No es lo mismo

Los papeles que se repartieron en Gernika animando a la agresi¨®n, el acoso y el directo ejercicio de la violencia contra los concejales del PP y del PSE; las bombas de Ribadesella, Gij¨®n, San Vicente de la Barquera, Santander y Llanes; la batalla campal en plenas fiestas donostiarras, la campa?a para perseguir a concejales que ocupan cargos que, seg¨²n sus promotores, no les corresponden, etc¨¦tera no significa que ETA y su entorno est¨¦n acabados y est¨¢n dando sus ¨²ltimos coletazos, ni que tengan la misma fortaleza y respaldo que en sus mejores tiempos. Ni lo uno, ni lo otro.

Tienen capacidad para seguir haciendo lo que saben hacer: asesinar y aterrorizar a quien no comparte su estrategia; quiz¨¢s la ¨²nica diferencia con otros tiempos es que cada d¨ªa que pasa su estrategia de violencia y terror va erosionando m¨¢s conciencias y cada d¨ªa son m¨¢s quienes condenan la propia existencia de ETA.

Lo que dudo es de que tengan capacidad para reconocer el absoluto fracaso de su estrategia violenta, que ha llenado de sangre las manos de sus ejecutores y ha absorbido la vida entera de miles de sus seguidores. Es cosa de tiempo. El resto no podemos hacer nada m¨¢s que esperar a que ETA y su entorno admitan el fracaso. Mientras, seguiremos apostando por la palabra frente a la violencia, por la democracia frente al totalitarismo, por los derechos humanos de todos y para todos, frente a la burda manipulaci¨®n de los mismos y por construir un pa¨ªs en el que quepamos todos donde sea real el ejercicio de la libertad de expresi¨®n siempre y cuando las ideas sean escrupulosamente respetuosas con los derechos humanos.

Es necesario denunciar determinados aspectos de la campa?a que supuestamente pretende evidenciar algunas de las consecuencias de la ley de Partidos. Aunque se quiera disfrazar de leg¨ªtima reivindicaci¨®n, por desgracia, en el Pa¨ªs Vasco no es lo mismo que en otros lugares lanzar una campa?a as¨ª porque, incluso quienes la han lanzado, saben perfectamente que muchos de esos concejales est¨¢n amenazados de muerte y que aqu¨ª en Euskadi este tipo de "presi¨®n" puede suponer dibujar la diana para que dispare el ejecutor.

El objetivo real de la campa?a no es s¨®lo que estos ediles devuelvan el cargo, lo que ni siquiera les compete a ellos, sino sobre todo ejercer contra ellos una pura y dura violencia de persecuci¨®n. A todos, les hayamos votado o no, nos queda un trabajo: condenar esta campa?a y arropar a quienes la vayan a sufrir porque su libertad es la nuestra.