Uno de los mercenarios juzgados por el golpe en Guinea Ecuatorial dice que confes¨® bajo tortura

Mientras la acusaci¨®n presentaba ayer por primera vez ante el tribunal de Malabo sus supuestas "pruebas" contra los 19 acusados por la intentona de golpe de Estado frustrado en marzo en Guinea Ecuatorial, uno de los inculpados denunci¨® las torturas de las que fue v¨ªctima durante su detenci¨®n. Otros dos acusados afirmaron que fueron obligados a firmar confesiones redactadas por la polic¨ªa.

"Es la primera vez en mi vida que vi que se interrogara a alguien y a la vez se le torturara. Puedo ense?ar las marcas. Qued¨¦ conmocionado", dijo ante el tribunal Sergio Fernando Patricio Cardoso, uno de los ocho surafricanos que se sientan en el banquillo de los acusados. Cardoso afirm¨® que el hombre que le tortur¨® estaba en la sala. "Uno de los principales problemas que tenemos en este juicio es que el fiscal estaba tambi¨¦n en la polic¨ªa y es el mismo que dirigi¨® la investigaci¨®n. S¨®lo nos falta que sea tambi¨¦n el juez", dijo el abogado de la defensa, Fernando Mico.

El fiscal general del Estado, Jos¨¦ Obono, pidi¨® que se leyeran las confesiones que hicieron algunos de los supuestos mercenarios cuando fueron detenidos y que describen en detalle el plan de golpe que pretend¨ªa derrocar al presidente Obiang y poner en su lugar al l¨ªder de la oposici¨®n en el exilio en Madrid, Severo Moto.

George Olympic Allerson, uno de los acusados, asegur¨® que polic¨ªas de Zimbabue -donde fueron detenidos otros 70 supuestos mercenarios que iban a participar en el golpe- le hicieron una serie de preguntas en las que explicaban el golpe, pero que en el informe no apuntaron sus desmentidos. "Me forzaron a firmar. Nos dijeron que si firm¨¢bamos nos liberar¨ªan de inmediato... la mayor parte de lo que hay en esta confesi¨®n no se corresponde con lo que dije".

Las otras pruebas que present¨® el fiscal se limitaron a una serie de documentos cuyo v¨ªnculo con el golpe no fueron establecidos, y "muestras" de las armas que supuestamente llevaban los mercenarios. El principal acusado, el surafricano Nick du Toit, reconoci¨® parte de los cargos, pero exculp¨® a todos los otros inculpados.