Chalabi, libre en Bagdad pese a la orden de prisi¨®n

El dirigente pol¨ªtico chi¨ª Ahmed Chalabi, acusado de falsificaci¨®n de moneda, no ingresar¨¢ en prisi¨®n por el momento, a pesar de que antes de su llegada a Bagdad procedente de Ir¨¢n, algunos funcionarios del Ejecutivo provisional aseguraron que ser¨ªa "detenido en cuanto pusiera los pies en suelo iraqu¨ª".

"Es cierto que existe la orden, pero no se adoptar¨¢ medida alguna hasta que no termine el procedimiento legal", inform¨® en conferencia de prensa Sabah Kazim, portavoz del Ministerio de Interior. El funcionario dio una peculiar justificaci¨®n para no dar cumplimiento a la orden judicial: "El Gobierno da prioridad a los asuntos nacionales. ?ste es un asunto colateral entre un ciudadano y una instituci¨®n judicial", a?adi¨® Kazim. Chalabi, que calific¨® la orden judicial de improcedente, regres¨® el mierc¨®les a Irak, despu¨¦s de un breve periodo de "vacaciones" en Teher¨¢n.

Sospechosa resulta la coincidencia de que el juez encargado del caso emitiera una orden de captura contra el sobrino de Chalabi, por un delito diferente, el mismo d¨ªa en que se dict¨® la orden contra su t¨ªo. El sobrino del l¨ªder pol¨ªtico, Salem Chalabi, jefe administrativo del tribunal especial que juzgar¨¢ al ex dictador Sadam Husein, tambi¨¦n soporta una orden de captura, en su caso por su presunta implicaci¨®n en el asesinato de un funcionario del Ministerio de Finanzas.

Zuheir al Maliky, el juez que imputa a Ahmed Chalabi la falsificaci¨®n de dinares viejos, que supuestamente fueron cambiados por nueva moneda tras la retirada de los billetes en curso durante el r¨¦gimen de Sadam Husein, dijo ayer que s¨®lo se encarga del procedimiento judicial y que la decisi¨®n de detenerle o no al l¨ªder chi¨ª no le corresponde. El arresto compete a la polic¨ªa, asegura.

Chalabi -condenado en 1992 en rebeld¨ªa a 22 a?os de c¨¢rcel por la justicia jordana por fraude en la bancarrota del Banco Petra- goz¨® durante a?os del respaldo pol¨ªtico de las Administraciones de Estados Unidos, que le consideraban el l¨ªder id¨®neo para encabezar la oposici¨®n al r¨¦gimen de Sadam Husein. Washington financiaba su movimiento pol¨ªtico con 340.000 d¨®lares mensuales (unos 277.000 euros). Hasta que, en mayo pasado, el Gobierno de George W. Bush le acus¨® de revelar a los servicios de espionaje iran¨ª que la CIA dispon¨ªa de los c¨®digos cifrados que empleaban los agentes de Teher¨¢n para sus comunicaciones. Desde entonces, Chalabi ha ca¨ªdo en desgracia.