La reducci¨®n del d¨¦ficit sanitario en Catalu?a
La realizaci¨®n por parte del Gobierno de la Generalitat de que el gasto p¨²blico sanitario es inferior al que le corresponde por su nivel de desarrollo econ¨®mico explica que se haya comprometido a converger en dos legislaturas (dos a?os) con el promedio de gasto p¨²blico sanitario (como porcentaje del PIB) de los pa¨ªses con igual nivel de desarrollo econ¨®mico (pacto del Tinell). Esta medida tendr¨¢ un enorme impacto en mejorar la calidad y el confort del sistema sanitario de Catalu?a. Encuesta tras encuesta, muestran que mientras la poblaci¨®n est¨¢ satisfecha con la atenci¨®n sanitaria recibida por los profesionales sanitarios as¨ª como con la calidad cient¨ªfica y riqueza tecnol¨®gica del sistema sanitario, est¨¢ todav¨ªa insatisfecha con el escaso tiempo de visita al m¨¦dico, el excesivo tiempo de espera para recibir resultados de laboratorio, las largas listas de espera, y otros elementos importantes que definen la calidad del sector y que tienen que ver, en gran parte, con la escasez de recursos.
Recientemente se ha iniciado un debate sobre c¨®mo cubrir este d¨¦ficit con la UE, un d¨¦ficit que es considerable. Si nosotros nos gast¨¢ramos, por ejemplo, el mismo porcentaje del PIB que el promedio de la UE-15 (que tiene el mismo nivel de riqueza que Catalu?a) nos habr¨ªamos gastado 1.771 millones de euros m¨¢s, lo que representa el 31% del gasto p¨²blico sanitario. Las v¨ªas para eliminar este d¨¦ficit son m¨²ltiples. Una es conseguir fondos del propio sistema p¨²blico a base de aumentar su eficiencia y productividad. Hay bastante consenso, por ejemplo, en que el gasto farmac¨¦utico es a todas luces excesivo (representa el 1,27% del PIB, uno de los porcentajes m¨¢s elevados de la UE-15, cuyo promedio es el 0,94%, y el crecimiento del gasto farmac¨¦utico es el m¨¢s elevado de la UE-15 en los ¨²ltimos cinco a?os). Los ahorros que podr¨ªan conseguirse en el caso de que el gasto farmac¨¦utico se redujera (sin afectar a la calidad de la prescripci¨®n) al promedio de la UE ser¨ªan nada menos que 520 millones de euros, una cantidad 10 veces mayor que la que se conseguir¨ªa con el famoso copago de un euro por visita, 53 millones de euros. Estas cifras muestran que la visibilidad medi¨¢tica de una intervenci¨®n tiene muy poco que ver con su importancia y relevancia.
Otra v¨ªa para obtener fondos es conseguir que el Estado pague a la Generalitat por la poblaci¨®n atendida (como son las 299.614 personas extranjeras que viven en Catalu?a) que no est¨¢ contabilizada en la poblaci¨®n que el Estado central calcula para la distribuci¨®n de recursos entre las comunidades aut¨®nomas. De considerarse esta poblaci¨®n, la Generalitat contar¨ªa con 271 millones de euros m¨¢s. La Generalitat tampoco recibe suficientes fondos para cubrir a las personas atendidas procedentes de otras comunidades aut¨®nomas (y que supondr¨ªan 38 millones de euros m¨¢s que los 10 millones recibidos).
Estas medidas y otras (v¨¦ase El d¨¦ficit de gasto p¨²blico sanitario en Catalu?a, en www.vnavarro.org) no son, sin embargo, suficientes para cubrir aquel d¨¦ficit, lo cual abre dos posibilidades. Una es introducir los copagos por visita, de los que el m¨¢s visible es el copago de un euro, que tiene escasa capacidad recaudatoria y que adem¨¢s penaliza a las personas que necesitan utilizar los servicios con mayor frecuencia tales como ancianos, personas con enfermedades cr¨®nicas y personas vulnerables. Otra manera de aumentar la financiaci¨®n privada es la de cubrir las insuficiencias del sector p¨²blico a base del aseguramiento privado (tal como las compa?¨ªas de seguros y mutuas privadas est¨¢n sugiriendo), medida que significar¨ªa la divisi¨®n del sistema sanitario en dos clases de servicios; el sector privado seleccionar¨ªa los casos menos necesitados proveyendo m¨¢s confort hotelero e institucional que la p¨²blica, mientras que el sector p¨²blico con mayor capacidad cient¨ªfica y t¨¦cnica atender¨ªa a ancianos, cr¨®nicos y pacientes con mayores necesidades. Se reproducir¨ªa as¨ª la dicotom¨ªa p¨²blica-privada que caracteriza el sistema sanitario catal¨¢n.
Otra alternativa ser¨ªa la de incrementar los impuestos finalistas (como el del tabaco, que permitir¨ªa recaudar m¨¢s de 105 millones de euros adem¨¢s de desincentivar su consumo) as¨ª como los impuestos directos. En realidad, y en contra de lo que acent¨²an las culturas pol¨ªticas y medi¨¢ticas dominantes en nuestro pa¨ªs, la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la UE-15 (incluyendo Espa?a) han aumentado sus impuestos durante el periodo 1995-2001. La diferencia entre Espa?a y la mayor¨ªa de los otros pa¨ªses de la UE-15 es que en Espa?a los impuestos directos (de los que los impuestos sobre la renta son los m¨¢s importantes) han descendido como porcentaje de todos los impuestos, y ello como resultado de las reformas fiscales regresivas del Gobierno conservador. No as¨ª en la mayor¨ªa de pa¨ªses de la UE-15, que han visto crecer sus impuestos directos. No es cierto, por tanto, que los impuestos (incluyendo los directos) est¨¦n descendiendo en todos los pa¨ªses, antes al contrario. En realidad, si nosotros pag¨¢ramos el mismo porcentaje en impuestos directos que paga el promedio de la UE-15, recaudar¨ªamos en Catalu?a 2.101 millones de euros m¨¢s, de los que el 33%, 693 millones, podr¨ªan ir a enriquecer las empobrecidas arcas sanitarias de la Generalitat de Catalu?a. La mayor¨ªa de esos impuestos son sobre la renta, con lo cual pagar¨ªa el que tiene m¨¢s, y se aplicar¨ªa as¨ª el principio (favorecido por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n) de que la sanidad debe financiarse de acuerdo con el nivel de renta de cada uno en lugar del grado de utilizaci¨®n de los servicios. Creerse que se converger¨¢ con la Europa social (meta deseada por la gran mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa) a base de obtener fondos de los usuarios en lugar de los ciudadanos es un indicador del desconocimiento del tama?o del d¨¦ficit as¨ª como de la escasa sensibilidad hacia la justicia social, solidaridad y cohesi¨®n social que la poblaci¨®n desea.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas de la UPF.
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