El cambio clim¨¢tico causar¨¢ en Espa?a m¨¢s sequ¨ªa y una subida de 4 grados en un siglo
La Agencia Europea de Medio Ambiente analiza las consecuencias del calentamiento
El calentamiento de la atm¨®sfera es un hecho poco discutible y sus consecuencias est¨¢n a la vista: inundaciones, sequ¨ªas y condiciones meteorol¨®gicas extremas cada vez m¨¢s frecuentes. La agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), un ¨®rgano de la UE, present¨® ayer un informe que presenta un panorama de crecientes cambios, que en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica supondr¨¢ un incremento de la temperatura media de 4 grados, un aumento de las sequ¨ªas y una marcada reducci¨®n en los caudales de los r¨ªos. El mar subir¨¢ en la costa gallega a raz¨®n de 2,2 mil¨ªmetros anuales.
"Este informe re¨²ne numerosa pruebas de que el cambio clim¨¢ticos es un hecho y de que sus efectos son amplios, muchos de ellos con notables costes econ¨®micos para las personas y los ecosistemas de toda Europa", se?al¨® ayer la directora de la AEMA, Jacqueline McGlade, en la presentaci¨®n del documento. Y las medidas para combatir el fen¨®meno deber¨¢n ser muchas veces paliativas porque la suerte, en buena medida, est¨¢ echada: "El fen¨®meno afectar¨¢ a nuestras sociedades y entornos naturales en los pr¨®ximos decenios y siglos".
Cambios clim¨¢ticos se han sucedido en el planeta. Lo nuevo es la rapidez y profundidad con que se han producido el que ahora vemos. La concentraci¨®n de CO2
, principal gas de efecto invernadero, es la m¨¢s alta en medio mill¨®n de a?os y un 34% superior a la registrada antes de la Revoluci¨®n Industrial, que empez¨® a finales del siglo XVIII. "Hay nuevas y crecientes pruebas de que la mayor parte del calentamiento en los ¨²ltimos 50 a?os es atribuible a actividades humanas", dice el informe, que atribuye el incremento de los gases de efecto invernadero a la quema de combustibles f¨®siles y a cambios en la utilizaci¨®n de la tierra.
En Europa el calentamiento ha sido mayor. Frente a los 0,7 grados de aumento de la temperatura media global en el pasado siglo, el incremento en el Viejo Continente ha sido 0,95. Y eso s¨®lo es el principio: en Europa, de aqu¨ª al 2100, las temperaturas promedio subir¨¢n entre 2 y 6,3 grados. Los inviernos fr¨ªos ser¨¢n cosa del pasado y los veranos asfixiantes m¨¢s frecuentes, se?ala la AEMA. Para 2080, los term¨®metros de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica marcar¨¢n temperaturas superiores a las actuales, entre los 3,6 grados de subida en Galicia y el sureste a los 4,5 en la meseta central; en Levante, 3,7; Arag¨®n y el interior de Catalu?a, 3,9; Andaluc¨ªa oriental y la meseta norte, incluido el Pa¨ªs Vasco, 4.
Ya la pasada d¨¦cada fue la m¨¢s calurosa en Europa, con 1998 como pico, seguido de 2002 y 2003. El calentamiento fue mayor en el noroeste de Rusia y en la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, pero los efectos fueron espectaculares y mortales en toda Europa. Las inundaciones que asolaron 11 pa¨ªses de Europa Central en 2002 costaron 80 vidas, afectaron a m¨¢s de 600.000 y provocaron da?os de m¨¢s de 12.000 millones de euros. La ola de calor del pasado verano aceler¨® la muerte de no menos de 20.000 personas e hizo caer hasta un 30% las cosechas.
Mayor deshielo
Los glaciares est¨¢n en retirada. El calor de hace un a?o rebaj¨® en un 10% la masa de los glaciares alpinos, que entre 1850 y 1980 ya la hab¨ªan visto reducida en un tercio. Los deshielos aumentar¨¢n los vertidos de aguas fluviales en el norte de Europa y una desecaci¨®n de los r¨ªos del sur, con la vertiente mediterr¨¢nea espa?ola como gran perjudicada. Las aguas marinas seguir¨¢n subiendo de altura (en Vigo a raz¨®n de 2,2 mil¨ªmetros anuales) y de temperatura. Es un proceso doble que se va a acelerar. En el mar del Norte y en el B¨¢ltico ya se ha detectado la llegada de biomasa end¨¦mica de latitudes sure?as y especies de plancton han emigrado a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros de las que eran sus ¨¢reas. En los pasados 15 a?os, la temperatura de las aguas del Mediterr¨¢neo espa?ol ha subido medio grado.
La mutaci¨®n clim¨¢tica tiene efectos positivos para algunos. Entre 1962 y 1992 aument¨® en 10 d¨ªas el periodo h¨¢bil para cosechar, la productividad por hect¨¢rea no ha hecho sino crecer y las zonas rurales del centro y norte de Europa van a beneficiarse de unas temperaturas m¨¢s suaves. En el sur, en cambio, habr¨¢ menos agua y las malas cosechas ser¨¢n m¨¢s habituales debido a sequ¨ªas, inundaciones, tormentas o granizadas.
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