Duelo de titanes
Silvio Berlusconi es como uno de esos escolares que se pasan el recreo apuntando en los lavabos "tonto el que lo lea". Entre sus enemigos se cuentan los sindicatos, los jueces, la prensa independiente y los progresistas de toda Europa. Entre sus amigos, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Desde luego, nuestro ex presidente se juntaba con lo mejor de cada casa.
-?Pasa, pasa, pasa, Jos¨¦ Luis, pasa, pasa, pasa, ja ja ja ja!
Es de esos tipos que te invitan a pasar a su despacho y de repente se?alan al suelo gritando: "?Cuidado, una piel de pl¨¢tano!". Cuando baj¨¦ la mirada, su dedo ¨ªndice me golpe¨® la nariz.
-Ja ja ja ja ja. Amigos, amigos. Somos amigos, Jos¨¦ Luis. Grandes amigos. Mira, huele, mira qu¨¦ flor. Ja ja ja ja ja, perdona el remoj¨®n, amigo. Ja ja ja.
Mi misi¨®n en aquel primer contacto era conseguir el apoyo de Silvio para desbloquear la Constituci¨®n europea en la inminente reuni¨®n de l¨ªderes europeos, valga la contradicci¨®n en sus t¨¦rminos, como dir¨ªa Felipe. Mi temor era grande. A¨²n dir¨ªa m¨¢s: era profundamente grande. Decid¨ª actuar con sus propias armas. No en vano me llaman Sonrisas ZP.
-Ja ja ja ja -dije, de pronto.
-Ja ja ja ja -respondi¨®, dir¨ªa que sorprendido.
-Ja j¨¢ ja -insist¨ª y a¨²n-: ja ja ja ja, ja ja.
-Ja ja ja ja ja ja ja -remach¨®.
Aquello era un duelo de titanes. Hab¨ªa que romper por alg¨²n lado, y decid¨ª atacar:
-Y hablando de todo un poco, ?qu¨¦ quieres a cambio de tu apoyo en la cumbre europea?
-Ahora te entiendo. La firma de la Constituci¨®n ser¨¢ en Roma, a partir de ahora no recordar¨¢s jam¨¢s en p¨²blico que yo apoy¨¦ la guerra de Irak, y cada vez que haya una denuncia sobre el control de los medios en Italia mirar¨¢s para otro lado. Silbar es opcional.
-Hecho.
-No te sorprenda mi franqueza. Muchos me creen un personaje rid¨ªculo, pero me he dedicado durante a?os a las finanzas, y ahora soy el ¨²nico l¨ªder pol¨ªtico de Europa que controla la televisi¨®n y el f¨²tbol.
-S¨®lo te falta -brome¨¦- controlar el crimen organizado.
-No tengo tiempo para asuntos menores -brome¨® ¨¦l a su vez. Supongo que bromeaba.
-?Y alguien de mi partido te pone como ejemplo negativo?
-?De tu partido? ?Claro que s¨ª! Yo creo en la libertad de expresi¨®n y, adem¨¢s, eso es pol¨ªtica. Francamente, ?a qui¨¦n le interesa la pol¨ªtica?
-A m¨ª s¨ª me interesa. Yo soy un nuevo tipo de l¨ªder, ?sabes? M¨¢s humano, c¨¢lido y que transmite credibilidad para...
-Me alegro por ti. ?Algo m¨¢s? ?No? Fenomenal. Hasta la pr¨®xima, vuelve cuando quieras. Si tus hijas necesitan un yate, un cochazo, un marido, un banco o una empresa, ya sabes d¨®nde tienes un amigo, ja ja ja ja.
El encuentro con Silvio Berlusconi me permiti¨® extraer una profunda conclusi¨®n sobre las bases que sustentan las relaciones internacionales. Hay una regla de oro: t¨² me das cremita, yo te doy cremita.
-?Presidente! -me interrumpe Moratinos-. ?Puedo hablar contigo un momento?
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