El cantante Steve Earle se erige en el Michael Moore del rock
El nuevo disco del m¨²sico, 'La revoluci¨®n empieza ahora', tratar¨¢ de convertirse en la banda sonora de la lucha contra la Administraci¨®n de Bush
La m¨²sica popular estadounidense ha encontrado a su perfecto agitador de conciencias en la figura de Steve Earle, un cantante y guitarrista de 49 a?os que ejerce como nadie de activista pol¨ªtico encima de los escenarios. El Michael Moore de la m¨²sica yanqui es un personaje controvertido, genuino y sin pelos en la lengua, un agitador de masas moderadamente demagogo, que considera las pr¨®ximas elecciones presidenciales de noviembre como "el proceso m¨¢s importante de nuestras vidas". La banda sonora para desalojar a George W. Bush de la Casa Blanca lleva por t¨ªtulo The revolution starts now y empezar¨¢ a retumbar en los o¨ªdos estadounidenses y del resto del mundo el pr¨®ximo 23 de agosto.
The revolution starts now constituye una cr¨®nica de urgencia, un trabajo c¨ªvico necesario para la democracia americana, "que requiere una vigilancia constante y un compromiso fuera de toda duda", en palabras de Earle. El ¨¢lbum, con una estrella rojinegra de cinco puntas en la portada, est¨¢ marcado en sus dos terceras partes por la actual situaci¨®n pol¨ªtica de Estados Unidos.
Earle y su banda dieron forma a este disco a un ritmo enfebrecido, obsesionados por llegar a tiempo a la campa?a electoral. "Todas las canciones se han grabado de un tir¨®n, en sesiones diarias de 12 a 14 horas", revela este abanderado del rock con ra¨ªces, el g¨¦nero americano y el country alternativo, hoy afincado en la ciudad de Nashville. El ambiente en el estudio era de tanta concienciaci¨®n que entre toma y toma s¨®lo se hablaba de "la guerra, las elecciones, el b¨¦isbol y las mujeres, en este orden". "Quiz¨¢s me est¨¦ haciendo un poco mayor...", se reprocha el propio Steve.
De lo que no cabe duda es de que, durante las pr¨®ximas semanas, a un sector significativo de la sociedad estadounidense se le indigestar¨¢n diatribas tan ¨¢cidas como F the CC, con el estribillo m¨¢s demoledor de la ¨²ltima d¨¦cada: "Se mean en los inmigrantes, se quejan de ellos, pero no dicen nada del presidente. As¨ª no funciona una democracia. Por eso, que le follen a la Comisi¨®n Federal de Comunicaciones, que le follen al FBI, que le follen a la CIA. Vivimos en los putos Estados Unidos de Am¨¦rica". Y tambi¨¦n levantar¨¢n ampollas himnos como Rich man's war, donde se relata la historia de un inocente soldado que, "sin saber muy bien por qu¨¦", se descubre patrullando por las calles de Kandahar o Bagdag. "?l es s¨®lo otro pobre chaval luchando en la guerra del hombre rico", concluye la canci¨®n.
Ante la que se avecina, los simpatizantes del Partido Republicano no han tardado en escarbar en la biograf¨ªa del propio Steve Earle, marcada por sus excesos con el alcohol y la hero¨ªna, una condena a un a?o de carcel en 1994 por "tenencia de sustancias prohibidas" y seis matrimonios.
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