Aprueba como puedas
Casi 700.000 personas al a?o estrenan carn¨¦ de conducir tras superar ex¨¢menes plagados de teor¨ªa confusa y obsoleta
Las cifras de accidentes en las carreteras espa?olas son la pesadilla de cualquier Administraci¨®n pol¨ªtica. Cada nuevo director general de Tr¨¢fico se afana en analizar las causas del desastre para poner remedio. No hay f¨®rmula que no merezca atenci¨®n: desde nuevos radares a sanciones m¨¢s disuasorias, pero, ?no ser¨ªa ¨²til, ante el desaf¨ªo que representan 5.000 muertos al a?o, reflexionar sobre la formaci¨®n de los conductores, y sobre los ex¨¢menes que les dan acceso al preciado carn¨¦? Un somero repaso a los manuales que manejan las autoescuelas y a los cuestionarios que se usan en las pruebas te¨®ricas oficiales permite abrigar considerables dudas sobre su eficacia. ?Tiene alg¨²n sentido que los aspirantes a conductores se vean obligados a aprender las dimensiones exactas del cartel con la letra L que deber¨¢n colocar en su veh¨ªculo apenas obtengan el ansiado permiso? ?O a saber con exactitud cu¨¢ntos cent¨ªmetros puede sobresalir la carga en un cami¨®n por la parte delantera, trasera, y lateral, sin olvidar la se?alizaci¨®n que est¨¢ obligado a colocar el conductor de dicho veh¨ªculo de d¨ªa y de noche para poner este detalle en evidencia, am¨¦n de las dimensiones exactas de los paneles de se?alizaci¨®n traseros?
El conductor debe saber los cent¨ªmetros que puede sobresalir la carga en un cami¨®n
"Hay escasez de examinadores, que son un peque?o grupo de presi¨®n", dice B¨¢ez
Los profesores de autoescuelas son los primeros en reconocer que las materias estudiadas son, a menudo, absurdas, cuando no obsoletas, pero nadie parece inmutarse por ello. "Lo que ocurre es que la maquinaria del Estado es muy dif¨ªcil de cambiar. Las normas tardan mucho en adaptarse a las necesidades de la calle", explica Jos¨¦ Miguel B¨¢ez, presidente de la Confederaci¨®n de Autoescuelas de Espa?a. "Hemos hecho una gran presi¨®n para que poco a poco se vayan modernizando. Se han incluido algunos aspectos de seguridad vial importantes, como los reposacabezas y el cintur¨®n de seguridad".
Pero todo se estrella contra la precariedad de la situaci¨®n. Falta end¨¦mica de funcionarios examinadores -poco m¨¢s de 500-, que, precisa B¨¢ez, son a la vez "un peque?o grupo de presi¨®n que controla tambi¨¦n los cuestionarios y la normativa". ?Qu¨¦ opina al respecto la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico? Habr¨¢ que esperar a septiembre para saberlo, porque en agosto no hay ex¨¢menes y los responsables de este sector est¨¢n de vacaciones, seg¨²n la oficina de prensa.
Y, sin embargo, este apartado supone una fuente de ingresos nada despreciable para la Administraci¨®n p¨²blica. S¨®lo en 2003 se expidieron 923.033 nuevos permisos y licencias de conducir en toda Espa?a. De ellos, 664.720 fueron carn¨¦s de tipo B, la m¨¢s com¨²n de las autorizaciones administrativas porque es la que permite conducir un turismo. La tasa obligatoria para presentarse a examen oscila en este caso entre 73,6 y 81,80 euros, y da derecho a s¨®lo tres ex¨¢menes.
Seg¨²n las autoescuelas, s¨®lo entre el 50% y el 60% de los aspirantes aprueba a la primera; el resto debe probar suerte una y otra vez, previo pago de nuevas tasas a partir del cuarto intento. Al calor de esta situaci¨®n ha florecido el negocio de las 8.200 autoescuelas espa?olas. Un curso exitoso costar¨¢ (sumadas la matr¨ªcula, tasas y el coste de las clases pr¨¢cticas) dif¨ªcilmente menos de 700 euros. Pero lo normal es que la cifra se dispare.
Tan reglamentada ense?anza, que se adapta como un guante al sistema de examen, no parece haber tenido gran impacto en la seguridad vial de nuestro pa¨ªs, a tenor de lo que revelan las estad¨ªsticas de accidentes. Y no, precisamente, por falta de normas. Al contrario, la minuciosidad con que se contempla esta infinita panoplia de reglamentos y regulaciones y el estilo confuso con el que se presentan las cuestiones convierte el examen te¨®rico en una especie de oposici¨®n. Sentado en su pupitre ante los folios del test, el aspirante se encontrar¨¢ preguntas como ¨¦sta:
"?Cu¨¢l es la velocidad m¨ªnima a la que est¨¢ permitido circular, sin causa justificada, a un veh¨ªculo mixto adaptable por una calzada fuera de poblado que tenga dos carriles para cada sentido de la circulaci¨®n?". A veces, las preguntas abordan cuestiones esenciales como las reglas a respetar en los adelantamientos. Pero, incluso en estos casos, la respuesta correcta puede ser sorprendente. Para muestra un bot¨®n. Leamos otra de las preguntas que figuran en los cuestionarios:
"En una v¨ªa con doble sentido de circulaci¨®n, ?le est¨¢ permitido adelantar al veh¨ªculo que circula delante de usted si ¨¦ste, a su vez, est¨¢ adelantando a otro veh¨ªculo?". Guiado por el sentido com¨²n, el alumno puede tener la tentaci¨®n de dar por buena la opci¨®n b. "No, porque debo respetar la preferencia del conductor que ha iniciado la maniobra de adelantamiento". Craso error. La respuesta correcta es la c, que dice lo siguiente: "S¨ª, siempre que al realizar la maniobra no invada la parte de la calzada reservada al sentido contrario". Una operaci¨®n imposible en esa v¨ªa de doble sentido de circulaci¨®n que menciona la propia pregunta, a menos que tenga m¨¢s de un carril por sentido. ?Por qu¨¦ no preguntarlo claramente?
Porque el examen te¨®rico es un universo propio del que, apuntan los profesores de autoescuela m¨¢s veteranos, "est¨¢ ausente la l¨®gica con demasiada frecuencia". Y, sobre todo, presenta un exceso de reglamentaci¨®n y de variables. De tal forma que lo esencial -velocidades, distancias entre veh¨ªculos, adelantamientos- se pierde en el prolijo listado de temas que van desde los conocimientos de mec¨¢nica -incluido el funcionamiento del carburador, un artilugio que no figura desde hace tiempo en los nuevos modelos de coche- hasta el relato minucioso de prioridades de paso en casos de estrechamiento de calzada. Por no hablar de la obsesi¨®n de los reguladores por los veh¨ªculos de tracci¨®n animal, m¨¢s presentes en los cuestionarios que en las carreteras del pa¨ªs.
Puede que detr¨¢s de este abuso absoluto de normativa se esconda un problema de diferenciaci¨®n de permisos, porque, quiz¨¢ usted ya lo haya olvidado, su carn¨¦ de clase B le permite conducir no s¨®lo el vulgar y mayoritario turismo sino camiones, veh¨ªculos con remolque o tractores agr¨ªcolas, dependiendo de su peso y velocidades en algunos casos, adem¨¢s de veh¨ªculos de tres ruedas y... cuatriciclos.
A la complejidad actual se ha llegado pese a las sucesivas revisiones y modernizaciones realizadas por Tr¨¢fico. La ¨²ltima, que entrar¨¢ en vigor en octubre pr¨®ximo, emana de una directiva europea y modificar¨¢, entre otras cosas, cuestiones relacionadas con la mec¨¢nica del autom¨®vil (para adaptarla a nuestro tiempo) y con la distribuci¨®n de carn¨¦s. Pero, desgraciadamente, es poco probable que afecte a la filosof¨ªa y a la redacci¨®n de los test, o que imponga el necesario orden en el panorama ca¨®tico de las reglamentaciones de Tr¨¢fico. "Sobre todo porque lo que nos sobran son reglamentaciones. El mayor problema que tenemos es la gran dispersi¨®n de normas que, adem¨¢s, se modifican continuamente, lo que no contribuye a que la gente se aclare con ellas", opina Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Quijano, jurista del Comisariado Europeo del Autom¨®vil, una entidad privada que presta servicio a sus socios automovilistas. "Por ejemplo", a?ade, "se hablaba de que con tres infracciones muy graves pod¨ªa abr¨ªrsele a un conductor un expediente de revocaci¨®n del carn¨¦, pero, antes de que la gente se entere de esto, ya hay rumores de que el a?o pr¨®ximo se va a instaurar lo del carn¨¦ por puntos, que da al traste con todo lo anterior".
El juicio de este abogado, acostumbrado a tratar con conductores infractores y con compa?¨ªas aseguradoras, sobre los automovilistas espa?oles no es demasiado halag¨¹e?o. "La sociedad no est¨¢ concienciada. No se da cuenta de lo que representa conducir un veh¨ªculo. Creo que estamos por debajo de la media europea", dice. Dif¨ªcilmente, en estas circunstancias, podr¨¢ alcanzar Espa?a el objetivo del Libro Blanco sobre seguridad vial aprobado por Bruselas, que se ha fijado la reducci¨®n de las muertes de tr¨¢fico en un 50% de aqu¨ª al 2010.
Pero si los conductores j¨®venes (y los maduros) no son conscientes de lo que representa ponerse a los mandos de una m¨¢quina mort¨ªfera que alcanza f¨¢cilmente los 150 kil¨®metros por hora, la culpa no es, seg¨²n Mart¨ªn Quijano, de la prueba te¨®rica. "Creo que es peor la prueba pr¨¢ctica. Al menos con la normativa que entrar¨¢ en vigor en octubre se fija un plazo de tiempo m¨¢s largo a esta parte del examen", puntualiza. Lo importante es que teor¨ªa y pr¨¢ctica se ajusten a las situaciones reales del tr¨¢fico, y lo hagan en un lenguaje directo, claro y preciso. Todo menos atiborrarle al alumno con reglamentaciones insignificantes que no entiende, y olvida nada m¨¢s obtener el carn¨¦. "Porque si no, es como cuando te ponen se?ales que no tienen sentido", sentencia B¨¢ez, "que no se respetan".
Perlas reglamentarias
?stos son algunos ejemplos de lo que se puede encontrar en los test oficiales de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico.
- Como norma general, los catadi¨®ptricos laterales que pueden llevar los veh¨ªculos autom¨®viles ser¨¢n...
a) De color rojo y forma triangular.
b) De color amarillo auto y forma no triangular.
c) De color amarillo auto y forma triangular.
(La respuesta es la b).
- Para conducir un conjunto formado por un turismo que tiene una tara de 1.000 kilogramos y una MMA de 2.500 kilogramos y un remolque no ligero de 1.000 kilogramos de MMA, ?qu¨¦ permiso necesita, al menos?
a) El que autoriza a conducir turismos, sin complementar con el de la clase E.
b) El que autoriza a conducir turismos complementado con el de la clase E, porque el remolque excede los 750 kilogramos de MMA.
c) El que autoriza a conducir camiones, complementado con el de la clase E.
(La respuesta correcta es la a).
- ?Est¨¢ permitido que un veh¨ªculo de tres ruedas pueda arrastrar un remolque?
a) S¨ª, siempre que se cumplan todos los requisitos reglamentarios y entre ellos no transportar, en ning¨²n caso, personas en el veh¨ªculo remolcado.
b) No, porque est¨¢ prohibido.
c) S¨®lo en el caso de que el veh¨ªculo de tres ruedas con remolque circule por v¨ªas urbanas y a una velocidad m¨¢xima de 20 kil¨®metros por hora.
(La respuesta correcta es la a).
- En caso de accidente de circulaci¨®n, ?debe darse de beber a los heridos graves?
a) S¨ª, siempre que el herido presente quemaduras graves.
b) No, en ning¨²n caso.
c) No, como normal general.
(En este caso, el test se presta a confusi¨®n, porque se aconseja dar de beber a los heridos con quemaduras graves, pero s¨®lo da por correcta la respuesta c).
- Un veh¨ªculo llevar¨¢ encendida la luz del g¨¢libo cuando mida...
a) Dos o m¨¢s metros de ancho y seis o m¨¢s metros de largo.
b) M¨¢s de 2,10 de ancho.
c) M¨¢s de cuatro metros de alto.
(Por si ha olvidado lo que es el g¨¢libo la respuesta correcta es la b).
- Con el permiso de la clase B, ?le est¨¢ permitido conducir un tractor agr¨ªcola con remolque si transporta nueve personas incluido el conductor?
a) No.
b) S¨ª.
(Aunque seguramente no se lo imaginaba, la correcta es la b).
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