El control de los parques nacionales
Los parques nacionales han aparecido entre los 300 asuntos puestos en la mesa por el Ministerio de Administraciones P¨²blicas sobre los que hay alg¨²n tipo de conflicto con las autonom¨ªas, es decir, han entrado en la categor¨ªa de transferibles. Para Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez, periodista y experto en historia de los parques, "teniendo en cuenta la deriva auton¨®mica, mi intuici¨®n es que dentro de todo el conglomerado del Estado nadie se la va a jugar por los parques nacionales, as¨ª que el Estado quedar¨¢ financiando una red que gestionar¨¢n exclusivamente las autonom¨ªas".
"Tiene sentido que haya una red nacional de parques", dice Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente, "gestionada con criterios comunes y que est¨¦ compuesta por espacios con valores ecol¨®gicos nacionales. Y voy a dar la batalla para mantenerla. De hecho, tenemos expertos trabajando para mejorar la gesti¨®n actual, que, como todo, siempre es mejorable".
Canarias, que cuenta con cuatro de los 12 parques nacionales, no renuncia a la gesti¨®n exclusiva, seg¨²n Milagros Luis Brito, viceconsejera de Medio Ambiente
La gesti¨®n actual es, precisamente, a lo que se aferran las autonom¨ªas que pretenden la gesti¨®n exclusiva de estos espacios. "Hay gesti¨®n preeminente del Estado", dice Fuensanta Coves, consejera de Medio Ambiente de Andaluc¨ªa. "No se cumple la sentencia del Tribunal Constitucional que dice que la gesti¨®n ha de ser compartida". La sentencia, de 1995, consagra la competencia exclusiva legislativa de las Cortes Generales respecto de los parques nacionales de la red estatal, y reserva al Estado la tutela, gesti¨®n y representaci¨®n de la red. Sin embargo, retira a la Administraci¨®n General del Estado la exclusividad de la gesti¨®n, que deb¨ªa de ser, a partir de entonces, compartida con las comunidades aut¨®nomas. Y, seg¨²n todos los observadores, la cogesti¨®n no se ha producido.
De hecho, el parque nacional emblem¨¢tico no s¨®lo de Espa?a, sino de Europa, Do?ana, tiene desde hace 10 a?os un director accidental porque no ha habido acuerdo entre el ministerio y la Junta. "Pedimos cogesti¨®n real, que hasta ahora no ha habido", dice Rosario Ar¨¦valo, consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha. "Tras una primera fase de cogesti¨®n, no cerramos puertas a nada. En Aig¨¹estortes hay una gesti¨®n distinta y no se nota nada".
Juan L¨®pez de Uralde, director de Greenpeace, considera, sin embargo, que "el precedente de Aig¨¹estortes es para llevarse las manos a la cabeza. Lo primero que se ha hecho ha sido recalificar 2.000 hect¨¢reas junto al parque". Salvador Mil¨¤, consejero catal¨¢n de Medio Ambiente, asegura que "hablar de una reducci¨®n de 2.000 hect¨¢reas es falso, no s¨®lo porque nunca se ha reducido, sino porque actualmente se est¨¢n tramitando diferentes propuestas de ampliaci¨®n".
Para Luis Atienza, ministro de Agricultura cuando sali¨® la sentencia del Constitucional, y, por tanto, responsable de los parques nacionales en aquella ¨¦poca, "si un pa¨ªs tan federal como Estados Unidos tienen una red nacional, gestionada federalmente, no tiene sentido que en Espa?a no pueda haber una red nacional. Es necesario que haya una unidad b¨¢sica de gesti¨®n, una armon¨ªa de criterios. Do?ana no es s¨®lo un parque andaluz ni Caba?eros s¨®lo manchego, son nacionales. Todos los ciudadanos espa?oles tienen que contribuir a su financiamiento y tienen que participar en su gesti¨®n".
Proximidad
La gesti¨®n auton¨®mica lleva a Eduardo Mart¨ªnez de Pis¨®n, que dirige el equipo que est¨¢ elaborando el plan de la zona madrile?a para hacer parque nacional la Sierra de Guadarrama, a insistir en la necesidad de la red nacional. "No tendr¨ªa las ideas tan claras de no haber visto lo que se ha hecho en los Pirineos; por ejemplo, destrozando el valle del Espelunciecha, que est¨¢ siendo despellejado entre el Gobierno de Arag¨®n, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente e Ibercaja; si ese es el criterio, me da mucho miedo". Para el consejero catal¨¢n, sin embargo, "la gesti¨®n de un espacio natural desde una Administraci¨®n m¨¢s pr¨®xima al territorio permite tener m¨¢s informaci¨®n y conocerlo mejor en su realidad".
"No tenemos criterios tan distintos como para que la gesti¨®n no fuera homog¨¦nea", dice la consejera castellanomanchega. Para Coves, consejera andaluza, "tiene que haber tutela superior del ministerio, porque la red tiene sentido, representa los distintos ecosistemas y tiene que haber coordinaci¨®n en legislaci¨®n b¨¢sica, pero de la escasa participaci¨®n actual a la gesti¨®n exclusiva hay un abanico grande". Para Coves, no se comprende que el parque nacional y el preparque, la zona que rodea el per¨ªmetro y que es de cada comunidad, "tengan gestiones diferentes, porque la naturaleza no tienen fronteras".
Luis P¨¦rez y P¨¦rez, investigador en econom¨ªa ambiental del Gobierno de Arag¨®n, asegura que "la red nacional tiene todo el sentido, porque se trata de conservar cosas que est¨¢n en peligro y que pueden desaparecer, y para eso hace falta una visi¨®n global, no desde el prisma local. Hay que evitar los intereses pol¨ªticos y electorales del corto plazo".
El problema, para Coves, "es que el sistema actual no funciona. Pretendemos incrementar la participaci¨®n en la gesti¨®n, y queremos hacer una reflexi¨®n serena sobre este tema". Que el sistema no est¨¢ funcionando est¨¢ claro. Las autonom¨ªas acusan al Organismo Aut¨®nomo Parques Nacionales de funcionar sin consultar, pero otras voces insisten en que hay inter¨¦s en tensar las relaciones. "Hay reuniones a las que no se acude sin ninguna raz¨®n", dice una fuente pr¨®xima.
"Lo importante son los criterios pol¨ªticos de la gesti¨®n, no qui¨¦n la lleve a cabo", dice Javier Benayas, profesor de Educaci¨®n Ambiental en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. "Y desde Parques Nacionales se ha hecho una gesti¨®n de espaldas a las poblaciones". Benayas est¨¢ dirigiendo un estudio destinado a determinar qu¨¦ usos se pueden dar en los parques sin riesgos, pero explotando al m¨¢ximo las posibilidades de cada entorno. "A nadie se le ocurre cerrar El Prado porque haya cuadros muy valiosos; con medidas adecuadas de seguridad, se pueden ver, y lo mismo pasa en los parques. Y, en cuanto a la titularidad, probablemente sea mejor nacional, pero teniendo en cuenta a las autoridades auton¨®micas y locales".
Canarias, que cuenta con cuatro de los 12 parques nacionales, no renuncia tampoco a la gesti¨®n exclusiva, seg¨²n Milagros Luis Brito, viceconsejera de Medio Ambiente: "El m¨ªnimo irrenunciable es la cogesti¨®n, pero el ¨®ptimo es que la gesti¨®n directa recayera en las comunidades aut¨®nomas". Y, adem¨¢s, "con la transferencia tambi¨¦n de los fondos, que deber¨ªan distribuirse por espacio y por n¨²mero de visitantes, porque dos de los parques canarios est¨¢n entre los tres m¨¢s visitados de Espa?a".
Cogesti¨®n o autonom¨ªa, parece que las espadas est¨¢n afil¨¢ndose en las armer¨ªas. "En este asunto hay demasiada interferencia de car¨¢cter pol¨ªtico", dice Atienza, "lo deseable es perfeccionar la gesti¨®n compartida". "Hay que limitar", dice Mart¨ªnez de Pis¨®n, "la capacidad de decisi¨®n de los alcaldes, porque los parques espa?oles no son el Kilimanjaro, pero tampoco Xanad¨². No son parques tem¨¢ticos". Para Coves, "nosotros vamos a defender el territorio lo mismo que el ministerio o m¨¢s, y el sistema actual no funciona".
La ¨²ltima palabra la tendr¨¢ el Parlamento, "donde voy a defender la importancia de la red nacional con gesti¨®n estatal", dice Cristina Narbona. "Pero si se decide otra cosa, el Gobierno es el primero que debe respetar las leyes".
El ?mal? ejemplo
EL PARQUE NACIONAL de Aig¨¹estortes y Lago de San Mauricio fue creado en 1955. En 1986, el Gobierno de Gonz¨¢lez cedi¨® a las presiones de la Generalitat y en 1988 el parque nacional pas¨® a ser de gesti¨®n exclusiva catalana, pero sali¨® de la red nacional. Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez y Rosa Pradas, en su libro Los parques nacionales espa?oles, recogen unas declaraciones del primer director tras la anexi¨®n, H¨¦ctor Pipi¨® i Gilabert, quien asegura que la declaraci¨®n hab¨ªa tenido "una g¨¦nesis poco clara, quiz¨¢ inconfensable si indag¨¢semos entre las personas que promovieron la
creaci¨®n".
En 1997, el primer Gobierno de Aznar, necesitado del apoyo de los nacionalistas, permiti¨® la vuelta el redil del parque, pero, eso s¨ª, manteniendo la gesti¨®n exclusiva de la Generalitat. Ahora, como dice Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez, "la vuelta de Aig¨¹estortes hace muy dif¨ªcil sostener la nueva situaci¨®n". Eduardo Mart¨ªnez de Pis¨®n, por su parte, asegura que la situaci¨®n de este parque es "a la vez un c¨ªrculo y un cuadrado. Es nacional pero no lo es, es auton¨®mico pero no lo es". Para el consejero catal¨¢n de Medio Ambiente, "aunque la gesti¨®n del parque y su periferia corresponde a la Generalitat, en muchos casos se puede hablar de cogesti¨®n, puesto que el ministerio y el organismo Parques Nacionales est¨¢n presentes en el Patronato, en la Comisi¨®n Permanente y en una comisi¨®n paritaria de seguimiento".
Este parque es el ejemplo al que se acogen el resto de las autonom¨ªas, y, como se?ala Cristina Narbona, "hay riesgo de que se consolide ese modelo. Estamos pendientes de algunas sentencias del Tribunal Constitucional que podr¨ªan decir que no es posible que unas comunidades tengan gesti¨®n exclusiva y otras no. Hay riesgo jur¨ªdico, aunque la red estatal, con gesti¨®n nacional, tiene, a mi juicio, todo el sustento conceptual".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.