La campa?a electoral en EE UU bate r¨¦cords de financiaci¨®n y duplica ya el gasto de 2000
El empate entre los candidatos y el uso de Internet revolucionan los medios de recaudaci¨®n
Cuando faltan menos de dos meses y medio para las elecciones presidenciales del 2 de noviembre en Estados Unidos, la recaudaci¨®n de partidos y grupos paralelos ha duplicado la cantidad recogida a estas alturas en la campa?a del a?o 2000. La trascendencia de las elecciones, el hecho de que los dos candidatos est¨¦n pr¨¢cticamente empatados, los atajos tolerados por la reforma del sistema de financiaci¨®n para el empleo partidista del dinero y el uso de Internet han revolucionado los sistemas tradicionales de recaudaci¨®n y han pulverizado las barreras tradicionales.
Las cifras se han disparado, seg¨²n demuestran los ¨²ltimos informes de las campa?as, entregados el viernes por la noche, a los que hay que sumar lo recogido por los partidos y el dinero de los grupos paralelos. Seg¨²n esos datos, la recaudaci¨®n provisional asciende a 1.475 millones de d¨®lares (1.180 millones de euros). "La contienda est¨¢ tan encarnizada que hay una inversi¨®n enorme de dinero, tanto de individuos como de empresas.
"Los grandes poderes econ¨®micos favorecen al republicano George W. Bush, aunque otros apoyan al dem¨®crata John Kerry, que procede de una familia muy acomodada y est¨¢ casado con una multimillonaria. Pero cada vez m¨¢s las grandes corporaciones contribuyen a ambos candidatos, para cubrir todos los riesgos, y cada vez m¨¢s entran en el juego los peque?os donantes", se?ala Emilio Viano, profesor de la American University, en Washington. Los partidos han logrado ampliar sus diversas plataformas de ingresos: hay m¨¢s aportaciones -personales y colectivas- que nunca, debido al nivel de entusiasmo partidario, a la agresividad de los grupos paralelos y a las facilidades tecnol¨®gicas.
De los 1.475 millones de d¨®lares, el presidente Bush ha recaudado directamente 242 millones -el objetivo era 200, m¨¢s del doble de lo recogido en 2000- y Kerry, 233 millones, un r¨¦cord absoluto para un candidato dem¨®crata. Ambos sab¨ªan muy bien lo que hac¨ªan cuando renunciaron, en la etapa de las primarias, a las subvenciones p¨²blicas, que tienen un l¨ªmite de 44,8 millones de d¨®lares.
Adem¨¢s de lo que recaudan las campa?as est¨¢ lo que recogen los comit¨¦s de direcci¨®n de cada partido. De acuerdo con la reciente reforma de la financiaci¨®n de campa?as -la ley McCain-Feingold, en vigor desde marzo de 2002- por primera vez los partidos no pueden recibir cantidades ilimitadas de soft money (el llamado dinero blando, para diferenciarlo del hard money o dinero duro, el que se entrega a los candidatos, que deben declarar el nombre del donante y est¨¢ sujeto a limitaciones).
A pesar de los controles del soft money que impide las grandes entregas de millonarios, empresas y sindicatos, los dos partidos se han beneficiado de la multiplicaci¨®n de aportaciones inferiores a 200 d¨®lares (el Partido Dem¨®crata ha recaudado as¨ª un m¨ªnimo de 65 millones y el Republicano, 117), con lo que se ha duplicado la entrada directa de dinero a los comit¨¦s nacionales: desde el 1 de enero, los dem¨®cratas han conseguido, en total, 145,2 millones, y los republicanos 245,3. La tercera pata, nueva en esta campa?a y responsable, en parte, del boom, es la de los grupos 527, llamados as¨ª por la secci¨®n del C¨®digo Fiscal que contempla la posibilidad de que organismos independientes puedan recoger y gastar dinero -exento de impuestos- siempre que no se emplee de forma coordinada con los partidos.
Los dem¨®cratas han aprovechado a fondo este atajo con organizaciones enormemente activas, como America Coming Together y Media Fund, a las que contribuyen peque?os donantes y multimillonarios como Georges Soros (12,7 millones). Los grupos 527 del campo dem¨®crata han recaudado 145 millones de d¨®lares; los que simpatizan con el Partido Republicano -entre ellos, el que ha lanzado los pol¨¦micos anuncios contra el historial de Kerry en Vietnam- han conseguido s¨®lo 9 millones.
T¨ªteres de los partidos
"La reforma no ha funcionado en cuanto a su objetivo de control, porque estos grupos 527 que pueden pedir y gastar dinero y participar en la campa?a amparados en la libertad de expresi¨®n son a veces representantes camuflados o t¨ªteres de los partidos", dice Viano, que destaca que este a?o hay una enorme participaci¨®n en todos los niveles -"la gente est¨¢ muy dividida, hay un empate y se lucha por los indecisos"- y un elemento nuevo que es definitivo: el empleo de Internet: "Lo inaugur¨® Howard Dean hace un a?o, fue el pionero. Facilit¨® mucho el apoyo pol¨ªtico y econ¨®mico de los j¨®venes y de gente menos metida en los circuitos tradicionales. Es una transformaci¨®n tecnol¨®gica que da grandes facilidades para participar y contribuir, para formar parte de una campa?a".
El r¨¦cord en la recaudaci¨®n, que pone en evidencia que ninguna reforma es capaz de imponer l¨ªmites, y la divisi¨®n del electorado, garantizan que las pr¨®ximas diez semanas la pelea tendr¨¢ a su disposici¨®n grandes cantidades de dinero. La novedad es que los dem¨®cratas han aprendido a manejar los vericuetos legales y a conseguir igualar a los republicanos en el decisivo campo de la financiaci¨®n de la pol¨ªtica.
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