Encierros por goteo
4.000 personas presenciaron la segunda suelta de reses en Pinto, marcada por la mansedumbre y pereza de los astados
Dan las ocho de la ma?ana en Pinto. El primero de los tres toros que van a salir en la segunda jornada de encierros de esta localidad sure?a se resiste a dejar el chiquero, en este caso, un cami¨®n. En la calle, unas 4.000 personas esperan impacientes ver correr a los astados detr¨¢s de m¨¢s de una centena de mozos. Pero el astado se hace el remol¨®n.
Tiene que pasar hasta media hora para que la res encare el recorrido de 350 metros -id¨¦ntico al del a?o pasado- que separa la calle de Asturias de la plaza de toros port¨¢til, instalada al final de la calle de la Hispanidad.
De esta forma tan at¨ªpica comenz¨® la segunda jornada de encierros en Pinto, calificada por los all¨ª congregados como "la eterna": se extendi¨® durante m¨¢s de una hora, cuando el tiempo medio suele oscilar entre 20 y 30 minutos. Y es que en Pinto los encierros se hacen de forma progresiva, casi por goteo. Cada uno de los tres astados que participan cada d¨ªa en el festejo realiza el recorrido con la ¨²nica compa?¨ªa de tres cabestros, que lo escoltan hasta la plaza, y, por supuesto, de los mozos, que cada vez m¨¢s demuestran su velocidad punta.
De esta forma, cada toro -con un peso desigual que oscila entre los 400 y los 600 kilos- es el protagonista del encierro durante los diez o quince minutos que transcurren desde que salen hasta que se encierran.
Las reses de ayer fueron, seg¨²n los mozos asistentes, "flojas" y "no dieron ning¨²n juego". Tampoco lo dieron en la posterior capea que se celebra en la plaza. S¨®lo uno de los toros sali¨® al ruedo para ser recortado por los mozos. Lo que s¨ª result¨® atractivo para el p¨²blico, sobre todo para los intr¨¦pidos j¨®venes, fueron las dos vaquillas que tambi¨¦n hicieron acto de presencia. ?stas no causaban tanto respeto y fueron varios los valientes que se lanzaron a darles algunos capotazos, para, a cambio, recibir alg¨²n revolc¨®n sin importancia.
En el transcurso del encierro no se produjo ning¨²n percance de consideraci¨®n, a pesar de que se increment¨® la afluencia de aficionados a correr delante de un toro. Llegaron bastantes mozos de localidades pr¨®ximas como Fuenlabrada y Parla.
"El recorrido es muy seguro, tiene seis puertas de emergencia por si hiciera falta que accediera alguna ambulancia", explica un portavoz municipal, quien a?ade que para evitar incidentes, la polic¨ªa supervisa la edad y el estado (sobre todo et¨ªlico) de los corredores antes de que salga el primer astado.
El relevo en esta pasi¨®n madrile?a por los encierros lo toma Legan¨¦s. Desde el lunes hasta el mi¨¦rcoles (a las ocho de la ma?ana), las reses tomar¨¢n a diario las calles, desde la de Villaverde hasta la plaza de toros de La Cubierta, pasando previamente por la curvada calle de La Margarita.
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