David Barrufet, en nombre de todos
Pocas veces en la cara de unos deportistas se hab¨ªa reflejado tan crudamente la imagen de la derrota. Los jugadores espa?oles acababan de perder uno de aquellos partidos que nunca olvidar¨¢n, por cuanto sucedio y tambi¨¦n por el marco en que se produjo. Cayeron frente a Alemania en los cuartos de final. Y estaban tan exhaustos como desmoralizados. "Lo hemos dejado todo en la pista", exclam¨® Barrufet, que tuvo una actuaci¨®n memorable y que fue uno de los pocos, casi el ¨²nico, que se par¨® en la zona mixta para hacer declaraciones. "Estoy hundido", atin¨® a decir un Duisheb¨¢ev, que prefiri¨® callarse y marcharse directamente al vestuario.
La salida de la pista fue un drama. Iker Romero lanz¨® un grito al aire para sacar toda la rabia que llevaba contenida. Y sus compa?eros fueron desfilando en silencio, sin levantar la cabeza, sabiendo que se les hab¨ªa escapado una buena oportunidad de estar en las semifinales y de poder luchar por las medallas. "Debemos marcharnos orgullosos", agreg¨® Barrufet, pr¨¢cticamente en nombre de sus compa?eros. "Hemos dado la cara hasta el final. Y cuando han llegado los penalties, f¨ªsicamente est¨¢bamos al l¨ªmite. Los lanzamientos eran ya una loter¨ªa. Pero es evidente que si no marcas alguno no puedes ganar".
"Todav¨ªa no comprendo lo que ha podido pasar", manifest¨® C¨¦sar Argil¨¦s unos minutos m¨¢s tarde. "Han lanzado los penaltis los que lo hacen habitualmente [Hern¨¢ndez, Belaustegui, Juan¨ªn, O'Callaghan], y ellos mismos lo han pedido. Pero cuando han estado all¨ª, frente a todo el p¨²blico chillando, y ante la presi¨®n del momento, no han podido con todo. Es muy duro perder la opci¨®n de entrar en unas semifinales ol¨ªmpicas de esta forma".
En el vestuario, los internacionales espa?oles estaban hundicos. Algunos lloraban desconsoladamente, algunos intentaban consolar a sus compa?eros para disimular su frustraci¨®n y otros se escond¨ªan la cabeza entre las manos. Destrozados. La reina Sofia, las infantas Cristina y Elena, e I?aki Urdangar¨ªn, Duque de Palma, intentaron darles consuelo y animarles. Result¨® in¨²til. "Para un deportista esto es muy duro", convinieron a decir cuantos acudieron al vestuario espa?ol. Y m¨¢s a¨²n teniendo en cuenta que para muchos de ellos ¨¦sta era su ¨²ltima oportunidad ol¨ªmpica.
Apartada de la pugna por las medallas, Espa?a deber¨¢ luchar por una plaza entre la quinta y la octava. Su pr¨®ximo enfrentamiento ser¨¢ contra el perdedor del partido entre Francia y Rusia, que no hab¨ªa concluido al cierre de esta edici¨®n. El segundo depender¨¢ del resto de resultados.
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