"El traslado de la CMT es una deslocalizaci¨®n en peque?o"

Carlos Bustelo, abogado y economista, puede presumir de tener una doble carrera pol¨ªtica y profesional. Su nombramiento a finales de 2002 como presidente de la Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), el m¨¢ximo organismo regulador del sector, no suscit¨® ninguna pol¨¦mica. Ministro del primer Gobierno de Adolfo Su¨¢rez, ha estado en diversos organismos nacionales (Consejo de Estado, Banco de Espa?a, Comisi¨®n Aldama) e internacionales (OCDE, FMI) y consejero en multitud de empresas privadas.

Su principal preocupaci¨®n era hasta ahora dilucidar de una vez por todas el grado de competencia en cada uno de los mercados de telecomunicaciones, de acuerdo a las directrices de Bruselas. Pero el traslado de la sede de la CMT a Barcelona decidido unilateralmente por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Pascual Maragall ha trastocado toda la vida de la instituci¨®n. Bustelo se ha puesto de lado de los t¨¦cnicos de la CMT que se oponen al traslado. Partidario de regular s¨®lo si no funciona la competencia, cree que la liberalizaci¨®n de las telecomunicaciones, con sus fallos, ha reportado muchas ventajas a los usuarios.

"Algo de esta envergadura requiere una comunicaci¨®n formal y una instrumentaci¨®n jur¨ªdica que hasta hoy no se han producido"

"Nos llama la atenci¨®n que Telef¨®nica recurra todas nuestras decisiones y luego nos den siempre la raz¨®n los tribunales"

"Me hubiera gustado decirle a Maragall que Catalu?a ya tiene capacidad para atraer inversiones sin necesidad de ubicar all¨ª la CMT"

"Si el primer operador invierte en dar banda ancha en lo que hasta ahora era 'banda anchita', la CMT no puede ni debe oponerse"

Pregunta. La CMT se va a Barcelona. ?Es una decisi¨®n arbitraria, tomada con nocturnidad y alevos¨ªa?

Respuesta. Con honestidad y transparencia, tengo que decir que la medida nos sorprendi¨® porque no hubo di¨¢logo ni discusi¨®n previos, aunque naturalmente, como dijimos en la declaraci¨®n institucional del Consejo, respetamos la decisi¨®n del Gobierno leg¨ªtimo de la naci¨®n de trasladar la sede.

A m¨ª me hubiera gustado, si hubiera tenido la oportunidad de hacerlo, haber podido explicar, tanto al presidente del Gobierno como al de la Generalitat de Catalu?a, que en un momento clave del sector de las telecomunicaciones, y en el que est¨¢ pendiente todo un cambio de regulaci¨®n, el funcionamiento correcto de la CMT es muy importante para que la incipiente recuperaci¨®n del sector se consolide. Y lo complicado que es para el organismo mantenerse funcionando a pleno rendimiento teniendo por medio un cambio de sede, con todo lo que ello implica. Tambi¨¦n, que Catalu?a tiene ya capacidad suficiente para atraer inversiones, sin necesidad de ubicar all¨ª la CMT. Pero no he tenido la oportunidad de dec¨ªrselo a ninguno de los dos.

La decisi¨®n est¨¢ tomada y mi responsabilidad, mejor, mi obligaci¨®n es procurar que todo se haga de la manera menos traum¨¢tica posible para las personas y para el funcionamiento del organismo.

P. Pero, ?nadie le comunic¨® las intenciones de Zapatero y Maragall?

R. El ministro Montilla me llam¨® la noche antes de la reuni¨®n entre los dos presidentes en La Moncloa y me dijo que cre¨ªa que quer¨ªan tomar esa decisi¨®n. Pero entiendo que algo de tanta envergadura requiere una comunicaci¨®n formal y una instrumentaci¨®n jur¨ªdica que, hasta la fecha, no se han producido. Estamos hablando de un organismo al que la Ley General de Telecomunicaciones otorga plena independencia, tanto organizativa como funcional.

P. Pero parece que usted y el ministro de Industria no se ponen de acuerdo sobre los pasos que hay que dar para que ese pol¨¦mico traslado se haga realidad. ?Hace falta una ley como dice usted o no es necesario como dice ¨¦l?

R. Como dice la declaraci¨®n institucional que aprobamos hace unos d¨ªas, la independencia de que goza la CMT abarca las decisiones sobre pol¨ªtica organizativa y de personal, que son competencias exclusivas de su Consejo. Si es el Gobierno el que toma esa decisi¨®n, tendr¨¢ que hacerlo a trav¨¦s de una norma de rango legal que determine que la sede est¨¦ en Barcelona. No dudo que en fechas pr¨®ximas hablaremos de ello tanto con el ministro Montilla como con el presidente Maragall y estoy seguro de que ambos est¨¢n dispuestos a ayudar.

P. ?Se teme una deserci¨®n masiva de t¨¦cnicos?

R. Esperamos que no. ?sa es una de las cuestiones a tratar: las compensaciones que podemos ofrecer a los profesionales de la casa para que no la abandonen, teniendo en cuenta que muchos de ellos podr¨ªan tener sueldos m¨¢s altos en la empresa privada. La media de edad es de 35 a?os, el 70% son titulados universitarios y han organizado su vida familiar en Madrid. Nuestro traslado es, salvando las distancias, una deslocalizaci¨®n en peque?ito y no creo necesario explicar a nadie lo que supone un proceso de ese tipo. Los servicios de la CMT y el capital humano asignado a ellos no se improvisan y no requieren s¨®lo la existencia de gente muy capacitada, sino adem¨¢s un caudal de experiencia y unos equipos que lleva a?os ensamblar para optimizar su rendimiento. Estoy seguro de que cualquiera entender¨¢ que nos preocupe y que tratar de evitar ese efecto que usted sugiere sea nuestra prioridad esencial.

P. ?Se siente aludido por aquellos que dicen que si no le gusta el traslado que se vaya?

R. Tengo intenci¨®n de seguir hasta el final de mi mandato, que vence en diciembre de 2008. Lo contrario ser¨ªa eludir mi responsabilidad.

P. La CMT vigila la competencia. Pero tras seis a?os de liberalizaci¨®n, Telef¨®nica conserva el 80% del mercado de la telefon¨ªa fija. ?No falla algo?

R. Puede haber una competencia fuerte y eficaz desde el punto de vista del usuario, que es quien a nosotros nos interesa, incluso con esa cuota. Y la mejor prueba de que la competencia funciona es que ha habido mejoras de servicios y precios. Adem¨¢s, en Espa?a tenemos algo que no tienen otros pa¨ªses de Europa: dos operadores de cable poderosos que est¨¢n empezando a competir de forma seria con Telef¨®nica y si alg¨²n d¨ªa juntan fuerzas pueden convertirse en un rival m¨¢s importante.

Por otra parte, los mercados est¨¢n cada vez m¨¢s interrelacionados entre s¨ª. La telefon¨ªa m¨®vil le gana terreno al fijo, y como Telef¨®nica se ha tenido que poner las pilas y convertir su red de par de cobre en una red de banda ancha gracias al ADSL. Y si bien es cierto que Telef¨®nica es de los ex monopolios europeos que mejor ha defendido su cuota de mercado, la convergencia de tecnolog¨ªas hace que cada vez tenga menos sentido hablar solamente de cuota en tal o cual mercado.

P. ?Esa convergencia tambi¨¦n implica un cambio en la regulaci¨®n?

R. Hace unos a?os la prioridad era romper el monopolio, obligando a dar interconexi¨®n en condiciones de transparencia y no discriminaci¨®n. Y por eso hab¨ªa una regulaci¨®n intensiva. Pero una vez que se ha conseguido introducir competencia, hay que cambiar de filosof¨ªa. Hay que enfocarla m¨¢s bien a lo que la teor¨ªa econ¨®mica moderna entiende por condiciones competitivas. Esto implica comprobar qu¨¦ est¨¢ ocurriendo en los mercados y estar atentos a que nadie abuse de su posici¨®n. S¨®lo si se comprueba que existe abuso, corresponde aplicar una correcci¨®n. Es absurdo e ineficiente decir a priori lo que tienen que hacer las empresas. Hay que dejarlas competir.

P. ?En esa l¨ªnea va el an¨¢lisis de los mercados que servir¨¢ de base para la nueva regulaci¨®n siguiendo las directrices de Bruselas?

R. Efectivamente. En primer lugar, determinaremos cu¨¢les son los mercados de referencia; a continuaci¨®n, analizaremos cada uno de ellos y veremos si hay un grado de competencia suficiente, si hay operadores con poder significativo en el mercado, y s¨®lo si detectamos situaciones de abuso plantearemos medidas para corregirlas. Una de las cosas en que insiste mucho Bruselas es que no s¨®lo se detecte que existe falta de competencia, sino si esa situaci¨®n va ser duradera. En adelante, vamos a intervenir lo menos posible.

El 31 de agosto cerramos el periodo de preconsulta y hemos recibido muchas aportaciones.Una vez se inicie la fase formal realizaremos las consultas oficiales al sector y al Servicio de Defensa de la Competencia. Luego, la CMT har¨¢ sus propuestas de mantenimiento, supresi¨®n o introducci¨®n de obligaciones para operadores con poder significativo. Luego, habr¨¢ que remitirlas al resto de organismos reguladores de la UE y a la Comisi¨®n Europea, que tiene poder de veto, por lo que hasta el verano de 2005 no se habr¨¢ completado el proceso, siempre que la deslocalizaci¨®n nos lo permita.

P. Y en ese escenario, ?no tendr¨ªa que haber libertad de tarifas para Telef¨®nica?

R. Eso habr¨ªa que pregunt¨¢rselo al Gobierno. El anterior hizo una especie de promesa de que la habr¨ªa a partir de 2005, pero parece, por lo que ha dicho el ministro y me parece razonable, que va a continuar el sistema de precios m¨¢ximos (price cap) hasta que la CMT complete el an¨¢lisis de los mercados. En realidad, este sistema tiene que ver m¨¢s con la lucha contra la inflaci¨®n que con la pol¨ªtica reguladora.

P. Y las tarifas, ?tienen que bajar o que subir?

R. Como usuario, dir¨ªa que tienen que bajar; como Gobierno, preferir¨ªa que no compliquen el IPC; y si fuera Telef¨®nica preferir¨ªa que subieran... En cualquier caso, en un mercado competitivo eso debe ser el resultado de las fuerzas de la oferta y de la demanda, no de los poderes p¨²blicos.

P. Los competidores de Telef¨®nica dicen que abusa de su posici¨®n dominante y Telef¨®nica les acusa de que no invierten un euro. ?Qui¨¦n tiene raz¨®n?

R. Los dos y ninguno. La regulaci¨®n intensiva de la etapa anterior ha abierto la competencia, pero surgen negocios cuya existencia est¨¢ justificada en la propia regulaci¨®n, y eso ha permitido ganar dinero a corto plazo, pero no son negocios que tengan futuro a medio plazo.

P. ?Vamos camino de un duopolio?

R. Un duopolio, si de verdad hay dos fuerzas luchando por atraer al cliente, puede ser una situaci¨®n ideal. Decir, como se ha hecho en energ¨ªa el¨¦ctrica, que cuatro operadores son competencia y tres no, es absurdo.

P. O sea que es partidario de las fusiones.

R. Las fusiones son una decisi¨®n a tomar por las propias empresas y sus accionistas Pero si suponen que haya un operador m¨¢s s¨®lido, m¨¢s competente, con m¨¢s capacidad de innovar y de invertir, lo ver¨ªamos con buenos ojos.

P. Las relaciones con Telef¨®nica no deben ser muy buenas a juzgar por la dureza de algunas multas que le han impuesto.

R. Hay tensiones con Telef¨®nica y ser¨ªa preocupante que no las hubiera. Pero nos llama la atenci¨®n que recurra todas nuestras decisiones y luego nos den la raz¨®n los tribunales, aunque eso nos llena de satisfacci¨®n y orgullo porque somos un organismo p¨²blico, con un equipo jur¨ªdico limitado, frente a una empresa que tiene todos los medios a su alcance.

P. En telefon¨ªa m¨®vil tampoco parece que la competencia funcione todo lo bien que ser¨ªa deseable a juzgar por las altas tarifas.

R. La mejor prueba de que hay competencia en m¨®viles es la cuota que ha perdido Telef¨®nica M¨®viles, o que Amena, que se ha incorporado a ¨²ltima hora, tenga un 20% del mercado. Si nos fijamos s¨®lo en los precios nominales a lo mejor parece que las tarifas no han bajado todo lo que ten¨ªan que bajar, pero ha habido una lucha a muerte en otros aspectos como la subvenci¨®n de terminales, la eliminaci¨®n de la cuota de abono o las llamadas on net. Otro tema es que existe asimetr¨ªa en los precios de interconexi¨®n, ya que de alguna manera los operadores de telefon¨ªa fija subvencionan a los de m¨®vil. Por eso vamos a seguir baj¨¢ndolos pero sin intervenir en los precios finales.

P. ?Pero la liberalizaci¨®n no ha tenido tambi¨¦n efectos perversos como los fraudes en la preasignaci¨®n o en los n¨²meros 800 y la confusi¨®n en los n¨²meros de informaci¨®n?

R. No hay tantos fraudes en la preasignaci¨®n si se tiene en cuenta que hay m¨¢s de 2,6 millones de preasignaciones y nosotros apenas hemos tramitado unas decenas de denuncias. Respecto a los n¨²meros 800, nuestra filosof¨ªa es que el ciudadano tambi¨¦n debe ser responsable y si alguien llama a un n¨²mero er¨®tico o de un hor¨®scopo tiene que responsabilizarse de su comportamiento y no esperar que el manto protector de la Administraci¨®n resuelva todos sus problemas. Y en cuanto a los servicios de informaci¨®n telef¨®nica, creo que la simple presencia de campa?as publicitarias sobre los nuevos oferentes en el mercado prueba que la competencia est¨¢ empezando a funcionar.

P. Parece que la CMT ve con buenos ojos la ofensiva de Telef¨®nica en ADSL.

R. Si el mayor operador decide invertir en dar banda ancha en lo que hasta ahora era banda anchita, la CMT no puede ni debe oponerse. Ser¨ªa una decisi¨®n anticompetitiva. El resto de las operadoras tendr¨¢ que reaccionar ahora a esas iniciativas.