La soluci¨®n imposible
Miembros de peso del COI creen que las decisiones debe tomarlas la ejecutiva, pero lo ven inviable
"Los miembros del Este, antes, obedec¨ªan ¨®rdenes; ahora, son peligrosos". Esta frase de un alto cargo del COI puede resumir el esp¨ªritu que se respira en el grupo que se considera ejecutivo, y limpio, del m¨¢ximo organismo sobre una parte de los arribistas que han vuelto a llevar el deshonor y la sospecha generalizada de corrupci¨®n a la familia ol¨ªmpica. Concretamente, respecto al b¨²lgaro Ivan Slavkov, el protagonista del esc¨¢ndalo de venta de votos para la elecci¨®n de la sede de 2012. Pero hay otras partes, que ya fueron acusadas en el esc¨¢ndalo de Salt Lake City en 1999, de las que se sab¨ªa de sus manejos, pero que no fueron expulsadas por falta de pruebas concluyentes y que siguen al acecho. En la feria de vanidades e intereses que es el COI es muy dif¨ªcil controlarlos.
"La soluci¨®n para acabar con esto ser¨ªa que todas las decisiones, incluidas las de designar las sedes, las tomara la comisi¨®n ejecutiva, un grupo reducido de personas", dice otro miembro de peso, que no quiere dar su nombre porque expresarse as¨ª le crear¨ªa la animadversi¨®n de casi un centenar de sus 123 colegas. Y a?ade r¨¢pidamente: "Pero es que, adem¨¢s, es imposible. Quitarles ese caramelo a los miembros equivaldr¨ªa a echarlos. Ya se les han recortado muchos de sus movimientos y cost¨® convencerlos hace cinco a?os, pero hacerlo m¨¢s ser¨ªa el fin del COI". En esa l¨ªnea se pronuncian otros miembros con categor¨ªa, pero que tambi¨¦n ven la soluci¨®n inviable.
El sistema ser¨ªa similar al que usa la FIFA o la IAAF, las federaciones de los deportes m¨¢s importantes, el f¨²tbol y el atletismo, con comisiones ejecutivas de una veintena de miembros para tomar sus decisiones m¨¢s importantes, que suelen ser tambi¨¦n las sedes de sus campeonatos mundiales. Pero la tradici¨®n del COI se ha movido por otros derroteros y a un gran nivel de parafernalia, incluso en el n¨²mero de los miembros. Y de la masa, adem¨¢s con pa¨ªses de bajo nivel econ¨®mico, llega siempre con mayor facilidad la corrupci¨®n. La media de calidad de miembros ha mejorado con la entrada de muchos deportistas y presidentes de federaciones m¨¢s profesionales, pero siempre queda un fondo incontrolable fruto del pasado y de la inevitable universalidad del organismo, que tiene integrantes variopintos y de los cinco continentes.
Las medidas tomadas tras el anterior esc¨¢ndalo, hace cinco a?os, frenaron la barra libre de unas corruptelas muy dif¨ªciles de controlar. "Para un miembro africano, por ejemplo, el que le ofrezcan una beca en Estados Unidos para su hijo no le parec¨ªa corrupci¨®n. Era un detalle del Primer Mundo hacia una persona de mayor estrato social en el Tercero como, al m¨¢s bajo nivel, una ONG pod¨ªa ayudar en la educaci¨®n, en la alimentaci¨®n o en la sanidad a la gente de los poblados m¨¢s pobres. La raya entre lo que es corrupci¨®n y lo que es amistad y ayuda al m¨¢s necesitado es casi invisible", comenta otro miembro.
En esa l¨ªnea, result¨® sorprendente el asombro con que muchos de los expulsados en 1999 tomaron las medidas. Algunos no entend¨ªan lo suyo como corrupci¨®n. Otros, a los que no les pillaron en el control de esa etapa, pero que tambi¨¦n se han ido dopando puntualmente en muchas jornadas de su particular Vuelta al Olimpo, miraron entre miedosos y sorprendidos la situaci¨®n.
La filtraci¨®n de que hay una treintena de miembros contactados por el programa de la BBC que ha destapado el nuevo esc¨¢ndalo supone ahora mismo el gran bloque que no se ve, bajo el agua procelosa y corrupta, del iceberg cuya cabeza visible, m¨ªnima, es Slavkov. Por eso el COI act¨²a con extrema cautela. La comisi¨®n de ¨¦tica pidi¨® por carta el 30 de julio a la BBC "todos los documentos escritos y audiovisuales" que tuviera en su poder sobre el asunto y le requiri¨® para que "esta petici¨®n fuese difundida junto a la emisi¨®n del programa". La BBC s¨®lo respondi¨® que se pondr¨ªa en contacto despu¨¦s de ser emitido el d¨ªa 4. La comisi¨®n de ¨¦tica contin¨²a trabajando.
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