?De veras quieres ser poeta?
QUIERO SER POETA. Yo tengo muchas cosas que decir". Estas frases abominables se te pasan un d¨ªa por la cabeza. Los rigores y el aburrimiento estival hacen que de repente creas que puedes dedicarte al arte de Antonio Gala. Aunque ?est¨¢s seguro? Lo primero que debes recordar es que, si esas servilletas que emborronas en los bares no te sirven para ligar, es remoto que te sirvan para alcanzar la gloria. Pero si el deseo persiste y no se te pasa ni tumb¨¢ndote un rato, corre a comprar un libro titulado El psic¨®pata, un camale¨®n en la sociedad actual, de Vicente Garrido. No porque t¨², poeta en ciernes, seas psic¨®pata, claro que no, ni porque Vicente Garrido utilice la palabra camale¨®n en sentido metaf¨®rico. Es porque en el libro se explica algo sobre las met¨¢foras que debes conocer. Seg¨²n don Garrido, unos cient¨ªficos obligaron a leer 30 met¨¢foras a un grupo de psic¨®patas y a un grupo de no psic¨®patas. (No s¨¦ los m¨¦todos empleados para ello). Ambos grupos las ten¨ªan que valorar, y ¨¦stas son las conclusiones del estudio: "No hubo diferencias en la comprensi¨®n de las met¨¢foras, pero, cuando ten¨ªan que decidir la orientaci¨®n emocional de las frases, los psic¨®patas comet¨ªan grandes errores". Piensa en ello. Y mientras lo haces, lee mis consejos en primera persona.
1. Sobre solapas. No es necesario que en la solapa ponga el t¨ªtulo del libro en el que estoy trabajando actualmente. Cuando me preguntan si estoy casado, no contesto que s¨ª, pero que actualmente trato de ligarme a Ver¨®nica Blume.
1 bis. Aunque mi biograf¨ªa sea tan anodina que s¨®lo ocupe tres l¨ªneas, no tengo derecho a torturar a mis lectores con una solapa po¨¦tica: "Nac¨ª en domingo para no molestar, pero no quer¨ªa salir" es una frase ideal para el recordatorio de un bautizo "divertido", pero en cualquier otro soporte merece un castigo. Por ejemplo, trabajos forzados en la ONG Ge¨®grafos sin Fronteras o una cena en un restaurante de fusi¨®n.
3. Estilo. Los puntos suspensivos son a mi texto lo que la silicona a unos labios. Ocupan, pero no enga?an a nadie.
3 bis. Las onomatopeyas estaban bien en los ochenta. Ahora son a un poema lo que la crema de leche a la pasta.
3 bis A. Si mi poema son s¨®lo tres palabras, procurar¨¦ al menos ponerlas en la misma hoja. Recordar¨¦ al pobre ¨¢rbol sacrificado y a su familia. Escribir¨¦ en letra peque?a y a rengl¨®n seguido. No olvidar¨¦ que mis lectores son capaces de captar mis matices, del mismo modo que los captan cuando en un restaurante de fusi¨®n les ponen un plato grande como una piscina con un carpaccio t¨ªsico en el centro.
4. Aunque las musas hayan derramado sobre m¨ª ese extraordinario talento para la poes¨ªa in¨¦dita, eso no quiere decir que tambi¨¦n me hayan premiado con una buena voz y una dicci¨®n clara. Si en una tarde lluviosa estoy con unos amigos, no recitar¨¦ junto a la chimenea. Y menos si el poema es m¨ªo. Y menos si el poema es largo. Y menos si al lado de la chimenea hay una televisi¨®n.
5. Hay algo peor que un poeta que ensalza la naturaleza. El poeta que ensalza la tecnolog¨ªa. Nadie discute que un minipimer no sea bonito. S¨®lo debo preguntarme si superar¨¦ la belleza literaria del folleto de instrucciones que acompa?a a tan ¨²til objeto.
6. Un poeta no tiene por qu¨¦ fijarse obligatoriamente en las cosas peque?as y nimias. De vez en cuando puede fijarse en alguna cosa descomunal e importante sin arruinar su reputaci¨®n de observador de lo cotidiano. Lo intentar¨¦.
7. A nadie le importar¨¢ que convierta el pueblucho en el que paso los veranos en mi territorio de ficci¨®n, pero si estoy pensando en una ciudad tipo Par¨ªs, tendr¨¦ en cuenta que hay cola.
8. He o¨ªdo que la nueva tendencia po¨¦tica que se lleva es la vuelta a lo primitivo. No debo hacer caso. Cada vez son m¨¢s los artistas que en lugar de volver a lo primitivo, al ¨²nico lugar donde quieren volver es al bar.
9. Cuando en el jard¨ªn de infancia contaba lo poco valorado que me sent¨ªa en casa, todos los ni?os hu¨ªan. Lo tendr¨¦ en cuenta para mis futuras ruedas de prensa.
10. No es cierto que la literatura ayude a superar fantasmas y traumas. Ir¨¦ al m¨¦dico.
11. Por muy encantador que me sienta, no le dir¨¦ nunca a la becaria que me entrevista que escribo poes¨ªa porque no s¨¦ hacer otra cosa. Si ten¨ªa alguna oportunidad de que se acostara conmigo, la perder¨¦.
12. En pleno agosto puedo apagar la estufa de mi buhardilla sin tener la sensaci¨®n de que traiciono a mis lectores y a todos los poetas del XIX.
13. Antes de rimar lo que sea, recordar¨¦ las ¨²ltimas pel¨ªculas pornogr¨¢ficas que he visto: Las tres seguratas se lo montan a cuatro patas o Luci, Pepa y Amparito te quieren tocar el pito. ?Puedo superarlo? Entonces, verso libre.
14. Cuando redacte los elogios de mi contraportada recordar¨¦ que la palabra outsider es a la poes¨ªa contempor¨¢nea lo que "tus dientes son perlas" es a la cl¨¢sica.
15 bis. Una poetisa realmente buena no vestir¨ªa jam¨¢s como Las tres hermanas ni dir¨ªa nunca a sus amigos "es que yo soy muy rara".
16. Resumen. Se ha dicho que el mejor poeta es el poeta muerto. No es cierto: el mejor poeta es el poeta muerto e in¨¦dito. No lo olvidar¨¦.
![Ver¨®nica Blume, en la pasarela con el dise?ador Joaquim Verd¨².](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EAFFJ2MWT7FKOLW7TAD45UPTZI.jpg?auth=e997bcee1f446b318852deed6d9bb4dc7584b6368be446dc74193432bf4a3284&width=414)
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