Las asignaturas pendientes del 11-M
El Congreso no profundiz¨® en si se pudo prevenir la matanza y c¨®mo actuar a partir de ahora
La comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n del 11-M, cuyo futuro ser¨¢ decidido por los grupos pol¨ªticos ma?ana, roz¨® la superficie de los posibles fallos de coordinaci¨®n en la lucha antiterrorista que pudieron haber impedido frustrar el hist¨®rico golpe del terrorismo isl¨¢mico que cost¨® la vida a 192 personas, pero no profundiz¨® en las razones de esos fallos y, en consecuencia, no abord¨® la responsabilidad pol¨ªtica subyacente. ?Se pudo haber evitado? O, ?se pod¨ªa al menos quebrar la planificaci¨®n terrorista? ?Pod¨ªa haberlo conseguido una acci¨®n m¨¢s coordinada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad? ?sta, y otras, son preguntas pendientes de respuesta por parte de una aut¨¦ntica comisi¨®n investigadora.
Los servicios de seguridad rondaron a los implicados en el 11-M, pero se comportaron como compartimentos estancos: la informaci¨®n no fluy¨® Jorge Dezcallar: "La coordinaci¨®n es lo m¨¢s dif¨ªcil de conseguir. Esa coordinaci¨®n, hasta donde yo s¨¦ en mi humilde experiencia, no existe"
No se valor¨® la posibilidad de que el explosivo de Asturias fuera para el terrorismo
Del Burgo: "Eso es lo que me da pena, que estuvieran tan cerca y no lo conocieran"
La comisi¨®n del 11-M ha cubierto a vuelo de p¨¢jaro los cap¨ªtulos impl¨ªcitos relacionados con el brutal atentado: la fase previa, las horas de los d¨ªas 11 al 14 de marzo, y las posibles recomendaciones para evitar actos parecidos. ?sos han sido los tres cap¨ªtulos examinados, pero en el que se recogieron los mayores detalles fue el referido a las fechas del 11 al 14 de marzo. Los 38 comparecientes han aportado, en su mayor¨ªa, datos, matices, conceptos y cr¨ªticas. Pero esa informaci¨®n deber¨ªa ser procesada antes de emprender una segunda fase. Las 12 sesiones han sido un pr¨®logo con sustancia. La labor de profundizaci¨®n, pues, est¨¢ pendiente. Y en ella, los posibles fallos de la lucha antiterrorista.
Los jefes policiales, con mayor o menor claridad, han admitido que el atentado del 11-M los sobrepas¨® y que no estaban preparados para ¨¦l. En todo caso, esperaban otra cosa. D¨ªas antes del atentado y conforme se aproximaban las elecciones del 14-M, las filtraciones oficiales y policiales anticipaban un gran atentado de ETA para irrumpir en la campa?a electoral. Pero un atentado isl¨¢mico, eso no.
El entonces presidente del Gobiernos, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, decidi¨®, tras conocer la masacre, que era la cr¨®nica de un golpe preelectoral anunciado: ETA hab¨ªa entrado en escena. A las dos horas del estallido, Aznar resolvi¨® convocar una manifestaci¨®n en Madrid con una pancarta cuyo lema escribi¨® ¨¦l mismo: "Con las v¨ªctimas, con la Constituci¨®n, por la derrota del terrorismo". As¨ª se lo comunic¨® a quienes hablaron con ¨¦l esa ma?ana. Uno de ellos, el ex presidente de la Generalitat de Catalu?a Jordi Pujol, sali¨® de una reuni¨®n que manten¨ªa con dirigentes de CiU en Barcelona y telefone¨® a Aznar para saber c¨®mo estaban las cosas. Hac¨ªa m¨¢s de dos a?os que no se dirig¨ªan la palabra. Aznar le dijo, sobre las 10.30, que ETA hab¨ªa provocado la matanza y que hab¨ªa convocado una manifestaci¨®n. Pujol regres¨® a la reuni¨®n. "Aznar dice que ha sido ETA y ha convocado un mitin electoral para ma?ana por la tarde", dijo. Tal era la convicci¨®n arraigada en muchos dirigentes pol¨ªticos de que el Gobierno intentaba apropiarse del atentado con fines electorales. Es decir, para asegurar su victoria el 14-M.
Los jefes policiales explicaron a los comisionados que, en rigor, ninguna prueba apuntaba a ETA m¨¢s all¨¢ de las conjeturas l¨®gicas. Algunos de ellos, como el entonces n¨²mero dos de la polic¨ªa, Pedro D¨ªaz- Pintado, lleg¨® a decir que, realmente, no trabajaron en el seguimiento de pistas con nombre y apellido y que cuando ¨¦stas aparecieron, a primeras horas de la tarde del 11-M (furgoneta sin placa doblada, detonadores fabricados en Espa?a, cinta del Cor¨¢n, culote de dinamita), iban en otra direcci¨®n, diferente a la de ETA. Como le dir¨ªa esa noche D¨ªaz-Pintado al juez Baltasar Garz¨®n, seg¨²n el abundante y rico testimonio de este ¨²ltimo, las pruebas apuntaban no hacia el Norte (Euskadi) sino hacia el Sur (Marruecos, el Islam).
Pero de todos los testimonios, uno de los m¨¢s precisos y el que menos atenci¨®n recibi¨® en los medios fue el de Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ranca?o, jefe superior de Polic¨ªa de Madrid, a cargo de la investigaci¨®n en las primeras jornadas. "El punto cr¨ªtico", dijo, "se produjo cuando se empez¨® a trabajar con la tarjeta prepago hallada en la mochila desactivada [en la madrugada del 12 de marzo]. Antes, se pod¨ªan barajar hip¨®tesis. A partir de entonces, el sesgo cambia sustancialmente, es evidente que ya no hay nada que discutir". Fern¨¢ndez Ranca?o inform¨® a los comisionados de que de los 12 testigos a los que se tom¨® declaraci¨®n hasta las 10.30 del 11-M, los dos que ofrecieron m¨¢s fiabilidad caracterizaron a los presuntos autores de la masacre como de "raza ¨¢rabe".
Pero si los dimes y diretes de aquellas jornadas han quedado vistos para sentencia -los partidos y los ciudadanos tienen todos los elementos para revisitar el veredicto del 14-M-, no ocurre lo mismo con los otros dos cap¨ªtulos, ambos interrelacionados: qu¨¦ fall¨® antes del 11-M y qu¨¦ se ha de hacer para corregir los errores e impedir que pueda volver a ocurrir. Una mirada superficial a los documentos presentados a la comisi¨®n llevar¨ªa a la conclusi¨®n de que hubo advertencias gen¨¦ricas sobre un posible atentado islamista. Pero hay mucho m¨¢s que advertencias. Entre los papeles, por ejemplo, hay una nota de la Unidad Central de Informaci¨®n de la Guardia Civil del 21 de enero de 2004, con relaci¨®n a las reuniones del Grupo de Jerez (Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Espa?a), en los que los expertos en contraterrorismo advierten al ministro del Interior, ?ngel Acebes, de que siguiendo la pista de la delincuencia com¨²n, la inmigraci¨®n ilegal, el narcotr¨¢fico, se puede llegar al terrorismo isl¨¢mico. A la vista de lo que pas¨® el 11-M, estos documentos fueron considerados buenas recomendaciones de sal¨®n. Pero, ?hab¨ªa posibilidad de llevarlas a la pr¨¢ctica? Las hab¨ªa.
Los servicios de seguridad, en efecto, rondaron a los principales implicados en el 11-M, en algunos casos por su supuesta relaci¨®n con los autores del 11-S. Algunos de ellos incluso fueron seguidos hasta semanas antes de los atentados, pero por causas ajenas al terrorismo. Sin embargo, la informaci¨®n no fluy¨®, los datos no fueron casados, porque tanto interna como externamente, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa funcionaron como compartimentos estancos. La comisi¨®n y las pesquisas judiciales han mostrado cu¨¢n cerca estuvieron de agarrarlos.
El ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Jorge Dezcallar lo explic¨® a los comisionados: "La coordinaci¨®n es probablemente lo m¨¢s dif¨ªcil de conseguir. Esa coordinaci¨®n, hasta donde yo s¨¦ en mi humilde experiencia, no existe... Cuando se produce una investigaci¨®n, a medio plazo s¨ª hay mejora de la cooperaci¨®n, pero en el corto plazo la gente que encuentra un dato quiere explotarlo, quiere trabajar sobre ¨¦l antes de cont¨¢rselo a los dem¨¢s".
Aqu¨ª no s¨®lo hubo fallos de corto plazo sino tambi¨¦n a medio plazo, que dir¨ªa Dezcallar. Al menos siete de los implicados en el 11-M estaban fichados. En algunos casos hab¨ªan sido vigilados, filmados y sus tel¨¦fonos intervenidos durante una investigaci¨®n sobre terrorismo islamista ordenada a?os antes. Esta circunstancia facilit¨® la neutralizaci¨®n del comando en un tiempo r¨¦cord y evit¨® nuevos atentados.
Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, El Tunecino, presunto coordinador del atentado y autor material, fue investigado desde 1995 como miembro de los Soldados de Al¨¢, una c¨¦lula de Al Qaeda que dirig¨ªa Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah. En noviembre de 2001 fueron detenidos casi todos sus militantes pero no Serhane. Semanas antes del 11-M fue filmado durante una investigaci¨®n por blanqueo de capitales por parte de fundamentalistas. Rabei Osman el Sayed, Mohamed el Egipcio, detenido en Italia como presunto ide¨®logo del atentado, tambi¨¦n hab¨ªa sido vigilado. Era la sombra de El Tunecino y atrajo la atenci¨®n policial cuando en 2002 comenz¨® a aglutinar a integristas. Un caso similar al de Amer Azizi, quien se escap¨® en 2001 y que presumiblemente particip¨® en el dise?o del 11-M. Quiz¨¢s la mejor oportunidad de descubrir la trama estuvo en Said Berraj. El 19 de diciembre de 2003, la polic¨ªa intervino el tel¨¦fono al marroqu¨ª, al que se identific¨® gracias a una comisi¨®n rogatoria de las autoridades turcas. Berraj, presunto autor material del 11-M, no fue detenido al faltar sus huellas y fotograf¨ªa. Cuando llegaron desde Turqu¨ªa, el 9 de marzo, ya hab¨ªa desaparecido.
El primer detenido por el 11-M, Jamal Zougam, fue investigado en relaci¨®n con el 11-S porque manten¨ªa relaciones con Azizi, huido y procesado por Garz¨®n al entender que particip¨® en la reuni¨®n que se celebr¨® en Tarragona, en julio de 2001, entre Mohamed Atta, jefe de los pilotos suicidas, y Ramzi Binalshibh, que coordin¨® el ataque.
M¨¢s cerca se estuvo de la trama de los explosivos. El confidente de la Unidad Central Operativa Rafa Zouheir (detenido por robos y tr¨¢fico de armas) inform¨® de la existencia de una trama en Asturias para vender 150 kilos de explosivos, liderada por Antonio Toro Castro y el confidente de la polic¨ªa Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras (con antecedentes por narcotr¨¢fico). La informaci¨®n se envi¨® a la Comandancia de Asturias. No se hall¨® nada anormal, y ni siquiera se valor¨® la posibilidad de que ese explosivo pudiera acabar en manos terroristas, islamistas o etarras. Jamal Ahmidan, el Chino, que organiz¨® el trasiego de explosivos, ten¨ªa un amplio historial delictivo por tr¨¢fico de drogas, lo mismo que los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Achka.
En la sesi¨®n del 23 de julio, tras interrogar a Manuel Garc¨ªa Rodr¨ªguez, inspector jefe de Estupefacientes de Avil¨¦s el comisionado del PP Jaime Ignacio del Burgo dijo, a modo de epitafio: "Y eso es lo que me da tristeza, que estuvieran tan cerca y, sin embargo, por desgracia, no tuvieron el conocimiento necesario para haber podido detectar ni usted ni los miembros de la Guardia Civil lo que ahora vemos". En el estrado, al inspector jefe se le saltaban las l¨¢grimas. Del Burgo prosigui¨®: "Aqu¨ª ha habido fallos indudables, y no me refiero de usted, ¨²nicamente de usted, pero s¨ª tengo que decir que se denuncia un delito de 150 kilos de dinamita, que estamos hablando de eso, hay una denuncia expresa... y nadie en Asturias es capaz de investigarlo, ni la UCO ni la Guardia Civil, ni la polic¨ªa ni el servicio de Estupefacientes, ni nadie...".
La comisi¨®n del 11-S en EE UU tambi¨¦n explor¨® la descoordinaci¨®n de los servicios de inteligencia y la pol¨ªtica de la Administraci¨®n Bush antes, durante y despu¨¦s de los atentados. All¨ª se pudo saber, a partir del testimonio del jefe de la lucha contraterrorista durante el 11-S, Richard Clarke, que horas despu¨¦s de los atentados el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a pesar de las evidencias contra Osama Bin Laden, pretend¨ªa un ataque devastador contra Sadam Husein, sin duda un objetivo predeterminado. Clarke tambi¨¦n declar¨® que Bush, el 12 de septiembre de 2001, le pidi¨®, obsesionado, que confirmara la mano de Sadam Husein en la barbarie, cuando no hab¨ªa el m¨¢s elemental indicio. Aznar, Acebes, Rajoy y la c¨²pula del PP, tambi¨¦n ten¨ªan en la cabeza (por pr¨¢ctica y rutina electoralista) a ETA, contra toda evidencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- VIII Legislatura Espa?a
- Terrorismo internacional
- Comisiones investigaci¨®n
- 11-M
- Al Qaeda
- Comisiones parlamentarias
- Congreso Diputados
- Atentados terroristas
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Legislaturas pol¨ªticas
- Parlamento
- Lucha antiterrorista
- Gobierno
- Grupos terroristas
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica