"Cada d¨ªa caen 10 torres gemelas repletas de ni?os hambrientos sin que nadie proteste"
Existen situaciones en el mundo que s¨®lo pueden explicarse a trav¨¦s de un razonamiento c¨ªnico. S¨®lo as¨ª el dominico Frei Betto (Belo Horizonte, 1944) halla una respuesta a la muerte por hambrunas de m¨¢s de 100.000 personas al d¨ªa, de las que 30.000 son menores de edad. "Cada d¨ªa caen 10 torres gemelas repletas de ni?os sin que se produzcan protestas ni homenajes. De todos los factores de mortalidad precoz, ¨¦ste es el ¨²nico que sufre la distinci¨®n de clase", asegura. Lo dice con contundencia, pero sin perder en ning¨²n momento su discurso tranquilo y afable. Este hombre, que asisti¨® ayer al F¨®rum de las Culturas de Barcelona para clamar por la recuperaci¨®n del pensamiento ut¨®pico entre los j¨®venes, ide¨® el programa Hambre Cero para el presidente Lula de Brasil, de quien es asesor especial.
"Hemos de aceptar de una vez que los pobres son protagonistas y sujetos de la historia"
Frei Betto mantiene una gran confianza en Lula, y no porque sea su amigo, sino porque el presidente "vivi¨® la miseria". Este recuerdo, se?ala, le ha impulsado a cambiar la maquinaria del Estado para ponerla al servicio de los pobres, lo que no ha resultado nada f¨¢cil. "Durante 2003 s¨®lo pudimos destinar 700 millones de d¨®lares al programa Hambre Cero porque heredamos el presupuesto del anterior Ejecutivo. Pero este a?o ya disponemos de 5.000 millones para lograr el objetivo de llegar a 11 millones de familias compuestas por 50 millones de personas", explica. Hasta hoy, el proyecto ha alcanzado a 4 millones de familias, y en diciembre esperan haber superado los 6,5 millones. "No significa que todas se inserten de inmediato en la sociedad", advierte, "sino que dispondr¨¢n de las condiciones necesarias para comenzar este proceso".
M¨¢s que un programa, Hambre Cero es un paquete de proyectos por los que las familias reciben una renta mensual para que creen sus cultivos y peque?as empresas. A cambio, deben garantizar que los ni?os asistan con regularidad a la escuela y sigan unos programas sanitarios. "Nos proponemos crear una econom¨ªa solidaria", a?ade Frei Betto. "Brasil empieza a beneficiarse de las pol¨ªticas p¨²blicas del Gobierno de Lula. Ha bajado el paro, se ha detenido el ¨¦xodo rural, la inflaci¨®n est¨¢ controlada, los precios de los productos b¨¢sicos han disminuido el 10% y la producci¨®n aumenta hasta el 3,7%", se congratula.
Tan convencido est¨¢ de Lula como de la regeneraci¨®n de una izquierda que desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn "ha permanecido en el purgatorio". Frei Betto vivi¨® el auge de los movimientos de base latinoamericanos en las d¨¦cadas de 1960 y 1970. Colabor¨® con la organizaci¨®n guerrillera Acci¨®n Libertadora Nacional y form¨® parte de un grupo de apoyo a los perseguidos pol¨ªticos junto a otros padres dominicos, lo que le cost¨® detenciones, torturas y cuatro a?os en prisi¨®n. "Cometimos un error", concede, "que fue el de importar a Am¨¦rica Latina los paradigmas de la izquierda europea. Deber¨ªamos haber prestado menos atenci¨®n a Trotski y mucha m¨¢s a Che Guevara". De esta crisis, se?ala, sali¨® sobre todo maltrecha la izquierda intelectual y acad¨¦mica, que durante a?os permaneci¨® teorizando a partir de los textos de Karl Marx sin contacto alguno con el pueblo. "El socialismo no existe porque haya un partido comunista o la teor¨ªa marxista, sino porque hay pobreza", remacha.
En su opini¨®n, hoy el socialismo tiene m¨¢s sentido que nunca, porque la miseria se ha extendido debido a la "globocolonizaci¨®n", que es como ¨¦l designa a "la imposici¨®n del modelo de sociedad anglosaj¨®n por todo el planeta". Est¨¢ convencido de que este proceso se ha agravado, pero tambi¨¦n que ha puesto de manifiesto sus contradicciones internas. Sin embargo, para Frei Betto, hay un punto de inflexi¨®n, y ¨¦ste es la guerra de Irak. "Fue un momento de freno porque varios pa¨ªses de Europa demostraron que no siempre estar¨¢n de rodillas frente a la Casa Blanca. Pero en especial fue la actitud del pueblo espa?ol tras los atentados de marzo la que marc¨® este punto. Dio el mensaje de que no hay que temer al terrorismo, y que se debe luchar contra ¨¦l con medidas pol¨ªticas, jur¨ªdicas y de ciudadan¨ªa", remach¨®.
"La nueva izquierda", propuso, "debe estar conectada con los movimientos sociales" y nutrirse de las ideas que se lanzan en los foros regionales e internacionales, que hoy constituyen las nuevas asambleas de la democracia. "No podemos partir m¨¢s de presupuestos religiosos. La izquierda ha mantenido demasiado tiempo los dogmas de fe del materialismo hist¨®rico. Lula, por ejemplo, fue visto con recelo entre los intelectuales de izquierdas porque fue un proletario vanguardista. Hemos de aceptar de una vez que los pobres son sujetos y protagonistas de la historia". Se trata de recuperar el concepto de pol¨ªtica ¨¦tica y moral de Che Guevara, a la vez que abandonar definitivamente las armas. "La revoluci¨®n", concluye, "hoy s¨®lo interesa a la extrema derecha y a los fabricantes de armas".
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