"En la Parte Vieja hubo hechos infames, y nadie se quej¨®"
El alcalde dice que San Sebasti¨¢n es de "una belleza traidora"
Dice que para sentirse a gusto en su ciudad es necesario, casi terap¨¦utico, salir de vez en cuando, respirar otros aires, ver otros mundos.
Pregunta. Si eso de los intercambios funcionara con los alcaldes, ?qu¨¦ otra ciudad le gustar¨ªa mandar una temporada?
Respuesta. Dos ciudades que me maravillan son Sevilla y Santiago. No tendr¨ªa ninguna duda: Sevilla, Santiago y, quiz¨¢s, Granada.
P. Y a qu¨¦ otro alcalde no le importar¨ªa dejarle la ciudad...
R. Ah, bueno, no tengo ning¨²n sentido patrimonialista ni de la ciudad ni de la alcald¨ªa. Dir¨ªa que fuera una persona, hombre o mujer, que tuviese una posici¨®n marcadamente progresista, de izquierdas.
P. ?Qu¨¦ tipo de alcaldes son peligrosos para las ciudades?
"En la Parte Vieja se produjeron hechos infames, inmorales, y casi nadie protest¨®"
"No me atrae la vida interna de los partidos. Me parece endog¨¢mica, militarizada"
R. Aquellos que no la sienten con pasi¨®n, que no han tenido en la ciudad vivencias, que no conocen todos los barrios; aquellos que no han tenido novios, en mi caso novias, aquellos que no han estudiado en la ciudad, que no ha captado su esp¨ªritu.
P. Y esta ciudad, ?qu¨¦ esp¨ªritu tiene?
R. Tiene un esp¨ªritu por tradici¨®n y por historia liberal, frente a otras ciudades m¨¢s conservadoras o incluso m¨¢s carlistas. Es innovadora, cosmopolita...; y es una ciudad de una belleza traidora. La ciudad es muy atractiva, m¨¢s all¨¢ de esto que se dice el marco incomparable
[la entrevista se celebra en el N¨¢utico, con la bah¨ªa de fondo], pero tambi¨¦n es una ciudad que todav¨ªa esconde las miserias de la intolerancia, el fanatismo y la violencia.
P. Estos d¨ªas, precisamente, la huelga de las gr¨²as ha dejado en las carreteras vascas la memoria de los accidentes. ?C¨®mo ser¨ªa esta ciudad si las huellas del horror no se borraran? O, dicho de otra manera, ?es m¨¢s f¨¢cil vivir aqu¨ª sin memoria?
R. Yo creo que siempre hay que vivir con memoria. Siempre. Es parte de la ciudad: la historia, las personas, las glorias, los sufrimientos... Por lo tanto, si alg¨²n d¨ªa desaparece ETA -y ojal¨¢ que lo podamos celebrar pronto- seguir¨ªa presente una memoria de tanto sufrimiento, de tanto dramatismo, pero deber¨ªamos impulsar una nueva coyuntura para hacer a la gente m¨¢s feliz. Tendremos que liberarnos de determinadas hipotecas que son muy graves todav¨ªa.
P. ?Le parece inmoral, o al menos injusto, que se quejen por la inseguridad ciudadana quienes en otro momento han convivido de forma tan natural con otro tipo de delincuencia?
R. En la Parte Vieja se han producido hechos infames, inmorales, cierres obligados de establecimientos, de alguna importante librer¨ªa, pintadas permanentes... y muy poca gente, muy pocas entidades de la Parte Vieja o de la pol¨ªtica han expresado su grito de protesta m¨¢s all¨¢ del PP o del Partido Socialista. Aqu¨ª hay una inseguridad ciudadana muy relativa. Es verdad que en cualquier ciudad, incluidas las vascas, hay problemas, pero desde luego no guardan relaci¨®n con el grado de inseguridad que hay en otras ciudades de Espa?a.
P. S¨®lo uno de cada cuatro vascos est¨¢ interesado en la pol¨ªtica...
R. Se lanzan demasiados discursos de consigna, demasiadas descalificaciones, se insiste demasiado en los problemas endog¨¢micos de los partidos... Aqu¨ª tenemos un discurso pol¨ªtico de corto recorrido, donde estamos permanentemente con el plan Ibarretxe, con la autodeterminaci¨®n o con planteamientos de la Espa?a Imperial, y eso ya cansa absolutamente a todos.
P. Dec¨ªa el escritor Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez que peor incluso que la corrupci¨®n econ¨®mica es la de partido. ?Considera usted que los pol¨ªticos espa?oles est¨¢n muy condicionados por la disciplina de partido?
R. Yo creo que hay muy poco margen para el juego, hay una disciplina muy f¨¦rrea.
P. Usted es de los que m¨¢s se hayan salido de ese uniforme. ?Le han llamado muchas veces la atenci¨®n en Ferraz?
R. Algunas veces, pero tampoco demasiadas.
P. ?Le gusta la vida de partido?
R. ?Qu¨¦ es eso?
P. Que si va mucho por la calle Prim [sede del PSE en San Sebasti¨¢n].
R. No me atrae la vida interna de los partidos pol¨ªticos, no me atrae ese tipo de relaciones endog¨¢micas. Me parece una vida como la de los peces en la pecera. Los pececitos pueden ser de distintos colores, pero al estar metidos en la pecera, al no salir de all¨ª, se miran unos a otros y est¨¢n todo el d¨ªa con lo mismo. Me parece una actividad muy, muy... muy militarizada. No me atrae. Pero alguien lo tiene que hacer.
P. ?Qu¨¦ qued¨® de aquella carrera por la playa con Borrell?
R. Un recuerdo imborrable. De un ministro muy activo que apost¨® por San Sebasti¨¢n en un momento clave de su historia. Y queda una buena amistad.
P. El libro publicado por Cascos a su mayor gloria. Se llega as¨ª a la pol¨ªtica o es la pol¨ªtica la que engendra estos personajes.
R. En la pol¨ªtica, como en la vida, hay gente que se ama mucho a s¨ª misma.
P. ?Qu¨¦ dar¨ªa por que esa estrofa de la canci¨®n de Sabina -"que ser valiente no salga tan caro, que ser cobarde no valga la pena"- fuera posible aqu¨ª?
R. Pues... yo me quemar¨ªa pol¨ªticamente en el intento. Porque no se est¨¢ haciendo lo suficiente. No se hizo en su d¨ªa por el PP, no se hace desde el Gobierno vasco y desde luego los principales implicados, el entorno de ETA, no hacen lo suficiente. ?Qu¨¦ hay que hacer? Pues quemarse hasta las cejas.
P. A qui¨¦n echa de menos en estas fiestas.
R. A Ernest Lluch, a Juan Mari Jauregui, a gente de mi familia... Unos ya no est¨¢n por ley de vida. A otros se los llevaron por delante.
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