El mal despertar de Gasol

Definitivamente, los madrugones no le sientan bien a Pau Gasol. Ante Serbia, como antes frente a Italia, evidenci¨® que, cuando el encuentro se disputa en horas matutinas -en ambos casos, a las 11.15 locales-, necesita m¨¢s de medio partido para entrar en su ritmo habitual. Como si a¨²n estuviera m¨¢s dormido que despierto, durante los dos primeros cuartos deambula por la cancha intentando participar del juego, pero incapaz de rendir a buen nivel. Su primera canasta ante Serbia lleg¨® en el minuto 21. Hasta entonces hab¨ªa fallado los dos tiros que hab¨ªa lanzado, perdido dos balones y cometido dos faltas. En su haber, una asistencia y un rebote defensivo. Finalmente, sum¨® 14 puntos y cinco rebotes.

"Me cuesta entrar en el partido. No me encuentro suelto. Estoy m¨¢s lento. Reacciono m¨¢s tarde de lo normal", admite Gasol; "no s¨¦ qu¨¦ me pasa. Los partidos por la ma?ana me fulminan". Lo que le sucede tiene que ver con el ritmo circadiano, complejo nombre para definir un comportamiento del cuerpo de lo m¨¢s sencillo: acostumbrados a un horario determinado, a los m¨²sculos les cuesta reaccionar cuando se les modifica el despertador. "Cuando el reloj biol¨®gico se altera continuamente, se dejan de liberar una serie de endorfinas y de hormonas que ejercen de est¨ªmulo para el m¨²sculo y para el ejercicio", explica Jos¨¦ Nogales, el m¨¦dico de la selecci¨®n. "A eso se suma un problema de descanso: en la Villa hay mucho ruido y jaleo. Las habitaciones y las camas son peque?as y cuesta conciliar el sue?o", a?ade.

En Atenas, el reloj biol¨®gico de Gasol, como el del resto de los componentes de la selecci¨®n, se ha vuelto loco. El primer d¨ªa jugaron a las 14.30, el siguiente a las 20.00, el tercero y el cuarto a las 11.15 y el ¨²ltimo de la primera fase, hoy ante Nueva Zelanda, exigir¨¢ un madrug¨®n: 9.00 (8.00, hora espa?ola). Los cambios horarios implican modificaciones en la alimentaci¨®n. Habituados a ingerir importantes dosis de hidratos de carbono antes de los encuentros, ahora, cuando se disputan por la ma?ana, deben sustituirlos por cereales o posponer la ingesta hasta primeras horas de la tarde si el encuentro se juega al mediod¨ªa. Para paliar estas alteraciones y facilitar la recuperaci¨®n, los jugadores reciben ayudas ergog¨¦nicas, tales como suplementos energ¨¦ticos, antioxidantes, vitaminas y amino¨¢cidos.

Si bien todos los jugadores sufren este problema, en el caso de Gasol hay un elemento agravante: su lesi¨®n en el tend¨®n de Aquiles derecho le ha apartado del ritmo habitual de entrenamiento y le ha impedido realizar la descarga muscular adecuada. Quiz¨¢ por eso concluye: "No soy persona por la ma?ana".