflicto.

La quiebra fue instada por la Fiscal¨ªa de N¨¢poles y por dos sociedades acreedoras, Viajes Airon Jet, que organizaba los desplazamientos del equipo y reclamaba una deuda de 18.000 euros, e Italstage, que exig¨ªa 36.000 por el montaje de una tarima, en agosto pasado, sobre la que se present¨® la plantilla y sobre la que el ya ex presidente Salvatore Naldi prometi¨® que el curso 2003-04 ser¨ªa el del retorno a Primera.

Codicia federativa

Antes de que los jueces dictaran sentencia, la Federaci¨®n tom¨® posiciones. As¨ª, se atribuy¨® la propiedad de la plaza del N¨¢poles en Segunda y fij¨® incluso un precio de venta: cinco millones de euros. De esta forma, hac¨ªa un buen negocio sobre el cad¨¢ver de uno de los clubes m¨¢s populares. Ped¨ªa adem¨¢s al posible comprador que depositara dos millones para garantizar los salarios de los jugadores.

En su sentencia, publicada ayer, el tribunal recomienda que se establezca "jurisprudencia de forma definitiva sobre los derechos de juego y la norma federativa que los declara intransferibles con el argumento noble, pero enga?oso y anacr¨®nico, de que se conquistan sobre el campo".

Los jueces se muestran severos con la codicia federativa: "Se oye decir que los derechos constituyen para una sociedad profesional, organizada como empresa capitalista, el principal bien patrimonial. Pero se hace dif¨ªcil imaginar (...) que este bien pueda ser sustra¨ªdo a los acreedores de la empresa quebrada y vaya a parar a una organizaci¨®n [la Federaci¨®n] que se ha transformado con el tiempo en una mastod¨®ntica empresa de espect¨¢culos que mueve negocios multimillonarios por cuenta de sociedades capitalistas, algunas de ellas cotizadas en Bolsa".