Esperando a Dogot
Que en Espa?a no hay autores noveles? A base de repetirlo, algunos quieren hacer cierto este t¨®pico. Si atendemos exclusivamente a lo que programan los teatros comerciales de Madrid, donde hasta mediados de los a?os setenta se estrenaron las obras que la censura permiti¨® (de otras muchas s¨®lo autorizaba dos o tres funciones, y en montajes de grupos universitarios), pues s¨ª, parece que no hay autores espa?oles: todo son comedias cuyos derechos los empresarios corren a comprar a Londres, reposiciones y musicales anglosajones. Pero los autores espa?oles no s¨®lo existen: sobreabundan. Los teatros alternativos estrenan todas las temporadas decenas y decenas de obras escritas aqu¨ª y ahora. El problema es que lo que hacen tiene una proyecci¨®n muy limitada, independientemente de su calidad, que a veces es mucha. Otros autores ni siquiera intentan ese camino: escriben, y buscan la publicaci¨®n o la lectura dramatizada. La puerta de acceso al mercado es m¨¢s estrecha que nunca. Casos como el de David Desola son una excepci¨®n feliz. Baldosas, su primera obra, circul¨® bien entre productores y distribuidores, y acab¨®, sorprendentemente, subiendo en 2000 al teatro Arlequ¨ªn, a quince pasos de la Gran V¨ªa. Rivalizando con el ingenio ilimitado del inventor de las hipotecas de segunda generaci¨®n (las que se hacen en Jap¨®n a 70 a?os, y se dejan como herencia), Desola imagin¨® un sistema de venta de pisos baldosa a baldosa, y a una pareja joven y modesta que s¨®lo pod¨ªa comprar cuatro e intentaba vivir en espacio tan escaso.
Baldosas es una comedia ¨¢gil que exige virtuosismo en la interpretaci¨®n y en la puesta en escena. Funcion¨® lo suficientemente bien para que su autor se animara a seguir: el 5 de septiembre preestrena Almacenados, su segunda pieza, en las Jornadas de Teatro de Avil¨¦s, y el 7 la estrena oficialmente en el teatro Alc¨¢zar, de Plasencia. Puestas una junto a la otra, forman un d¨ªptico que, enviado al espacio en una de esas naves interestelares en las que se embarcan muestras de los objetos m¨¢s representativos de nuestra civilizaci¨®n, ofrecer¨ªan a los extraterrestres una idea aproximada de lo dif¨ªcil que tiene un trabajador ganarse la vida y el techo en Espa?a (un par de datos: el precio medio del metro cuadrado en Par¨ªs est¨¢ en 4.100 euros, seg¨²n Le Monde, 25 de junio; en Madrid, cuesta s¨®lo 400 euros menos; el salario m¨ªnimo interprofesional es, en Francia, 1.286 euros mensuales, y en Espa?a, 541 euros: el que ten¨ªan nuestros vecinos hace veinte a?os).
Almacenados es una tragicomedia en cinco jornadas (laborables), protagonizada por el se?or Lino (Jos¨¦ Sacrist¨¢n), jefe de almac¨¦n a punto de jubilarse, y Nin (Carlos Santos), un aprendiz que, al levantarse el tel¨®n, se enfrenta a su primer d¨ªa en un trabajo del que nada sabe. Nin se dirige a Lino con la fe ingenua con que el protagonista de Ante la ley, el cuento de Kafka, comparece ante el guardi¨¢n de la puerta, y Lino le habla de su trabajo como Vlad¨ªmir habla a Estrag¨®n de Godot, y con parecido resultado: tienen que esperar. Los personajes de Desola est¨¢n emparentados con los del primer Paso, el de Los pobrecitos, son un punto arnichescos y una coma azconianos: cuando el se?or Lino ve que el aprendiz, al segundo d¨ªa, se atreve a hacer algo que a ¨¦l no se le ocurri¨® en 11 a?os, le invade la misma envidia amarilla que al viejo interpretado por Pepe Isbert en El cochecito al verse a s¨ª mismo con una garrota mientras sus amigos se desplazan en coches de inv¨¢lido.
Le¨ªda, la obra tiene dos registros. Uno, el que utiliza Isbert en la pel¨ªcula de Ferreri, y en El verdugo (otro personaje apaleado al que le llega la hora del relevo): como los protagonistas de ambas, el se?or Lino es tierno y rid¨ªculo, y requiere de su int¨¦rprete una vis c¨®mica absoluta. El segundo registro es peligrosamente sentimental y melodram¨¢tico, al estilo del que usan Forqu¨¦, Mas¨® y sus coguionistas en Un mill¨®n en la basura. Habr¨¢ que ver hacia d¨®nde inclinan la representaci¨®n Juan Jos¨¦ Afonso, productor tinerfe?o que en esta ocasi¨®n ejerce de director, y los int¨¦rpretes. Hay mucho del cine espa?ol de los a?os cincuenta y sesenta en Almacenados. Y un final tragic¨®mico que parece escrito pensando en Jos¨¦ Orjas.
Almacenados. Avil¨¦s. Teatro Palacio Vald¨¦s. 5 de septiembre. Plasencia. Teatro Alc¨¢zar. 7 de septiembre.
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