A los 150 a?os de 'Walden', un mito ecologista
El libro de Thoreau, una biblia de la vida natural, convirti¨® el lugar de Massachusetts en favorito de sus lectores.
A qui¨¦n votar¨ªa hoy Henry David Thoreau? ?sta fue la cuesti¨®n m¨¢s discutida en la ¨²ltima sesi¨®n de las jornadas que cada a?o celebran en la peque?a poblaci¨®n de Concord el nacimiento en 1817 del escritor y naturalista norteamericano. El mito que rodea la vida y obra de Thoreau, rom¨¢ntico autor de diarios, ensayos y libros de viaje, atrae a Concord y a la adyacente laguna de Walden a unos 700.000 visitantes por a?o, que adoran la r¨¦plica de la casita que Thoreau construy¨® en los terrenos que un amigo, el fil¨®sofo Ralph Waldo Emerson, pose¨ªa a orillas de la laguna.
En agosto de 1854, Thoreau public¨® su segundo libro, un largo y denso relato de su "experimento vital" en esa casa, y hoy Walden se ha convertido en lectura obligatoria para los estudiantes de literatura inglesa, pero tambi¨¦n en la sagrada escritura del movimiento ecologista estadounidense. Durante los d¨ªas anteriores al cumplea?os de Henry, este verano, la Thoreau Society (asociaci¨®n de entusiastas fundada en 1941) organiz¨® charlas y excursiones para los m¨¢s de 200 participantes llegados de varios pa¨ªses. Entre otras actividades, se ley¨® el texto completo de Walden mientras numerosos ba?istas procedentes de Boston disfrutaban de sus aguas.
El ambiente preelectoral es palpable en Concord, enclave donde se inici¨® en 1775 la revoluci¨®n americana. Aunque Brad Dean, especialista en la vida y ¨²ltimos manuscritos de Thoreau, aclar¨® al auditorio que ¨¦ste no vot¨® jam¨¢s, muchos miembros de la Thoreau Society portaban pegatinas a favor de Kerry. Adem¨¢s del t¨ªpico ambiente liberal de Nueva Inglaterra, era visible la preocupaci¨®n de los profesores de literatura por la dificultad de explicar Walden a sus alumnos. Uno de esos docentes, Wayne Dilts, declar¨® que "la mayor¨ªa nunca se ha planteado dar un paseo por los bosques, y mucho menos hacerlo en soledad. Los chicos de hoy nunca est¨¢n solos; cuando quieren pensar, lo hacen por tel¨¦fono con sus amigos, y Walden cuestiona esa forma de vida".
Walden es s¨®lo una de las 1.100 lagunas de Massachusetts; lo que la hace ¨²nica es su presencia en la obra de Thoreau, en un periodo colosal (1850-55) en la literatura estadounidense: La letra escarlata de su vecino Hawthorne; Moby Dick de Melville, Hojas de hierba de Whitman, o La caba?a del t¨ªo Tom de Beecher Stowe. John Updike concluye en una edici¨®n conmemorativa de Walden que este libro es el que m¨¢s ha contribuido a labrar el a menudo contradictorio concepto que EE UU tiene de s¨ª mismo. Thoreau tambi¨¦n hizo c¨¦lebre la expresi¨®n "desobediencia civil" en el ensayo que escribi¨® contra la esclavitud y la guerra que los EE UU llevaron a cabo en M¨¦xico durante los a?os de su permanencia en la caba?a (1845-1847). Leo Marx, profesor de literatura e historia de la tecnolog¨ªa en el MIT, desarroll¨® las similitudes entre las invasiones de Irak y M¨¦xico para concluir: "Walden nunca ha sido tan actual como hoy".
V¨ªctima de la tuberculosis, Thoreau muri¨® en 1862 y su obra tard¨® muchos a?os en ser reconocida incluso dentro de EE UU. Hoy, su sencilla tumba se encuentra cubierta por flores, hojas y recuerdos tra¨ªdos de todo el mundo por sus lectores. En una mesa redonda sobre su acogida en el extranjero, entre representantes japoneses, rusos, suecos y b¨²lgaros, el traductor al castellano record¨® la elogiosa rese?a que sobre Walden escribi¨® Antonio Machado en 1907: "Leed, pues, intelectuales espa?oles, si a¨²n no lo hab¨¦is aprendido de memoria, el libro de este intelectual que so?¨® como latino y como saj¨®n puso en pr¨¢ctica su sue?o".
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