Autob¨²s al cielo
El 'Mussol', en sus variantes norte y sur, acarrea a los j¨®venes de la Plana Baixa hacia las discotecas de moda de Moncofa
S¨¢bado. Cerca de las doce de la noche. En la playa de Casablanca, en Almenara, un grupo de unos veinte j¨®venes se impacienta. Hace diez minutos que esperan el autob¨²s que les llevar¨¢ al cielo y, de momento, no se ve ni rastro de ¨¦l. Llegar¨¢ un cuarto de hora m¨¢s tarde. Aqu¨ª est¨¢, es el Mussol d'Estiu, (el b¨²ho de verano), un autob¨²s nocturno que recoge a todos los chavales y chavalas de la zona para llevarlos al lugar de moda este verano, los chiringuitos de Moncofa.
Los j¨®venes escogen asiento. El trayecto es corto, media hora aproximadamente. Todos tienen preparado el euro que les llevar¨¢ a disfrutar de una noche de verano lejos de sus padres. Pr¨®xima parada, Almenara. A partir de este momento, el Mussol ya est¨¢ bastante lleno. Despu¨¦s de pasar por La Llosa ya no cabe ni un alfiler. Los que esperan en Xilxes tendr¨¢n que seguir esperando hasta el pr¨®ximo viaje.
"Todos van 'superguay'. Se nota que han estado un buen rato delante del espejo"
No hay problema, el bus llega a la zona de los chiringuitos, descarga y vuelve a iniciar la ruta. As¨ª toda la noche, hasta la seis de la ma?ana, cuando recoger¨¢ a los m¨¢s marchosos, a los que intentan aprovechar la noche hasta su ¨²ltimo suspiro.
El Mussol Sur realiza el recorrido mencionado por la Plana Baixa, pero lo mismo ocurre con el del Mussol Norte que llega a los pueblos de La Vilavella y La Vall d'Uix¨® hasta alcanzar el mismo destino y facilitar que muchos j¨®venes de 15, 16 o 17 a?os tengan una posibilidad de llegar a los lugares de bullicio, disfrute y diversi¨®n. Su cielo particular.
Todos van superguay. Se nota que han estado un buen rato delante del espejo. Ellos, pantalones piratas y su camiseta mejor combinada. Ya sea de manga corta, de canal¨¦ bien ce?ida o escotada y sin mangas, la ¨²ltima moda para ense?ar m¨²sculos. El pelo, por lo general, rapado por debajo y engominado, haciendo puntas en la zona superior. Los m¨¢s atrevidos llevan los extremos rubios te?idos.
Se les nota ufanos y dispuestos a todo. Pero, en eso de la moda, las reinas son las chicas con modelos y pelos mucho m¨¢s trabajados. Todas con taconazos y bolsos peque?os. Pantalones a la cadera blancos o minifaldas y camisetas muy ce?idas, de todos los colores, formas y maneras, que dejan ver el ombligo.
Llevan melenas largas. Unas, rizadas, negras y abrillantadas. Otras, tambi¨¦n morenas o con algunas mechas y reci¨¦n planchadas. O sea, hechas un pincel y preparadas para comerse el mundo.
El bus est¨¢ a rebosar. Forman grupos y es tal el guirigay que no se acaba de entender c¨®mo consiguen hablar entre ellos, pero lo hacen sin parar.
- Ey, te has hecho un piercing en el ombligo.
Le dice una joven a una amiga que acaba de subir.
- S¨ª, la semana pasada.
- ?Y te ha dolido? Pregunta asombrada por tama?a obra de arte.
- Me doli¨® m¨¢s despu¨¦s de hac¨¦rmelo. Al principio s¨®lo not¨¦ un pinchazo, pero luego, durante unos d¨ªas, me tiraba, me picaba... Ahora ya no noto nada.
- C¨®mo mola t¨ªa, a m¨ª mi madre no me deja.
Y pone tal cara de pena que dan ganas de cogerla y llevarla al piercingero m¨¢s pr¨®ximo para que se quede contenta.
Mientras, los chicos, sobre todo los del fondo, montan jaleo. Gritan, dan palmas, corean el buler¨ªas de Bisbal y llaman a gritos:
- Eh! Xufero, ah¨ª est¨¢ tu padre.
Y el susodicho responde:
- Vaya chiste m¨¢s viejo.
Es su manera de llamar la atenci¨®n.
Hemos llegado. El bus se estaciona en una gran explanada cerca del mar, donde comienzan las cuatro o cinco discotecas de moda. Al llegar, el n¨²mero de j¨®venes con los mismos atuendos, aspecto e intenciones es incalculable. La noche es suya.
Son los primeros en llegar y, muchos deber¨¢n volver a las tres o las cuatro de la ma?ana a casa. As¨ª que, hay que aprovechar el tiempo. Se toman unos cubalitros o algunos chupitos, con un poco de suerte vislumbrar¨¢n a la chica/o de sus sue?os, o no. Incluso podr¨¢n darse un ba?o para despejarse antes del regreso. Toda una experiencia vital.
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