Estrategia del secuestro

El secuestro ayer en el centro de Bagdad por una veintena de hombres armados de dos cooperantes italianas de la ONG Puente a Bagdad, Simona Torretta y Simona Pari, y de otras dos iraqu¨ªes refleja c¨®mo avanza toda una estrategia terrorista de la resistencia iraqu¨ª o de otros grupos violentos extranjeros en el pa¨ªs mesopot¨¢mico. No reemplaza otras formas de violencia, sino que se suma y agrava las ya existentes. Ayer mismo hubo al menos 40 muertos en enfrentamientos con las tropas de EE UU en Bagdad, y el n¨²mero de los soldados norteamericanos muertos en acci¨®n desde que el presidente Bush anunci¨® el fin de las operaciones militares se acerca a la cifra fat¨ªdica del millar.

El aumento de los secuestros -seguido a menudo de ejecuciones de quienes sufren esta forma de privaci¨®n de libertad que es a la vez un terrible tormento- est¨¢ claramente dirigido a violentar la opini¨®n p¨²blica de los pa¨ªses de origen, en este caso de los italianos, y por extensi¨®n, de todos los europeos. Estos dramas demuestran que la lejan¨ªa pol¨ªtica o geogr¨¢fica de Irak no constituye ninguna garant¨ªa de nada ni sirve de aislante en un mundo en el que este tipo de noticias cargadas de emoci¨®n se transmiten y golpean de forma instant¨¢nea.

Poco importa que un Gobierno, como el franc¨¦s, haya estado en contra de la guerra. A los dos periodistas franceses Christian Chesnot y George Malbrunot de poco les sirvi¨®, pues siguen en cautividad desde el 20 de agosto en que fueron secuestrados. A cambio de su liberaci¨®n han surgido exigencias varias, desde la derogaci¨®n de la ley contra el velo en Francia al pago de un rescate millonario.

Los esfuerzos diplom¨¢ticos franceses para liberarlos no han dado a¨²n resultado. Pero contrastan con la pasividad del Gobierno de Berlusconi ante el caso del periodista italiano Enzo Baldoni, asesinado dos semanas antes por el Ej¨¦rcito Isl¨¢mico en Irak -el mismo que retiene a los franceses-, formalmente por no haber retirado Italia sus fuerzas de Irak. Ante el secuestro de las dos italianas, esta vez Berlusconi no podr¨¢ permanecer de brazos cruzados, aunque sean escasos sus m¨¢rgenes de acci¨®n. De momento, estos ¨²ltimos secuestros han dividido a Italia, mientras que han unido a Francia, incluidos los musulmanes franceses, en su repudio a estos actos terroristas. Refuerzan la sensaci¨®n de que en Irak el caos es rey, sin visos de soluci¨®n, y que quienes tienden puentes, como las dos cooperantes italianas, suelen arriesgar tanto o m¨¢s que quienes combaten.