El PSOE plantea al PP suprimir las ayudas de las empresas y los donativos an¨®nimos
La vicepresidenta Fern¨¢ndez de la Vega estudia el borrador elaborado por su grupo parlamentario
El PSOE ya tiene una propuesta por escrito para plantearle al PP en septiembre la reforma de la ley de financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos. El dinero vendr¨ªa en su mayor parte de las aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado, aunque los partidos podr¨ªan recibir aportaciones de personas f¨ªsicas si no superan los 60.000 euros al a?o. Las empresas no podr¨ªan entregar dinero a los partidos, y todas las donaciones tendr¨ªan nombres y apellidos, es decir, desaparecer¨ªan las aportaciones an¨®nimas. ?stos son los principios generales que inspiran el borrador de la ley que el Grupo Socialista tiene en cartera. La transparencia en las cuentas y el consenso son las bases con las que el Gobierno quiere afrontar esta reforma. El Tribunal de Cuentas viene denunciando a?o tras a?o el descontrol a que se presta la actual legislaci¨®n, que rige desde 1987.
Sobre la mesa de la vicepresidenta primera del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, por un lado, y del secretario de Organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, reposa un borrador de ley, con veinte art¨ªculos, sobre la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos. El autor es el diputado extreme?o y portavoz adjunto del Grupo Socialista, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, que tiene en su curr¨ªculum muchos meses de trabajo intentado negociar un cambio de esta ley. La ¨²ltima vez fue en 1999. Desde entonces, silencio. El PSOE se present¨® a las elecciones de marzo con el compromiso de hacer una ley "m¨¢s transparente" y encarg¨® a Marug¨¢n que empezara su redacci¨®n. La termin¨® a primeros de este mes. El PSOE est¨¢ dispuesto a negociarla con el PP tras las vacaciones.
La ley tiene tres bloques: R¨¦gimen de subvenciones ( Presupuestos Generales del Estado ), R¨¦gimen de Donaciones (s¨®lo personas f¨ªsicas, no empresas); y control por el Tribunal de Cuentas. Este texto, de salir adelante, remitir¨ªa a la Ley Electoral General para detallar las subvenciones para las campa?as electorales, ya que en la primera s¨®lo se trata de la financiaci¨®n ordinaria. Tambi¨¦n se remitir¨ªa a la ley reguladora de los referendos para referirse a la financiaci¨®n p¨²blica que el Gobierno quiere introducir en este tipo de consultas, y a la que el PP, de entrada, se opone.
Los problemas que pueden darse para el acuerdo entre partidos derivar¨¢n de dos aspectos. Por un lado, el PSOE pretende limitar mucho la financiaci¨®n privada pero, adem¨¢s, la que exista debe ser conocida y, por tanto, se eliminar¨ªan las donaciones an¨®nimas que ahora s¨ª permite la ley. Ese anonimato permite, seg¨²n Fern¨¢ndez Marug¨¢n, que una misma persona pueda dar una y otra vez la cantidad m¨¢xima que marca la ley, que est¨¢ en 60.000 euros por persona y a?o.
La causa formal de ruptura de la negociaci¨®n en 1999 fue la negativa de los partidos -m¨¢s el PNV, en menor medida CiU, y algo el PP- de eliminar ese anonimato. Entre 1992 y 2001 el PP recibi¨® 20,4 millones de euros en donativos, en su mayor¨ªa an¨®nimos, diez veces m¨¢s que el PSOE, que recibi¨® dos millones, seg¨²n datos del Tribunal de Cuentas. CiU y el PNV recibieron 20,8 y 15,6 millones de euros, respectivamente.
Izquierda Unida defiende la financiaci¨®n p¨²blica en exclusiva ya que su experiencia indica que las donaciones que recibe son pr¨¢cticamente inexistentes. Ahora el PSOE estar¨ªa dispuesto a aceptar donaciones de personas f¨ªsicas con una cantidad a negociar, que podr¨ªa ser los 60.000 euros anuales pero con nombres y apellidos del donante.
En el PSOE se asegura que lo normal es que sus donantes no superen los 3.000 euros, pero est¨¢ dispuesto a que la cifra sea muy superior por si en otras fuerzas pol¨ªticas sus potenciales donantes tienen una capacidad adquisitiva alta. Por tanto, las donaciones ser¨ªan nominativas y deber¨ªan registrarse en una cuenta corriente espec¨ªfica, con recibo incluido, como si se tratara de una ONG. Siempre ser¨¢n personas f¨ªsicas y nunca jur¨ªdicas o empresas. Este principio lo van a defender el PSOE y el resto de los partidos de la izquierda y puede ser otro motivo de conflicto.
Si los partidos pol¨ªticos se pusieran de acuerdo en cambiar la ley y hacerla m¨¢s transparente, no har¨ªan nada extraordinario a los ojos del Tribunal de Cuentas, que a?o tras a?o pide el cambio de la ley para evitar donaciones opacas que est¨¢n prohibidas, por ejemplo, en Francia, Italia, Alemania y Reino Unido. Los t¨¦cnicos del Tribunal de Cuentas precisan que las donaciones electorales, es decir, distintas a las que se dan en periodos ordinarios, son insignificantes, ya que ¨¦stas s¨ª requieren la identificaci¨®n del donante.
Hasta ahora los partidos se han tirado los trastos a la cabeza cuando se ha propuesto acabar con las donaciones an¨®nimas. El m¨¦todo de debate que propondr¨¢ el PSOE a la vuelta de las vacaciones ser¨¢ pedir a cada grupo parlamentario que presente su texto a trav¨¦s de una proposici¨®n de ley y que todas se discutan en el Pleno del Congreso, al menos para tomarlas en consideraci¨®n. Los socialistas tienen inter¨¦s en que cada grupo, desde la tribuna de la C¨¢mara, diga a las claras cu¨¢l es su modelo; sobre todo si quiere o no financiaci¨®n privada, de empresas o de personas f¨ªsicas y el car¨¢cter secreto o no de las donaciones. A partir de ah¨ª, con todas las proposiciones aceptadas, se trabajar¨ªa en comisi¨®n y empezar¨ªa el trabajo de aunar posiciones ya en la Comisi¨®n Constitucional, que es donde corresponde estudiar esa ley.
En 1999 el debate lo llevaron el propio Fern¨¢ndez Marug¨¢n, en nombre del PSOE; Jaime Ignacio del Burgo, por el PP, Josep L¨®pez de Lerma, por CiU; Joxe Joan Gonz¨¢lez de Txabarri, por el PNV, y Mariano Santiso, por IU. Cuando se propuso la desaparici¨®n de las donaciones an¨®nimas se acab¨® la negociaci¨®n. Desde entonces han pasado cinco a?os.
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