Cambios de humor
El a?o 2004 ser¨¢ recordado por los part¨ªcipes de fondos de renta variable por el continuo tejer y destejer de rentabilidades que sufrieron sus inversiones. Y es que, desde el pasado mes de febrero, la rentabilidad media mensual de los 700 fondos no especializados que se distribuyen en Espa?a, y que concentran sus inversiones bien sea en Estados Unidos, en Europa o en Jap¨®n, ha estado oscilando continuamente entre las ganancias y las p¨¦rdidas. De modo que, ocho meses despu¨¦s de comenzado 2004, s¨®lo los fondos japoneses acumulan rentabilidades medias por encima de las que exhib¨ªan a finales de febrero. Se pueden, pues, computar no menos de seis cambios de humor en los mercados de renta variable desde comienzos de a?o, as¨ª como constatar una reciente aceleraci¨®n de ese comportamiento ciclot¨ªmico.
Aunque no hay que extra?arse demasiado ya que, en esto, 2004 est¨¢ resultando bastante arquet¨ªpico: los a?os en los que los bancos centrales deciden empezar a subir los tipos de inter¨¦s las bolsas suelen ajustarse a este patr¨®n de comportamiento, con altibajos continuados que parecen no conducir a ninguna parte. Con un d¨ªa de retraso, las oscilaciones en la cotizaci¨®n de los valores se trasladan a la valoraci¨®n de la cartera de los fondos de inversi¨®n que realizan a diario las gestoras de instituciones de inversi¨®n colectiva, provocando con ello que el movimiento de vaiv¨¦n sea igualmente visible en los fondos de inversi¨®n.
Pero lo sucedido en agosto ha sido una manifestaci¨®n extrema de todo lo dicho. Al comenzar el mes, el principal ¨ªndice burs¨¢til espa?ol, el Ibex 35, estaba situado en 7.919 y al terminarlo en 7.869, apenas un 0,63% m¨¢s abajo. Sin embargo, en el transcurso de las vacaciones su vida no ha podido ser m¨¢s agitada, a la vez que m¨¢s c¨ªclica, pues se ha pasado la primera quincena bajando y la segunda subiendo. Y lo mismo han hecho la mayor¨ªa de ¨ªndices conocidos, europeos, asi¨¢ticos o americanos. Pero, si es bien sabido que el elemento catalizador de la ca¨ªda fue una combinaci¨®n de malos datos econ¨®micos en EE UU y de la fort¨ªsima subida de los precios del petr¨®leo, sorprende el que nadie pueda explicar convincentemente qu¨¦ provoc¨® una recuperaci¨®n que se inici¨® el 16 de agosto, cuando a¨²n quedaban cuatro d¨ªas (y tres d¨®lares m¨¢s) de subida en el precio del petr¨®leo.
Desde entonces, la recuperaci¨®n de las bolsas y, con ella, la de los fondos de renta variable se ha mantenido, sin que ninguna noticia, ni buena ni mala, haya conseguido desviarla de su trayectoria ascendente. Las bolsas parecen pasar, pues, de manera casi s¨²bita de la hiperestesia a la m¨¢s absoluta falta de sensibilidad.
?ste es uno de los enigmas con que, de manera continuada, se tropieza quien pretende explicar lo que sucede en los mercados de valores. Se producen cambios de humor que s¨®lo pasados muchos d¨ªas pueden explicarse por acontecimientos que les son posteriores; el ¨²ltimo del mes de agosto era pr¨¢cticamente imposible de detectar con anterioridad.
Hasta finales de a?o, lo m¨¢s probable es que prevalezca este ¨²ltimo humor optimista en los mercados de renta variable, si bien ser¨¢ muy dif¨ªcil evitarles alg¨²n brote neur¨®tico de corta duraci¨®n. Los fondos de renta variable, muy probablemente, habr¨¢n dejado atr¨¢s los peores momentos del a?o.
Juan Ignacio Crespo es director general de Finanduero.
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