Las leonas van de paseo

Las espa?olas llegaron convencidas de que necesitar¨ªan algo extraordinario para ganar a Argentina. Se sent¨ªan apocadas. La actual campeona del mundo no siempre fue un equipo intimidador, pero ha sabido aprovechar el tir¨®n de la plata en Sidney para establecerse en el ministerio de las selecciones que dictan ley. Lo mismo no se puede decir de Espa?a, que recuerdan el oro de Barcelona 92 como un asunto muy puntual, casi un artificio pol¨ªtico. Adem¨¢s, Argentina, que se impuso por 4-0, cont¨® con alg¨²n gui?o en el arbitraje en un par de penaltis-c¨®rner discutibles.

En el minuto 20, Argentina hab¨ªa ejecutado ya cinco penaltis y Espa?a ninguno. Si la estrategia defensiva de Espa?a pasaba por evitar por todos los medios cometer faltas a partir de la l¨ªnea de 2o metros, la estad¨ªstica parec¨ªa una sentencia. No fue as¨ª. Pero es que Argentina no necesit¨® ni de un juego estupendo ni de los penaltis para manejar el partido. De hecho, se qued¨® sin marcar en cuatro. A la pericia de Rosa con las manoplas hay que agradecerle un resultado que pudo ser peor.

Las leonas, como las llaman, se impusieron por varios motivos que las distancian de Espa?a. Primero, tienen muchas jugadoras que suman habilidad al car¨¢cter. Segundo, entre ellas se comunican mejor. Se las oye chillarse sin descanso y armonizan con naturalidad. Manejan los problemas del juego con decisi¨®n y usan los recursos t¨¢cticos para crear espacios. Luego, sorprenden con gente como Vukojicik y Rognoni, llegadoras de pedigr¨ª.

Las argentinas entraron al campo ri¨¦ndose y se marcharon igual. El stick no les pesa. No les pesa sentirse superiores ni acudir a unos Juegos a los que dicen haber venido a pas¨¢rselo "bomba". Eso hicieron ayer.