Un h¨¦roe de 11 a?os
Un ni?o que sobrevivi¨® al incendio del centro comercial de Paraguay consigui¨® salvar a un beb¨¦ de las llamas
Con apenas 11 a?os, William Sotelo se convirti¨® el domingo pasado en un h¨¦roe, al mismo tiempo que perdi¨® a su madre. ?l es uno de los supervivientes del incendio que ese d¨ªa destruy¨® un centro comercial de Asunci¨®n. Fue el ¨²ltimo lugar en el que vio a su madre, pero all¨ª logr¨® salvar la vida de un beb¨¦ de un a?o.
El ni?o, que vive en el barrio de San Blas, de Loma Pyta, uno de los suburbios m¨¢s pobres de la capital paraguaya, hab¨ªa ido al centro comercial con su madre, empleada dom¨¦stica, y una pareja de vecinos, que llevaban a su beb¨¦, Diego. Mientras los adultos hac¨ªan la compra, la madre de William le pidi¨® que se quedara en el coche cuidando del beb¨¦, que estaba dormido. Fue la ¨²ltima vez que la vio.
Poco tiempo despu¨¦s, William se percat¨® de que la gente corr¨ªa en todas direcciones y de que hab¨ªa mucho humo. "Escuch¨¦ un ruido muy fuerte y luego vi mucho humo y gente que corr¨ªa. Pas¨® mucho tiempo. Intent¨¦ cerrar la ventana del coche, pero no pude, entonces me di cuenta de que las ruedas del coche que se encontraba al lado comenzaban a quemarse", cuenta el peque?o.
Quiso abrir la puerta del coche, pero no lo logr¨®, as¨ª que intent¨® salir por la ventana. Tom¨® en sus brazos al beb¨¦ y le puso su gorro, porque no se pod¨ªa respirar. Empez¨® a caminar y choc¨® contra una pared. "La gente corr¨ªa. Se escuchaban gritos en todas partes. Me pareci¨® ver una peque?a luz entre el humo", prosigue. Camin¨® en esa direcci¨®n y entonces vio que un bombero estaba abriendo un peque?o boquete en la pared de vidrio.
William llam¨® su atenci¨®n y consigui¨® hacer pasar al beb¨¦ por el hueco abierto en el cristal. Pero cuando ¨¦l intent¨® pasar por el mismo sitio, qued¨® atrapado, aunque consigui¨® dejar la cabeza por la parte de fuera de la pared y poder respirar. Algo m¨¢s tarde, los bomberos pudieron agrandar el agujero y el ni?o pudo salir.
Una vez fuera, William s¨®lo atin¨® a correr en direcci¨®n a un autob¨²s. Le pidi¨® a una se?ora que lo llevara, porque no ten¨ªa dinero para el pasaje. Su ¨²nico objetivo era llegar a su casa para contar lo sucedido.
"William lleg¨® a casa llorando", cuenta su hermano Dar¨ªo, de 16 a?os. Ambos han quedado solos, pues su padre muri¨® hace unos a?os. Desde la noche del domingo buscan a su madre, sin ¨¦xito. Volvieron al centro comercial, pero ya no les dejaron pasar. "Fuimos a emergencias y hab¨ªa alguien que se parec¨ªa a mi mam¨¢, pero no era. Hasta ahora no la encontramos. Tenemos esperanzas de que est¨¦ inconsciente en alg¨²n lugar. Si est¨¢ viva, seguramente lo ¨²nico que piensa es en mi hermano", agrega Dar¨ªo. Ahora pasan el d¨ªa con sus primos y t¨ªos, que viven cerca. "Todo el d¨ªa estamos buscando".
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