Tiburones y leopardos

El australiano Ian Thorpe luce un ajustado mono que, cual segunda piel, cubre su monumental anatom¨ªa del cuello a los tobillos. Es un atentado contra el espect¨¢culo, ya que buena parte del inter¨¦s de la nataci¨®n radica en contemplar los cuerpos serranos. Thorpe no es el ¨²nico en rendirse a este nuevo credo. Los gur¨²s de la tecnolog¨ªa les han convencido de que as¨ª nadan m¨¢s deprisa y eso, sumado a los intereses comerciales, ha generado una epidemia de disfraces. Para dar solidez cient¨ªfica al asunto, se compara el material de este revolucionario ba?ador con la piel del tibur¨®n y se destacan la compresi¨®n muscular y la eliminaci¨®n de la vibraci¨®n de la piel, que, por lo visto, aumentan la facilidad de penetraci¨®n en el agua. El ¨¦xito ha superado a la propia empresa hasta el punto de que algunos tiburones estudian la posibilidad de ponerse ba?ador de piel de tibur¨®n.

En el atletismo esta moda alcanza niveles alarmantes. Algunos velocistas, para completar su estrafalario aspecto, lucen unas gafas de traficante de armas macarrilla de Miami Vice destinadas, supongo, a intimidar a los rivales y a parecer m¨¢s fieros de lo que son. Oficialmente, el argumento es otro: se elogia el material con el que est¨¢n hechas, una sofisticada mezcla de fibra de carbono y titanio. Los velocistas tambi¨¦n llevan traje futurista, aunque, en su caso, se inspiran en el guepardo y no en el tibur¨®n y consiguen una segunda piel con costuras estrat¨¦gicamente situadas para potenciar el aeorodinamismo. Estas innovaciones est¨¢n avaladas por sesudas estad¨ªsticas y generan datos tan opinables como que, en Sidney, el 83% de las medallas fue conseguido por nadadores que llevaban ba?ador de piel de tibur¨®n. Humildemente, pregunto: si los nadadores hab¨ªan llegado a Sidney y eran los mejores, ?no habr¨ªan ganado igual vestidos de lagarterana?

Por experiencia, s¨¦ que no es bueno dar la espalda a las innovaciones y que lo que hoy parece una herej¨ªa acaba siendo un dogma de fe. As¨ª pues, consult¨¦ a mis amigos expertos en disfraces y uno me proporcion¨® una hip¨®tesis interesante. Sostiene que estos ba?adores y monos de velocista presionan mucho el cuerpo y, concretamente, la zona genital. Esta presi¨®n, a?adida a la que ya de por s¨ª ejerce la vida, le da al atleta un plus de velocidad, producido en este caso por la propia incomodidad de la prenda. Cuando le pregunto si existen antecedentes de presi¨®n testicular para mejorar el rendimiento profesional, mi amigo es categ¨®rico: los Bee Gees. Los grandes ¨¦xitos de este grupo fueron cuando sus miembros, con perd¨®n, empezaron a ponerse pantalones dos tallas menores de las que les correspond¨ªan. Si no me creen, pr¨²ebenlo: p¨®nganse unos pantalones muy pero que muy ajustados y ver¨¢n c¨®mo corren. O, en su defecto, c¨®mo cantan.