El verdadero linaje de Holmes
La figura de Sherlock Holmes, el personaje de ficci¨®n creado por sir Arthur Conan Doyle, es ya imperecedera. No s¨®lo se trata de uno de los personajes m¨¢s populares de la literatura sino que ha adquirido la categor¨ªa de mito y referencia. Sus lectores se dividen en holmesistas y holmes¨®logos; los primeros son lo que hoy llamamos fans; los segundos son verdaderos estudiosos. La suma de ambos ha ocasionado un verdadero culto con devotos establecidos en jerarqu¨ªas. El conjunto de su obra -nueve libros en total, considerados como tales- forma lo que se ha dado en llamar El Canon. Existen a partir de ¨¦l varias ediciones que tratan de recoger y fijar esta parte de la obra de Conan Doyle con el mismo af¨¢n que se dedica al establecimiento de la obra literaria de cualquier grande de la literatura. La m¨¢s reciente es la que lleva por t¨ªtulo The Oxford Sherlock Holmes, publicada por la prestigiosa Oxford University Press bajo la direcci¨®n de Owend Dudley Edwards, un genuino holmes¨®logo.
Un eminente criminalista, el profesor Locard, director del laboratorio de polic¨ªa t¨¦cnica de Ly¨®n, dijo: "Lo admirable en Sherlock Holmes es ese perfecto conocimiento de todo lo que se necesita haber estudiado para descubrir criminales; en lo cual es considerablemente superior a los polic¨ªas de Edgar Allan Poe y de ?mile Gaboriau. Sherlock no es m¨¢s inteligente que Dupin, pero conoce mejor su oficio. En una ¨¦poca en que ning¨²n especialista hab¨ªa escrito ning¨²n tratado, su cerebro contiene la primera s¨ªntesis de la t¨¦cnica policiaca". Auguste Dupin es sin duda el antecedente directo de Holmes, pero Edgar Poe se basa tan s¨®lo en la certeza de que los actos humanos obedecen, como los fen¨®menos f¨ªsicos, a leyes de una l¨®gica humana, de manera que un razonamiento correcto ser¨¢ suficiente para resolver lo que en apariencia es un misterio. Este m¨¦todo que se dio en llamar deductivo, Holmes lo utilizar¨¢ implacablemente, pero de otro modo: "Una vez en posesi¨®n de los pormenores de un simple hecho, el razonador ideal podr¨¢ deducir de ellos el conjunto de sus causas y de sus efectos". En ese otro modo, volviendo ahora al comentario de Locard, queda registrada la singularidad de Holmes: ¨¦l es el razonador ideal, pero gracias a su extraordinario bagaje de conocimientos, mientras que Dupin es un simple aficionado con notables dotes de observaci¨®n. La observaci¨®n y su aplicaci¨®n met¨®dica de la deducci¨®n es la clave no s¨®lo del personaje sino de la certificaci¨®n definitiva de un g¨¦nero: la novela policiaca. Se dijo que el m¨¦todo de Holmes era un m¨¦todo cient¨ªfico: hoy sabemos que en puridad no lo era, pero tambi¨¦n que la ciencia y el psicoan¨¢lisis estaban entonces s¨®lo empezando a abrirse paso. Quiz¨¢ por ello, las novelas de Holmes conjugan tan admirablemente cientifismo y romanticismo y en ello reside su encanto irrepetible.
El Canon abarca nueve libros escritos y publicados entre 1887 y 1927. La editorial Erre que Erre -fundada recientemente por Esther Tusquets y su hija Milena Busquets tras vender su prestigios¨ªsima editorial Lumen a un gran grupo editorial- ofrece los vol¨²menes editados por separado, en formato bolsillo. Cada libro contiene el texto correspondiente mondo y lirondo, sin notas ni a?adidos de ninguna clase, y la traducci¨®n -nueva- viene firmada por Esther Tusquets en colaboraci¨®n con algunos otros. Evidentemente, que la traducci¨®n se deba a la misma mano tiene la ventaja de la unificaci¨®n de lenguaje.
La segunda posibilidad viene de la mano de C¨¢tedra. Es un solo tomo de 1.664 p¨¢ginas encuadernado en tapa dura, edici¨®n a cargo de Jes¨²s Urceloy y, como sucede con todos los vol¨²menes de la Biblioteca ?urea, se ofrece a un precio imbatible. Las traducciones son de cuatro traductores distintos y proceden de los fondos de la editorial Anaya. Urceloy -que ha hecho un trabajo excelente- dice: "Se trata de la exposici¨®n ¨ªntegra en un solo libro de todas las aventuras de Sherlock Holmes, y al mismo tiempo ordenadas ¨¦stas seg¨²n la edad del protagonista". Es, pues, una edici¨®n "biogr¨¢fica" y en este aspecto se aparta de lo que es El Canon, pero debemos reconocer que resulta original y atractiva para el lector. Lleva una "vida comentada" de Conan Doyle, una relaci¨®n completa de los casos, comentarios a los textos, notas, bibliograf¨ªa reducida y una relaci¨®n exhaustiva de personajes.
La edici¨®n de Valdemar, publicada bajo el t¨ªtulo espec¨ªfico de El Canon, es la que se atiene rigurosamente a ¨¦l. Est¨¢ siendo dirigida y traducida por Juan Antonio Molina Foix, que se basa sobre todo en la edici¨®n Oxford. El aparato cr¨ªtico es muy completo, pero no es apabullante para el lector normal. Cada volumen contiene un amplio surtido de ilustraciones, tanto de ediciones cl¨¢sicas como procedentes de las diversas adaptaciones cinematogr¨¢ficas. Las notas son muchas, precisas y necesarias, lo mismo al texto que a cada introducci¨®n, pues los comentarios e historia de cada libro est¨¢n bien delimitados. Incluye informaci¨®n sobre adaptaciones a otros medios de comunicaci¨®n. La bibliograf¨ªa que contiene es, sin discusi¨®n, la m¨¢s abundante. Esta edici¨®n est¨¢ pensada para el lector met¨®dicamente enamorado de Holmes. Y hay que decir adem¨¢s que la traducci¨®n de Molina Foix es impecable; pero quien quiera hacerse con la colecci¨®n completa deber¨¢ esperar un tiempo debido a lo que el traductor y preparador de la edici¨®n se est¨¢ exigiendo a s¨ª mismo.
Todo lo cual quiere decir que, ahora s¨ª que con estas tres ediciones, Sherlock Holmes queda definitivamente instalado en Espa?a, al alcance de toda clase de lectores y con una suerte que otros muchos personajes de alto linaje literario a¨²n est¨¢n aguardando.
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