Volar sobre el agua

Treinta y dos a?os despu¨¦s, un nadador trata de emular los resultados de Mark Spitz. El tiempo ha pasado. Pero la observaci¨®n detallada de la t¨¦cnica del estilo mariposa de Michael Phelps no ha evolucionado tanto como la mejora en los 200 metros: 6,77 segundos menos. Las fases propulsivas y la ondulaci¨®n de los cuerpos de Spitz y Phelps son muy parecidas a pesar de las diferencias de talla: 1,80 y 1,93 metros respectivamente. A igual t¨¦cnica, la mayor estatura y envergadura siempre van a suponer m¨¢s velocidad. Las ventajas son cuantitativamente muy importantes; un cuerpo m¨¢s largo ofrecer menos resistencia relativa y unas palancas m¨¢s largas producen m¨¢s impulso. Todo ello ayuda a Phelps en relaci¨®n a Spitz. Sus sorprendentes datos fisiol¨®gicos, como las reducidas concentraciones de lactato en esfuerzos anaer¨®bicos, le facilitan las cosas.

Algunos detalles ayudan a diferenciar a Phelps de los dem¨¢s. En la salida se desplaza 13,5 metros por debajo del agua. Tras los virajes vuelve a hacer lo mismo durante l8 metros. Esta t¨¦cnica le ayuda a ir sacando d¨¦cimas de segundo. La respiraci¨®n frontal es realizada justo al nivel del agua, con el recobro a¨¦reo de los brazos paralelo a la superficie y a la altura de los hombros. Estos aspectos, unidos a la posici¨®n horizontal del cuerpo y la correcta coordinaci¨®n de los dos batidos realizados por las piernas con la propulsi¨®n de los brazos, hacen que, de momento, sea el ¨²nico capaz de bajar 1,54 segundos en 200 mariposa.

A pesar de todo, su medalla de oro nos ha sabido a poco al no estar acompa?ada de un r¨¦cord mundial. La historia se repite: Iam Thorpe pag¨® cara su osad¨ªa de tratar de batir records en las semifinales de Sidney y cuando lleg¨® a la final de los 200 libres fue batido por Van den Hoogenband. Ayer no le ocurri¨® esto a Phelps en la final, pero sus pases por debajo del record en los 50 y los 100 no se mantuvieron en los 150, donde su ritmo se quebr¨® de forma sorprendente. ?ste es el momento en el que se nota la acumulaci¨®n de pruebas. La situaci¨®n empeor¨® tras el viraje y algunos rivales se pusieron a su altura faltando 40 metros. Esta situaci¨®n le espole¨® y, m¨¢s por rabia que por capacidad, consigui¨® cambiar de ritmo.

Ra¨²l Arellano es profesor titular de la Universidad de Granada.