Algunas diferencias de los sustos y los miedos
Estuvo pensando en el miedo toda la noche. Era verdad, la principal raz¨®n por la cual a veces no se animaba a ser, a decir, a hacer, a aceptar o a rechazar era el miedo. Se dio cuenta de las muchas palabras con las que disfrazaba sus temores para no enojarse consigo misma. Timidez. Respeto. Precauci¨®n. Aprensi¨®n. Resistencia. Rechazo. Inquietud. Ansiedad. Susto. Y se dio cuenta de las otras, de las que preferir¨ªa borrar de su vocabulario: fobia, p¨¢nico, espanto, terror...
En palabrasalacarta.com escribi¨®
SUSTO-MIEDO
...El susto, a diferencia del miedo, se refiere a un hecho concreto que est¨¢ sucediendo en el momento de la respuesta temerosa; es decir, es siempre una respuesta a una situaci¨®n presente. Digo con criterio que estoy asustado cuando se presenta una situaci¨®n genuinamente amenazadora que desemboca en esa sensaci¨®n de inquietud y movilizaci¨®n que se conoce con el nombre de reacci¨®n de alarma, un reflejo corporal y ps¨ªquico frente a una situaci¨®n de peligro.
Asustarse se convierte en problema cuando percibimos lo inofensivo como ofensivo, lo cotidiano como extra?o y lo inocuo como da?ino
Si entrara rugiendo un le¨®n en la habitaci¨®n donde nos encontramos, lo m¨¢s probable ser¨ªa que nos asust¨¢ramos; porque la figura del le¨®n est¨¢ asociada en nosotros a una situaci¨®n de peligro. Esto es susto, no miedo.
Puedo contarle que me asust¨¦ a otra persona y ¨¦sta lo puede entender, aunque no se asusta cuando se lo cuento. Lo entiende porque la relaci¨®n entre est¨ªmulo y respuesta temerosa es l¨®gica.
?Qu¨¦ ser¨ªa el miedo? Continuando con el ejemplo anterior, si el domador se llev¨® el le¨®n, si lo vi salir del edificio y si espi¨¦ por la ventana c¨®mo lo trasladaban hacia el zool¨®gico y a pesar de eso, al d¨ªa siguiente al ir hacia ese lugar empiezo a pensar que podr¨ªa estar ah¨ª el le¨®n o una vez en el lugar no puedo concentrarme en lo que hago porque podr¨ªa entrar un le¨®n; me estoy asustando de mi propia idea. Tener una respuesta biol¨®gica de alarma a pesar de que el peligro no est¨¢, no es susto, sino miedo.
Siendo muy b¨¢sicos podr¨ªamos decir que el susto entra por la percepci¨®n y el miedo, por la imaginaci¨®n. Y por eso el miedo no siempre est¨¢ generado a partir de algo ver¨ªdico.
Se suele llamar al susto el Miedo Sano porque funciona en general como una respuesta protectora toda vez que nos prepara para conjurar un peligro o una amenaza real. Si no fuera capaz de asustarme no podr¨ªa, por ejemplo, huir r¨¢pidamente de un lugar donde empieza a producirse un incendio.
Asustarse se convierte en problema cuando la percepci¨®n o la interpretaci¨®n de la percepci¨®n nos informan mal sobre la peligrosidad de las situaciones. Es decir, cuando percibimos lo inofensivo como ofensivo, lo cotidiano como extra?o y lo inocuo como da?ino.
La primera respuesta frente a una situaci¨®n de peligro es susto; la segunda, desde el recuerdo vivencial de ese peligro, es miedo.
El miedo, dice Krishnamurti, es un invento del pensamiento, que evoca un peligro o frustraci¨®n del pasado y lo proyecta en el futuro. La sensaci¨®n de susto frente a un pensamiento.
El est¨ªmulo de la respuesta temerosa no est¨¢ afuera, sino adentro. Es la percepci¨®n de mi construcci¨®n mental lo que me asusta, mis propias fantas¨ªas catastr¨®ficas y no los hechos. Aqu¨ª tambi¨¦n habr¨ªa que diferenciar unos pocos miedos protectores relacionados con peligros objetivos y muchos miedos paralizantes siempre ligados a prejuicios y condicionamientos. Aqu¨¦llos se aprenden, estos ¨²ltimos son siempre ense?ados por otros.
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