Anjel Lertxundi cree que la normalizaci¨®n ha causado "miedo esc¨¦nico" al euskera

Anjel Lertxundi (Orio, 1948), figura clave de la literatura vasca, articulista y profesor durante 17 a?os, advirti¨® ayer de que el "necesario" proceso de normalizaci¨®n del euskera est¨¢ teniendo consecuencias nada deseables en la ense?anza de este idioma, por primar la norma frente a la libertad del hablante, lo formal frente a lo expresivo. "Lo peor que se puede hacer es crear una especie de miedo esc¨¦nico en torno a una lengua. Y nosotros lo hemos hecho", recalc¨® ayer en el Palacio Miramar de San Sebasti¨¢n, en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad del Pa¨ªs Vasco.Lertxundi hizo una referencia breve, pero rotunda, sobre los efectos negativos que conlleva la normalizaci¨®n del euskera, durante su intervenci¨®n en el seminario El humor en la educaci¨®n, en el que tambi¨¦n intervinieron Amadeu Viana San Andr¨¦s, profesor de la Universidad de Lleida, y Kepa Larrea Muxika, profesor del euskaltegi municipal de Arrigorriaga. "Hacerla era absolutamente necesario, pero, como suele suceder con este tipo de fen¨®menos, hemos llegado al extremo de insistir tanto en la norma que lo que hemos hecho ha sido coartar la libertad del hablante", destac¨® el escritor guipuzcoano. "Estamos planteando una ense?anza de la lengua, una relaci¨®n con ella, como si fuera una gran fosa llena de cocodrilos. Y cada vez tengo m¨¢s la impresi¨®n de que ni profesores ni alumnos se sienten c¨®modos", agreg¨®.

Lertxundi sabe de lo que habla, ya que durante 17 a?os fue profesor, primero en Lasalle y en la escuela de Zarautz y despu¨¦s, en la Escuela de Magisterio de San Sebasti¨¢n, donde impart¨ªa clases de literatura. Ahora que se dedica en exclusiva a escribir, comprueba desde la distancia que se ha perdido el sentido l¨²dico de la lengua.

"Hoy por hoy, prima m¨¢s la norma, prima m¨¢s lo estrictamente formal que lo expresivo y la utilizaci¨®n placentera del euskera, que es m¨¢s dif¨ªcil para el alumno porque le exige ser m¨¢s activo, m¨¢s creativo", explic¨®. "Y creo que as¨ª no vamos a ninguna parte". ?l aboga precisamente por recuperar esa vertiente, "porque, si no es alegre y no es un gozo, una lengua te pesa y te acercas a ella con miedo, con ese miedo a meter la pata. Y pienso que, en cierto modo, lo que estamos haciendo es frenar m¨¢s que abrir caminos".

Perder el miedo

Las palabras de Lertxundi, autor de ensayos, art¨ªculos de prensa y novelas como Argizariaren Egunak o Lehorreko Koadernoa, trascendieron con mucho la frontera de la reflexi¨®n. Fueron una clara invitaci¨®n a que profesores y alumnos se sacudan todos los temores a equivocarse y disfruten hablando en vasco. "Ni Koldo Mitxelena conoc¨ªa la mil¨¦sima parte de todo el euskera", anim¨® a su audiencia.

"Una lengua tienen innumerables elementos para conocer y campos para investigar e ir descubriendo. Uno tiene que partir m¨¢s de ese placer del descubrimiento que de ese miedo a estar en un territorio desconocido. Con la lengua tenemos que encontrarnos como en nuestra propia casa, con esa tranquilidad con la que uno se sienta en el sill¨®n, se quita los zapatos y se pone las zapatillas", apostill¨®.

Lertxundi centr¨® su dicurso en el euskera, pero se mostr¨® convencido de que no es ni mucho menos el ¨²nico idioma aquejado de este tipo de problemas. "Creo que el deterioro de la ense?anza de las lenguas es algo generalizado", asegur¨®.