Patricia releva a Elena
A sus 16 a?os, la madrile?a Moreno pelea hoy por una medalla en suelo
El equipo espa?ol se llev¨® un gran disgusto el primer d¨ªa de la gimnasia femenina. Elena G¨®mez, la ¨²nica esperanza de medalla, la primera campeona del mundo, all¨¢ en 2002; la vigente subcampeona de Europa en suelo, dio un peque?o traspi¨¦ en su aparato favorito. Las jueces no tuvieron piedad. La dejaron fuera de la final. Pero all¨ª estaba Patricia Moreno, de s¨®lo 16 a?os, para tomar el relevo. Con un ejercicio m¨¢s dif¨ªcil y original que el suyo, la madrile?a tiene hoy su oportunidad, aunque la medalla parece un sue?o.
Lo primero que llama la atenci¨®n en Patricia es su aspecto fr¨¢gil y sus grandes ojos asustadizos. Su pinta de ni?a de apenas 10 a?os, su rodilla izquierda siempre vendada y sus mu?ecas delgad¨ªsimas. Pero, cuando su 1,45 metros y 35 kilos salen a la pista, se transforma en una correcaminos capaz de girar a m¨¢s velocidad que la mayor¨ªa de las gimnastas. Esa habilidad le permite, por ejemplo, hacer un elemento que no hace nadie: un mortal con triple pirueta y media. Incluso le da para hacer una cu¨¢druple, aunque en Atenas es probable que no se arriesgue tanto.
"Patricia tiene una capacidad muscular especial. Es m¨¢s potente de lo que parece y es tremendamente r¨¢pida. Su aparente fragilidad le ayuda porque pesa muy poco", explica Silvia Garc¨ªa, la entrenadora de su club, el Pozuelo, de Madrid.
La madrile?a empez¨® con la gimnasia en el colegio y siguiendo los pasos de su hermana mayor, Ainhoa. Empez¨® a entrenarse "a los cuatro o cinco a?os" y desde muy peque?a se miraba en el espejo del equipo nacional, que tambi¨¦n se entrenaba en el gimnasio Moscard¨®, de Madrid. Ve¨ªa a sus integrantes y quer¨ªa estar ah¨ª, aunque hasta 2002 no se puso a las ¨®rdenes de Jes¨²s Carballo ni se traslad¨® al piso tutelado que las mejores comparten junto al Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Eso fue lo m¨¢s dur¨® para la ni?a, reconocen en su entorno. M¨¢s que las siete horas de entrenamientos diarios.
Ese mismo a?o ya compiti¨® en unos Europeos j¨²niors. Y al siguiente, en sus primeros Mundiales, los que le dieron la clasificaci¨®n para Grecia. Destac¨® en suelo, pero los ¨¦xitos de Elena la eclipsaron.
De car¨¢cter introvertido, seg¨²n su padre, Fernando, y de gran determinaci¨®n -"tiene muy claro lo que quiere", afirma Silvia-, la ¨²nica pega que puede pon¨¦rsele es su dificultad para dominar los nervios en el peor de los aparatos para ella, la barra.
Patricia lo ha pasado mal este a?o. "Ha sido muy duro", reconoce desde la capital griega, "porque tienes la presi¨®n continua de hacerlo bien". El esfuerzo la dej¨® sin vacaciones, como al resto de sus compa?eras, y el calendario se apret¨® m¨¢s que nunca. Antes se hab¨ªa perdido la mudanza de su familia a Villalba. "Este a?o ha sido gimnasia, gimnasia y gimnasia", resume su padre, que est¨¢ en Atenas con su mujer y su otra hija para animar a la peque?a de la casa. "Estaba cansada y no pod¨ªa desconectar, pero para eso estamos nosotros y sus entrenadores: para apoyarla", contin¨²a.
Aguant¨® Patricia y se ha llevado el premio gordo de la gimnasia femenina en Atenas. Su condici¨®n de finalista ha sido una sorpresa para casi todos, incluido el seleccionador, que esperaba acompa?ar a Elena y luchar por las medallas y ahora estar¨¢ con una gimnasta de escaso nombre internacional, una losa en una final ol¨ªmpica en la que est¨¢n las actuales campeonas mundiales, la brasile?a Daiane dos Santos, y europea, la rumana Catalina Ponor. Claro que esa desventaja puede convertirse en un aliciente para la espa?ola, que ya sabe que ha hecho m¨¢s de lo que se esperaba de ella y que despu¨¦s de ese minuto y medio de ritmo latino tendr¨¢ unas merecidas vacaciones.
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