El divorcio pactado se resolver¨¢ en dos meses, y el contencioso, en seis

Divorciarse ser¨¢ m¨¢s r¨¢pido. El anteproyecto de ley que ultima el Ministerio de Justicia para enviarlo al Gobierno en septiembre prev¨¦ suprimir la separaci¨®n como paso obligatorio para el divorcio y agilizar ¨¦ste. Con esta reforma, la disoluci¨®n matrimonial por mutuo acuerdo tardar¨¢ menos de dos meses, y la contenciosa, menos de seis, seg¨²n el secretario de Estado de Justicia, Luis L¨®pez Guerra. Ahora hay que esperar un a?o como m¨ªnimo. Esta reforma aliviar¨¢ el trabajo de los juzgados, que el a?o pasado recibieron 126.742 demandas de separaci¨®n y divorcio, un 32,8% m¨¢s que en 2000. En ese lapso las bodas se redujeron un 3%. En 2003 se celebraron 210.155 matrimonios.

S¨®lo a falta de los ¨²ltimos retoques. El Ministerio de Justicia prev¨¦ llevar en septiembre al Consejo de Ministros el anteproyecto de ley que reformar¨¢ el C¨®digo Civil en materia de divorcio. Una de las principales novedades de la reforma estriba en que la separaci¨®n "dejar¨¢ de ser obligatoria como paso previo al divorcio", explica el secretario de Estado de Justicia, Luis L¨®pez Guerra. No obstante, se mantendr¨¢ la separaci¨®n (¨²nica ruptura admitida por la Iglesia cat¨®lica) para los c¨®nyuges que opten por ella en lugar de divorciarse.

El hecho de que la separaci¨®n deje de ser un paso preceptivo para lograr el divorcio agilizar¨¢ de entrada el proceso de disoluci¨®n del matrimonio y aliviar¨¢ la carga de trabajo de los tribunales. El a?o pasado recibieron 79.423 demandas de separaci¨®n (el 67,6% por muto acuerdo) y 47.319 de divorcio (el 59,5%, consensuadas), seg¨²n el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Esta derogaci¨®n era una demanda antigua. La Asociaci¨®n Espa?ola de Abogados de Familia la pidi¨® ya en 2001. Argument¨®, entre otras cosas, que as¨ª se reducir¨ªan "las posibilidades de pelear", ya que los c¨®nyuges abordar¨ªan un s¨®lo proceso, en lugar de dos.

Seg¨²n la normativa actual, que el PP rechaz¨® cambiar en su etapa de gobierno, para poder separarse de mutuo acuerdo debe haber transcurrido al menos un a?o desde la boda. En caso de no haber consenso entre los c¨®nyuges, el que quiera separarse debe alegar una causa, como la infidelidad, el alcoholismo o el cese de la convivencia libremente consentido durante seis meses. En algunos casos existen plazos y en otros, no (art¨ªculo 82 del C¨®digo Civil). La reforma que prepara el Gobierno suprimir¨¢ la obligaci¨®n de esperar un plazo para iniciar el proceso de ruptura, detalla L¨®pez Guerra.

Ahora, con la ley vigente, una vez obtenida la separaci¨®n, quien desea divorciarse debe proseguir camino y alegar motivos en su demanda. El primero que recoge la normativa es "el cese efectivo de la convivencia conyugal" durante al menos un a?o ininterrumpido desde que se present¨® la demanda de separaci¨®n.

Cuando est¨¦ aprobada la reforma, las parejas podr¨¢n acudir directamente al divorcio y podr¨¢n hacerlo, como ahora, de dos maneras: por mutuo acuerdo (f¨®rmula en alza) o de forma contenciosa. En el primer caso, que obliga a los c¨®nyuges a pactar un convenio regulador, podr¨ªan obtener la disoluci¨®n de su matrimonio en un plazo m¨¢ximo de dos meses desde la presentaci¨®n de la demanda, seg¨²n L¨®pez Guerra.

La reforma de Justicia prev¨¦ "reducir al m¨¢ximo o eliminar" la necesidad de que se aduzcan causas (como el cese de la convivencia, la infidelidad o el alcoholismo) para pedir la disoluci¨®n matrimonial. "Indudablemente, no se puede obligar a estar casado a quien no quiere estarlo, ni establecer culpabilidad cuando no hay consenso para romper la uni¨®n", apunta el secretario de Estado. Calcula que los tribunales resolver¨¢n los divorcios contenciosos "en menos de seis meses desde que se presente la demanda".

En Justicia apuntan que, a medio plazo, las rupturas por mutuo acuerdo podr¨¢n resolverse en un juicio r¨¢pido. El a?o que viene comenzar¨¢n, de forma experimental, los juicios r¨¢pidos de casos civiles (incluidos temas de familia).

23 a?os despu¨¦s

?ste ser¨¢ el primer gran cambio en la normativa del divorcio desde que en 1981 se legaliz¨® de nuevo la disoluci¨®n matrimonial, prohibida durante la dictadura. Fue esa una ley que dividi¨® profundamente al entonces partido en el Gobierno, la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) entre su ala socialdem¨®crata, encabezada por el entonces ministro de Justicia, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, y la democristiana, encabezada por ?scar Alzaga.

Esta ley de divorcio, que la izquierda acept¨® sin entusiasmo, refleja en su articulado las tensiones que vivi¨® su tramitaci¨®n, en forma de cautelas que han alargado innecesariamente los procedimientos de ruptura matrimonial.