Cuatro d¨ªas de lucha entre polic¨ªas y 'okupas' en Pamplona
La batalla por el desalojo de un antiguo front¨®n provoca seis heridos, 60 detenidos y medio centenar de contenedores quemados
Vecinos y comerciantes del casco antiguo de Pamplona llevan una semana en estado de sitio. Los turistas y los peregrinos del Camino de Santiago que estos d¨ªas se han acercado al coraz¨®n medieval de la capital navarra tampoco han podido disfrutar de la tranquilidad veraniega de una ciudad recoleta. Desde que el pasado lunes la polic¨ªa iniciase el desalojo y demolici¨®n del gaztetxe (local juvenil) situado en el casi centenario front¨®n Euskal Jai, en la calle de San Agust¨ªn, unos y otros han padecido en primera l¨ªnea los violentos enfrentamientos entre j¨®venes y fuerzas policiales.
Cuatro d¨ªas de desalojo de okupas y de subsiguientes algaradas callejeras se han saldado hasta ahora con seis heridos de diversa consideraci¨®n atendidos en hospitales, la detenci¨®n de m¨¢s de 60 personas y la quema de m¨¢s de 50 contenedores de basuras, entre un rosario de incidentes.
El Gobierno navarro tilda a algunos arrestados de "ide¨®logos de la bunquerizaci¨®n"
J¨®venes encapuchados han usado t¨¦cnicas de 'kale borroka' en los enfrentamientos
Durante toda la semana, las calles que rodean el antiguo front¨®n del que han sido desalojados los okupas han estado vigiladas por diversos cuerpos policiales. El tr¨¢fico ha permanecido cortado. Los vecinos han debido mostrar sus documentos de identidad para poder salir y entrar en sus casas. Los comerciantes han tenido grandes dificultades para poder trabajar. Los bares y restaurantes han visto alterado su labor por decenas de cargas policiales contra las barricadas y los okupas han intentado una y otra vez regresar por los tejados al viejo front¨®n en cuya demolici¨®n trabajan las excavadoras enviadas por el consistorio. En el ¨²ltimo asalto, registrado ayer mismo, un forcejeo entre un municipal y un asaltante acab¨® con la ca¨ªda de ¨¦ste ¨²ltimo desde una altura de dos metros, sin que sufriese heridas graves.
Cuando agentes locales y forales entraron en la madrugada del lunes en el gaztetxe, formado por un front¨®n y un edificio colindante de tres plantas, se encontraron un espacio fuertemente blindado. El Ayuntamiento y el Gobierno navarro sostienen que existe en la regi¨®n un n¨²cleo de ide¨®logos "profesionales" de la okupaci¨®n que practican un m¨¦todo de "resistencia a la voluntad democr¨¢tica" de ambas instituciones. Sus responsables, de Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN, la marca navarra del PP), indican que este movimiento pudo verse ya en primavera en el complicado desalojo de los pueblos de Itoiz y Artozqui, que iban a quedar anegados por las aguas de un pantano. En ambas localidades, decenas de j¨®venes se encerraron durante d¨ªas antes de que pudiesen ser desalojados.
Pamplona vivi¨® en el verano de 2002 una serie de incidentes similares, con sucesivos d¨ªas de disturbios y detenciones, por el proyecto del consistorio de reformar la plaza del Castillo, el coraz¨®n de la ciudad.
Frente a las cr¨ªticas de la oposici¨®n municipal (PSN, IU, EA-PNV y Aralar) por la falta de di¨¢logo previo y los contundentes m¨¦todos de la operaci¨®n, la alcaldesa, Yolanda Barcina, ha reiterado que el desalojo est¨¢ respaldado por un auto judicial y que fue la ¨²nica forma de sacar a quienes defini¨® como "okupas profesionales con antecedentes por des¨®rdenes callejeros y resistencia a la autoridad". S¨®lo 16 de los okupas detenidos son pamploneses.Cuatro son extranjeros y el resto de otras zonas de Espa?a.
Toda la oposici¨®n ha criticado la introducci¨®n de gr¨²as de gran tonelaje que comenzaron a derribar un edificio construido en 1909 cuando a¨²n permanec¨ªan dentro varios j¨®venes, unos encerrados en b¨²nkeres en el s¨®tano o adosados a las paredes y a la estructura met¨¢lica que cubr¨ªa la antigua cancha y otros con sus brazos metidos en tubos sujetos a su vez con cemento a las paredes. Puertas y ventanas hab¨ªan sido selladas con acero y hormig¨®n para dificultar el asalto policial.
IU ha pedido que el ministro del Interior, Jos¨¦ Antonio Alonso, explique en el Congreso lo que considera actuaci¨®n policial desproporcionada.
La empresa due?a del front¨®n lo cerr¨® en 1978. En 1994 fue okupado por los j¨®venes, que desde entonces desarrollaron all¨ª actividades sociales, culturales y de ocio con luz y agua tomadas de la red general.
En junio pasado, el Ayuntamiento compr¨® el solar por 1,2 millones de euros con la idea de construir un centro hidrotermal para los vecinos. El estado ruinoso del inmueble, las actividades gastron¨®micas sin licencia de sus moradores y los actos de organismos ligados a Batasuna celebrados en el local llevaron al consistorio a solicitar la orden de desalojo, seg¨²n el auto que lo autoriz¨® con fecha del pasado d¨ªa 12. La asociaci¨®n de vecinos Alde Zaharra del centro hist¨®rico ha apoyado a los okupas y los residentes de las calles m¨¢s cercanas han hecho lo propio esta semana con caceroladas de protesta contra la presencial policial.
Todos los detenidos han ido quedando en libertad tras declarar ante el juez. La polic¨ªa les acusa de usurpaci¨®n, resistencia y desobediencia grave, as¨ª como atentado a la autoridad en algunos casos. El director general de Interior del Gobierno navarro, Juan Ram¨®n R¨¢bade, considera que entre los detenidos hay "ide¨®logos de la bunquerizaci¨®n" que organizaron una resistencia "perfectamente planificada".
Durante toda la semana las concentraciones de apoyo a la okupaci¨®n se han convertido en algaradas en las que se han quemado m¨¢s de 50 contenedores, se han roto escaparates y lanzado c¨®cteles m¨®lotov, cohetes pirot¨¦cnicos, botellas y piedras contra la Polic¨ªa. El desalojo parece haber reactivado actuaciones de kale borroka que no se recordaban en la ciudad desde hac¨ªa mucho tiempo.
Grupos de encapuchados quemaron una caseta de informaci¨®n tur¨ªstica y d¨ªas atr¨¢s atacaron con artefactos incendiarios un cajero autom¨¢tico. La polic¨ªa ha llegado a lanzar pelotas de goma contra veh¨ªculos que hac¨ªan sonar el claxon en apoyo de los okupas. Los agentes frustraron un intento de asalto a la sede de la sociedad p¨²blica Pamplona Centro Hist¨®rico, propietaria del solar que ocupaba el gaztetxe.
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