La duda cura
Cuando el nuevo Gobierno acababa de posar para la historia y ya se daba por concluido el tr¨¢mite, los fot¨®grafos pidieron a las ministras que posaran ellas solas con el presidente. La ocasi¨®n lo exig¨ªa, pues era la primera vez que goz¨¢bamos de un Gabinete con el mismo n¨²mero de hombres que de mujeres. Los ministros se acaban de retirar, pues, al interior del edificio (todav¨ªa se puede ver la nuca de un par de ellos en segundo plano) y las ministras se disponen a ocupar los huecos que han dejado. Pero el fot¨®grafo, en vez de esperar a que se colocaran, dispar¨® la c¨¢mara y obtuvo esta coreograf¨ªa fant¨¢stica en la que todo el mundo parece presa de una jubilosa indecisi¨®n.
El propio Rodr¨ªguez Zapatero no sabe muy bien d¨®nde colocarse. Est¨¢ tan desconcertado como sus ministras, pero se trata de un desconcierto divertido que comparte con Magdalena ?lvarez (Fomento), cuya mirada se acaba de cruzar con la suya. Por fin, un hombre que no s¨®lo no sufre por no saber muy bien cu¨¢l es su lugar en la nueva sintaxis paritaria, sino que es capaz de disfrutar de esos instantes de zozobra. La imagen metaforiza la perplejidad de toda la sociedad frente al nuevo tipo de relaci¨®n que se acaba de inaugurar entre hombres y mujeres. Los lugares que unas y otros ven¨ªamos ocupando ya no sirven. Tenemos que cambiar de sitio, pero podemos convertir ese cambio en un drama o en un ballet. El Gobierno de Zapatero lo convirti¨® en un ballet aquella ma?ana del 19 de abril, a dos d¨ªas de que estallara la primavera. Observen, si no, la armon¨ªa con la que se produce el desbarajuste, que parece, m¨¢s que un verdadero desbarajuste, su representaci¨®n art¨ªstica.
No conocemos la fotograf¨ªa oficial, es decir, la que los fot¨®grafos realizaron una vez que cada una de estas mujeres se coloc¨® en su sitio y todas ellas pusieron cara de ministras, pero la que deber¨ªa pasar a los libros de historia y a las actas deber¨ªa ser ¨¦sta.
Lo verdaderamente incre¨ªble es que, habi¨¦ndose inventado la fotograf¨ªa hace tanto tiempo, no se hubiera podido obtener una instant¨¢nea semejante hasta el siglo XXI. O la fotograf¨ªa se invent¨® antes de tiempo o la paridad se invent¨® demasiado tarde. No se esfuercen: fue la paridad la que lleg¨® con retraso. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y lo es: no hay m¨¢s que observar el rostro de Mar¨ªa Jes¨²s San Segundo, ministra de Educaci¨®n, Ciencia y Tecnolog¨ªa; de Mar¨ªa Antonia Trujillo, ministra de la Vivienda; de Elena Salgado, ministra de Sanidad; de Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, vicepresidenta primera y ministra de Presidencia; de Carmen Calvo, ministra de Cultura; de Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente; de Magdalena ?lvarez, ministra de Fomento, y de Elena Espinosa, ministra de Agricultura y Pesca. Pronuncie usted sus nombres y sus cargos uno a uno, con la lentitud de las lecturas solemnes, y despu¨¦s juegue, como los personajes de la foto, a no saber cu¨¢l es su lugar en el nuevo ordenamiento. La duda cura.
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