La Guardia Civil no hall¨® anomal¨ªas tras inspeccionar la mina del explosivo del 11-M

La Guardia Civil de Asturias investig¨® hasta octubre de 2003 la existencia en Avil¨¦s de una trama de tr¨¢fico de explosivos y drogas, liderada por Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras, sin lograr resultado alguno. Un informe del instituto armado remitido ayer a la comisi¨®n que investiga el 11-M en el Congreso afirma que las pesquisas fueron comunicadas a la fiscal¨ªa, que no apreci¨® base para pincharle los tel¨¦fonos. Los agentes, adem¨¢s, inspeccionaron en varias ocasiones la mina de Caolines de Merill¨¦s, de donde fueron robados los explosivos, sin hallar "anomal¨ªa alguna".

El informe asegura que el 27 de febrero de 2003, la Unidad Central Operativa envi¨® una nota informativa a la jefatura de Asturias, en la que se aseguraba que gracias a la "fuente A-1", es decir, Raf¨¢ Zouhier, se hab¨ªa sabido que "Antonio Toro Castro [cu?ado de Trashorras] pose¨ªa 150 kilos de explosivos y traficaba con drogas". Los agentes hicieron reconocimientos en el entorno de los domicilios de Toro y Su¨¢rez y los sometieron "a seguimientos y vigilancias", pero no observaron "actividades il¨ªcitas".

La Guardia Civil asegura que, con lo obtenido hasta entonces, un capit¨¢n de la comandancia de Oviedo se entrevist¨® "con los fiscales de Avil¨¦s" para informarles de la investigaci¨®n y para pedirles "asesoramiento sobre la forma de judicializarla para obtener intervenciones telef¨®nicas". Seg¨²n el informe, los fiscales respondieron "que con lo obtenido hasta el momento no era posible fundamentar un mandamiento de entrada y registro o de intervenci¨®n telef¨®nica".

La investigaci¨®n se orient¨®, en mayo, hacia el tr¨¢fico de drogas, porque parec¨ªa ser "la principal actividad il¨ªcita de los investigados", pero tampoco se avanz¨® mucho. Adem¨¢s, tras varias semanas, la cosa apenas avanz¨®, entre otros motivos, porque, "al parecer, el confidente de la UCO hab¨ªa dejado de informar". Eso s¨ª, en junio de 2003 fue detenido Toro por narcotr¨¢fico, pero no se hall¨® nada en el registro de sus propiedades.

El informe subraya que la Intervenci¨®n de Armas (la unidad del instituto armado que tiene encomendado el control de armas y explosivos) efectu¨® "las preceptivas inspecciones documentales en la mina de Caolines de Merill¨¦s", de la que forma parte la mina Conchita, que se efect¨²an de manera mensual, y revis¨® los libros de entradas y salidas diarias de material pero "no se encontr¨® anomal¨ªa alguna".

Adem¨¢s, el 2 de julio de 2003 -casi ocho meses antes del robo de la dinamita del 11-M- se llev¨® a cabo "una inspecci¨®n inesperada sobre el terreno" para comprobar si se segu¨ªan todas las medidas de seguridad, especialmente en los minipoles, los peque?os polvorines de la mina. "Finalizada dicha inspecci¨®n se levant¨® el acta correspondiente, siendo firmada por el interventor y el director facultativo sin novedad".

Emilio Llano ?lvarez, capataz de la mina Conchita, de donde supuestamente proceden los explosivos, fue detenido y encarcelado en junio pasado bajo la acusaci¨®n de haber alterado el libro de registro donde se contabilizan los pedidos de explosivos y la cantidad que se gasta.

La Polic¨ªa Cient¨ªfica, por otro lado, ha descartado que los clavos y tornillos que compon¨ªan la metralla utilizada en la matanza del 11-M fueran facilitados a los terroristas por el grupo asturiano que les vendi¨® los explosivos.