Antonini y las hermanas Lab¨¦que cierran el Festival de Torroella con un concierto espl¨¦ndido
Giovanni Antonini vive la m¨²sica como una excitante recreaci¨®n de im¨¢genes sonoras. El inquieto flautista y director italiano volvi¨® a actuar anteanoche en Torroella de Mongr¨ª (Girona) al frente de Il Giardiono Armonico y dio rienda suelta a su ¨ªmpetu musical en un concierto dedicado al clasicismo que clausur¨® el festival ampurdan¨¦s en un clima de desbordante vitalidad. A la fiesta musical se sumaron las hermanas Katia y Marielle Lab¨¦que, en una electrizante versi¨®n del Concierto para dos pianofortes en mi bemol mayor, K. 365, de Mozart.
En su primer concierto como solista y conjunto invitado del Festival de Torroella, celebrado el 19 de agosto, Antonini de Il Giardino Armonico triunf¨® con sus din¨¢micas y vitales lecturas de la m¨²sica barroca. Pero en su segunda cita, Antonini abandon¨® el barroco para adentrarse en el clasicismo con su comunicativo temperamento y demostr¨® que tiene muchas cosas que decir en este repertorio, al que dota de una energ¨ªa arrolladora.
Abrieron la velada con la Sinfon¨ªa en re menor 'La casa del diavolo', op. 12, n¨²m. 4, de Boccherini, y, desde los primeros compases, asombraron con una tensi¨®n y una incisividad dram¨¢tica que llen¨® de vida la partitura. Hubo refinamiento y elegancia, pero en cada esquina de la aparente amabilidad de esta m¨²sica asomaban reveladores perfiles dram¨¢ticos. Antonini va directo al coraz¨®n de la m¨²sica: la hace suya y comunica su concepci¨®n interpretativa a los m¨²sicos con una gestualidad de inequ¨ªvoca ra¨ªz teatral.
El plato fuerte de la velada fue el Concierto para dos pianofortes de Mozart, con las hermanas Lab¨¦que. El encuentro entre Antonini y las Lab¨¦que fue memorable. Las dos grandes pianistas francesas se adentran en el mundo de los instrumentos con la curiosidad desbordante por redescubrir el lenguaje mozartiano. Antonini teji¨® un acompa?amiento lleno de sutilezas, con un balance ¨®ptimo. Y las Lab¨¦que tocaron con extraordinarios y delicados matices ante un p¨²blico que no quer¨ªa perderse ni un detalle, aunque la ac¨²stica, deficiente, se llev¨® por delante instantes m¨¢gicos.
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