Gr¨¤cia vuelve a vibrar con su fiesta
Dinosaurios en la calle de Verdi. Osos polares en la de la Llibertat, y compromiso social en la de Igualada
Sin pausa. La fiesta mayor de Gr¨¤cia ya est¨¢ en marcha. El jolgorio arrancaba ayer luciendo con orgullo sus tradicionales se?as de identidad: calles engalanadas y actuaciones pachangueras en los numerosos escenarios esparcidos por todo el barrio barcelon¨¦s.
Como siempre, la afluencia fue masiva. Los festejos comenzaron por la ma?ana con sardanas y actividades l¨²dicas dirigidas a los ni?os. Tempranamente, los curiosos acudieron a ver los ornamentos. Los vecinos todav¨ªa estaban dando los ¨²ltimos retoques tras una larga noche de trabajo para que todo estuviera a punto. No importaba. Las poses para quedar bien en la foto se ve¨ªan a cada paso.
Fue por la tarde cuando la barriada mostr¨® todo su esplendor festivo. El plano en el que se indicaba la ubicaci¨®n de las calles adornadas era imprescindible para no perderse ni una. Como en cada edici¨®n, se repitieron las caras de asombro: "?Pero c¨®mo lo hacen?", se preguntaba una pareja ante la espectacularidad de la decoraci¨®n de un tramo de la calle de Verdi en el que se reproduc¨ªa un paisaje prehist¨®rico lleno de dinosaurios. Un poco m¨¢s arriba, dos enormes figuras de cocineros recib¨ªan a los asistentes. "Precioso, precioso, precioso", repet¨ªa una entusiasta espectadora. Igl¨²s y osos polares poblaban el decorado de la calle de la Llibertat, algo alejada del centro de la parranda. Por eso, los vecinos colgaron un cartel en la portalada de entrada en el que se le¨ªa: "El polo sur tambi¨¦n existe". Botellas de lej¨ªa, cartones de leche o flores de papel. Cualquier cosa sirve en Gr¨¤cia para recrear escenarios dispares: bosques, ciudades en miniatura o castillos medievales.
Ganas de pasarlo bien hab¨ªa de sobras. Eso s¨ª, los anfitriones no quitaban ojo a los asistentes. Muchos se empecinaban en tocar las decoraciones sin atender a los avisos colocados en lugares bien visibles de las calles. "Nos gusta mucho que vengan a vernos, pero pedimos que tengan cuidado con la decoraci¨®n. Nos cuesta mucho trabajo acabarla", explicaba una vecina.
Por la noche, la m¨²sica no se hizo esperar. Los mayores bailaban agarrao con las pegadizas canciones de las orquestas. Por el contrario, los j¨®venes se concentraban en los conciertos de rock que empezaron por la tarde en la plaza del Diamant, uno de los principales escenarios de la programaci¨®n alternativa.
De nuevo, Gr¨¤cia no dej¨® de lado su preocupaci¨®n por los temas sociales de actualidad. Esta edici¨®n de la fiesta mayor est¨¢ dedicada a luchar contra la violencia dom¨¦stica. En la calle de Igualada, los organizadores de los festejos han desplegado un tendedero de la esperanza, en el que los visitantes pueden colgar sus deseos por un futuro sin agresiones. El tendedero ya estaba lleno por la tarde: "Trabajos en casa para todos" y "si te pega, no te quiere" eran algunos de los mensajes que se pod¨ªan leer en ¨¦l.
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