El indigente atacado por un grupo 'ultra' teme nuevas palizas
Primitivo G. perdona, por carta, al menor que le agredi¨®
Primitivo G., de 53 a?os, el indigente que el pasado mi¨¦rcoles fue agredido por tres personas mientras dorm¨ªa en la calle de la Princesa (Moncloa), teme que le vuelvan a atacar. Primitivo, licenciado superior, compart¨ªa soportal y cartones con Vicente G., de 65 a?os, que fue apu?alado y sigue recuper¨¢ndose en un hospital. Vicente dorm¨ªa en la calle porque ninguna pensi¨®n le permite tener consigo a su perro.
Primitivo usa un cors¨¦ ortop¨¦dico para proteger una grave lesi¨®n de espalda. Esta caracter¨ªstica inconfundible, publicada en la prensa, le hace temer que le vuelvan a atacar "los amigos" de las tres personas -dos militares y un estudiante menor de edad, supuestamente de tendencia neonazi- que le agredieron a ¨¦l y a otro indigente el pasado mi¨¦rcoles. Recuerda con miedo el ataque, en el que no medi¨® provocaci¨®n alguna. A ¨¦l le golpearon en la cabeza, pero a su amigo Vicente le apu?alaron en el abdomen, lo que estuvo a punto de matarle.
Primitivo vive en la calle, en la zona de Moncloa, desde hace un par de meses. Sus maneras de hombre culto y educado son un indicio de que tiene estudios superiores. Los problemas familiares, una depresi¨®n y, por fin, un accidente laboral que le provoc¨® la lesi¨®n de espalda hace un a?o le llevaron a la indigencia.
?l suele cambiar de lugar para pasar la noche -"es muy peligroso dormir en la calle"-, pero el pasado d¨ªa 14, Vicente le pidi¨® que pernoctara con ¨¦l en un soportal de la calle de la Princesa, esquina con la de Romero Robledo, porque ¨¦l tambi¨¦n ten¨ªa miedo. "Cuando vives en la calle, la gente te deja de hablar; pero necesitamos el contacto, por eso hacemos amistad entre nosotros".
Vicente, que a¨²n permanece en el hospital recuper¨¢ndose de sus heridas, duerme en la v¨ªa p¨²blica porque en ninguna pensi¨®n -que podr¨ªa pagar, gracias a un peque?o subsidio- le permiten pernoctar acompa?ado de su perro, del que se niega a separarse. "Cuando le apu?alaron, su ¨²nica preocupaci¨®n era que me ocupase de su perro", relata Primitivo que dej¨® al can a una vecina de Moncloa.
Los pr¨®ximos d¨ªas, Primitivo dormir¨¢ en una pensi¨®n que le han conseguido los trabajadores de calle del Samur-Social. El mes que viene espera alquilar una habitaci¨®n con el dinero de la venta ambulante de llaveros, que compra al por mayor. Pretende rehacer su vida; por eso no quiere que ninguno de sus amigos le reconozca y sepa que ahora vive en la calle. Cuando no est¨¢ vendiendo, va a una biblioteca a leer, a escribir y a reflexionar sobre su situaci¨®n y sobre lo que pas¨® el pasado mi¨¦rcoles: "El problema de la gente es la ignorancia y la falta de amor". Se refiere a sus agresores sin odio, pero con la convicci¨®n de que "no pueden quedar impunes".
"Te perdono y te amo"
Primitivo se encontr¨® hace d¨ªas en la Fiscal¨ªa de Menores, frente a frente, con los padres del chaval de 17 a?os que hab¨ªa participado en su agresi¨®n. Al verles, no dijo nada, pero lo que pens¨® lo reprodujo en la siguiente carta, en la que se dirige al joven:
"Dec¨ªa el poeta: La vida es bella, ya ver¨¢s c¨®mo a pesar de los pesares tendr¨¢s amigos, tendr¨¢s amores, tendr¨¢s amores...
Me hubiera gustado haber escrito esto para ti. Tendr¨¢s amigos. Las personas con las que saliste aquella noche como de caza no son tus amigos ni te quieren. Encontrar¨¢s otras personas que te quieran: tus padres, a pesar de todo; yo mismo te amo. Odio las ideas que te llevaron a hacer eso, me da n¨¢useas lo que esa noche hicisteis. Pero a ti, como persona, te amo y no dudo que con el tiempo aprender¨¢s que s¨®lo podemos ser felices con el respeto y el amor.
La felicidad no depende del estatus social de nuestras condiciones exteriores de vida, pero s¨ª depende del respeto que tenemos hacia nosotros mismos y hacia los dem¨¢s, del amor que tenemos hacia el otro. Aprende a amarte tambi¨¦n a ti mismo, no te encierres en ideas de exclusi¨®n, de odio, que s¨®lo conduce a la desolaci¨®n, la destrucci¨®n y la muerte.
Desarrolla tus capacidades creativas, haz cosas que te eleven, que te ablanden el coraz¨®n. No es f¨¢cil; hacen falta muchos esfuerzos, mucho trabajo y tambi¨¦n l¨¢grimas, pero la vida es tan bella que merece la pena. Por fin te dir¨¦ que el hombre fuerte y valiente no es el que da pu?etazos y apu?ala; esto est¨¢ al alcance de cualquier animal. Ser fuerte no es dejar que el odio entre en nuestro coraz¨®n.
As¨ª que, a pesar de lo que pas¨®, te perdono y te amo. Que esto te sirva de lecci¨®n para mejorarte".
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