Con calz¨®n y sin calz¨®n

Acebes y Zaplana hab¨ªan acudido a manifestarse a la puerta de la casa de veraneo presidencial, pero una palabra de Mariano Rajoy bast¨® para que se disolviese la convocatoria. "Y sin tirar piedras", chillaba Acebes mientras se iba. Zaplana le arrastraba de un brazo: "V¨¢monos de ca?as, Angelito, ?aprende a vivir, joder¨ªsimo!".

Invit¨¦ a Mariano Rajoy a entrar en casa. Ten¨ªa ganas de hablar con ¨¦l a calz¨®n quitado, pero siempre me ha dado verg¨¹enza quitarme los calzones frente al l¨ªder de la oposici¨®n, y hablamos a calz¨®n puesto.

-Ahora empieza lo serio, Mariano. En septiembre.

-Yo, chico, qu¨¦ quieres, te veo fragil¨ªsimo, si me permites.

-Once millones de votos me respaldan, Mariano, once millones.

-Bueno, bueno.

-El apoyo m¨¢s s¨®lido de la demo...

-Bueno, bueno.

-Bueno, bueno, ?qu¨¦?

-Dej¨¦moslo, Presidente.

-Ah, claro, olvidaba que nuestros votos son falsos, los votos socialistas siempre son sospechosos, o cautivos, o...

-Mira, Presidente, a ti te apoya, sobre todo, la izquierda deportiva. Y eso no es muy s¨®lido.

-?Y qu¨¦ es eso de la izquierda deportiva, si puede saberse?

-Aquellas personas que tienen la vida resuelta y son de izquierdas como quien es del Betis o del Valencia.

-Ya, bueno, quieres decir que ser de derechas es lo l¨®gico

y ser de izquierdas, puro esnobismo. Est¨¢is obsesionados con los actores porque ellos encabezaron el no a la guerra.

-Ya ver¨¢s cuando encabecen el no a Zapatero.

-Pues a ver si os encontr¨¢is en la manifestaci¨®n, ahora que os hab¨¦is aficionado a la pancarta.

-Puede ser, puede ser.

-?Tienes fuego, Mariano?

-Siempre se me hace raro verte fumar.

-S¨®lo cigarrillos, y nunca en p¨²blico.

-Claro, ?cu¨¢ndo se ha visto fumar al bueno?

-Ja ja ja.

-Ser¨ªa como ver a Richard Gere de asesino en serie, no lo permitir¨ªa su productor, habr¨ªa un l¨ªo colosal.

-Ja ja ja.

-?Sabes algo de ?nsar, Presidente?

-?No sabes t¨²?

-S¨ª, claro, s¨ª. Ejem... Era por contrastar. Ahora estar¨¢ jugando al domin¨® en Quintanilla de On¨¦simo, qu¨¦ fen¨®meno.

-?T¨² no juegas al domin¨®?

-A las cartas. Al tute cabr¨®n.

-?Es muy dif¨ªcil?

-Depende: a Acebes se le fundir¨ªan los plomos.

-?Qu¨¦ piensas hacer con ¨¦l?

-Pues... com¨¦rmelo con patatas hasta

que ¨¦l dimita irrevocablemente,

despu¨¦s me negar¨¦ tres veces y confiar¨¦ ciegamente en que dimita cuatro.

-Con ¨¦l y Zaplana no vas a ning¨²n lado.

-Sin ellos, probablemente tampoco.

-Pero con ellos, menos.

-Puede ser, pero yo fui su vicepresidente en el Gobierno, no era un se?or que pasaba por all¨ª. Ser¨ªa poco decente dejarles caer.

-?Y Alberto?

-Es imposible, pero ¨¦l es el ¨²nico que no lo sabe.

-Y est¨¢ Rodrigo Rato.

-Rodri. ?se s¨ª que se lo ha montado como Dios, en el FMI. Desde ah¨ª nos debe ver como hormiguitas.

-Rodri siempre nos vio como hormiguitas, Mariano.

-Seguramente.

-Yo deseo que os vaya muy bien, Mariano, porque Espa?a necesita que el primer partido de la oposici¨®n...

-Anda y que te zurzan, a ti y a tu buen talante.