La f¨¢brica del viento

La vela est¨¢ en condiciones de paliar la penuria de medallas que asuela la actuaci¨®n espa?ola en Atenas. Ayer, a falta de una regata, Rafael Trujillo se confirm¨® pr¨¢cticamente como medallista -puede alcanzar la plata o el bronce- en la clase solitaria Finn y Natalia Via-Dufresne y Sandra Az¨®n tambi¨¦n aspiran al segundo lugar en 470.

Para el deporte acu¨¢tico espa?ol es tambi¨¦n una revancha tras el disgusto de Sidney 2000, donde no logr¨® ninguna medalla. Dentro de la frustraci¨®n general por la actuaci¨®n espa?ola, el naufragio en la bah¨ªa australiana fue especialmente doloroso al tratarse del deporte en el que Espa?a ha subido m¨¢s veces a los podios ol¨ªmpicos: 12 (nueve oros, dos platas y un bronce), por delante del atletismo (nueve) y el tenis (ocho) y doblando al yudo y la nataci¨®n (seis). Por eso, si la vela no gana medallas, es una mala se?al.

Por primera vez, se han llevado barcos y no maquetas al canal hidrodin¨¢mico

Jos¨¦ Mar¨ªa Benavides ha intentado reconducir la situaci¨®n. Es uno de los hist¨®ricos de las haza?as espa?olas, aunque s¨®lo fue s¨¦ptimo en Flyng Dutchman con Alejandro Abascal en Montreal 76 y repiti¨® puesto con To?o Gorostegui en Star en Mosc¨² 80. Pero ahora es el jefe de misi¨®n y uno de los t¨¦cnicos de prestigio reconvertidos desde su faceta de regatista. De hecho, la federaci¨®n lo repesc¨® despu¨¦s de Sidney, donde trabaj¨® para la vela portuguesa. Es el responsable del trabajo m¨¢s moderno y con m¨¢s medios que se haya hecho nunca. "Esto se ha convertido en una f¨¢brica", dice; "hemos trabajado much¨ªsimo. Se han hecho programas de meteorolog¨ªa, investigaci¨®n, condici¨®n f¨ªsica, alimentaci¨®n y vigilancia m¨¦dica".

La vela ha cambiado sensiblemente en los ¨²ltimos tiempos, y los avances en todos los campos la han hecho distinta. Para estar en la ¨¦lite se necesitan todos los medios y los regatistas espa?oles han contado con ellos. Han viajado muchas veces a la bah¨ªa de Atenas y se han entrenado a conciencia. A trav¨¦s de los estudios meteorol¨®gicos de Miguel S¨¢nchez, conocen tambi¨¦n los vientos y sus cambios hasta donde pueden predecirse. En este golfo de Sal¨®nica han visto, como si fuera en un cuadro de su casa, la monta?a de unos 1.000 metros de altura encima de Atenas por cuyos lados desemboca el meltemi, el viento del Norte, que cambia hasta 50 grados en direcci¨®n y tambi¨¦n en velocidad. Y han navegado tambi¨¦n con la brisa t¨¦rmica que viene del Sur, m¨¢s estable en cualquiera de sus dos variantes, la continental o la local. Para resistir esos vientos y aprovecharlo, Benavides cuenta que se llevaron por primera vez barcos en vez de maquetas al Canal de Experiencias Hidrodin¨¢micas de El Pardo: "All¨ª probamos el 49 y el Tornado. Eso no se hab¨ªa hecho nunca".

Por lo dem¨¢s, Benavides asegura que ha costado convencer a los regatistas de cuidar su preparaci¨®n: "Ahora, con dos o tres regatas diarias, necesitan ser atletas. Hist¨®ricamente, lo que hac¨ªan era trabajar el material, preparar los barcos. Por eso les cuesta ir al gimnasio. Pero es imprescindible hacerlo. Y hay algunos, como Trujillo, que lo aprovechan. Est¨¢ inmenso; puede levantar hasta 170 kilos en bancada. Podr¨ªa competir en halterofilia. Tambi¨¦n hemos preparado una alimentaci¨®n personalizada. Y hay tambi¨¦n una buena vigilancia m¨¦dica; han ido todo el d¨ªa con el puls¨®metro puesto para comprobar su estado".

Con todo ello, y seg¨²n las condiciones de la bah¨ªa, lo que tiene claro Benavides es que en Atenas no se repetir¨¢ la actuaci¨®n de Sidney, donde el resultado fue una loter¨ªa en una bah¨ªa cerrada y con vientos incontrolables. All¨ª no ganaron los mejores, y entre los que se quedaron fuera estuvieron los espa?oles. "Aqu¨ª, en cambio, va a ganar el que tiene que ganar", anuncia; "no habr¨¢ sorpresas". Y los espa?oles vuelven a contar.