Tradici¨®n helada vestida de vanguardia
En Giangrossi se sirven helados de autor, y ese autor tiene nombre: Oswaldo Balesprino, maestro argentino de ra¨ªces piamontesas, cuyo antepasado Pietro Giangrossi aporta nombre y secretos a esta helader¨ªa de aires vanguardistas y sabores tradicionales. Destacan las variedades heladas de dulce de leche, el chocolate con brownies y el mascarpone, aut¨¦nticas estrellas de la casa (dos euros la tarrina). Y deslumbran copas como volc¨¢n mediterr¨¢neo, viva la infanta o casero sublime, que incluyen helado de sabay¨®n, chocolate amargo, piononos humedecidos con licor de caf¨¦ o salsa de caramelo. El homenaje cuesta 5,50 euros. Aunque hay opciones m¨¢s frugales, como los alfajores de maicena, el strudel o el cheesecake.
GIANGROSSI
Helado artesanal. Alberto Aguilera, 1.
28015 Madrid. Tel¨¦fono 914 44 01 30.
De lunes a domingo, hasta la una de la madrugada.
Aperitivos calientes
En este dulce para¨ªso afloran variedades saladas igualmente caprichosas, como la gama de sofisticados bocadillos con tajadas de rosbif, lomos de at¨²n, mozzarella di bufalla y hojas frescas de albahaca. Cuestan seis euros, el triple que los s¨¢ndwiches y quiches de queso, jam¨®n ib¨¦rico o salm¨®n ahumado, que se sirven calientes como aperitivo.
Giangrossi vende el lujo de lo aut¨¦ntico, y bajo el lema "T¨² te lo mereces" tranquiliza conciencias ante el atrac¨®n goloso. "Reforzamos el agasajo y exageramos el regocijo del capricho", explica Marcelo Liern, gerente de Giangrossi. El arquitecto Alejandro Duhalde ha vestido de colores crudo y blanco un local di¨¢fano, jalonado por sof¨¢s y butacones, y presidido por una enorme barra de madera tras la cual se afana una quincena de empleados que trajinan con tazas de caf¨¦ Lavazza, t¨¦ negro, copas de helado batido con zumos naturales y ex¨®ticos rooibos, infusi¨®n surafricana rica en minerales esenciales. De los alt¨ªsimos techos cuelgan cortinas de voil¨¦ blanco que abrigan el sal¨®n y se abren teatralmente para dejar a la vista el gran secreto de la casa: la sala de m¨¢quinas donde diariamente el maestro Balesprino y su ayudante Miguel Pi?ero elaboran las mezclas que, tras 12 horas de cocci¨®n y enfriamientos sucesivos, se convierten en delicias heladas. Hay servicio a domicilio, sin cargo a?adido.
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