Par¨ªs bien vale un desfile

Da cuenta EL PA?S, en la edici¨®n del domingo 22 de agosto, del homenaje que Par¨ªs rinde a sus libertadores espa?oles, los republicanos de la Divisi¨®n Leclerc, en el 60? aniversario de la liberaci¨®n de la capital francesa. Ya ven, iron¨ªas de la Historia, h¨¦roes all¨ª los que aqu¨ª han sido tratados como villanos. A la celebraci¨®n faltan muchos -casi todos- de aquellos hombres y mujeres por la obviedad f¨ªsica del inexorable paso del tiempo y de la muerte. Se quejan con amargura algunos supervivientes de que este reconocimiento llega tarde. Pero, al menos, a Par¨ªs ha llegado. Siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs.

En Espa?a son ya muy pocos los que sobreviven para ver algo similar: octogenarios y nonagenarios participantes en nuestra Guerra Civil, historia viviente que, quiz¨¢s, s¨®lo aguarda -ocupados como han estado, tanto los que se fueron como los que se quedaron aqu¨ª, en simplemente vivir- que alguien les d¨¦ no ya las gracias, sino que recuerde simplemente con respeto su existencia y su contribuci¨®n a la situaci¨®n que ahora disfrutamos en Espa?a y en Europa. Parece como si quisi¨¦ramos echar un manto de olvido encima de ellos.

El Parlamento espa?ol ha tardado, se dice pronto, veintiocho a?os tras la muerte del dictador en brindar un m¨ªn¨²sculo reconocimiento -y encima no exento de problemas, limitaciones y desencuentros- a esa generaci¨®n maltratada. Este a?o se cumple -se ha cumplido ya- el 65? aniversario del final de la contienda civil. Es una fecha redonda. Ah¨®rrense los fastos in¨²tiles del futuro 75? aniversario: es ahora cuando a¨²n tenemos a algunos de los protagonistas entre nosotros, ahora, cuando podemos reparar la injusticia hist¨®rica del olvido y la desmemoria con uno o varios actos p¨²blicos, populares, solemnes y, por qu¨¦ no, festivos. ?O es que nos encanta lo p¨®stumo?