G¨¦rard Depardieu se confiesa sobre su "naturaleza excesiva"
Se edita en Francia un libro autobiogr¨¢fico sobre el actor
G¨¦rard Depardieu (Ch?teauroux, 1948) se ha prestado al juego de la larga entrevista biogr¨¢fica. El periodista Laurent Neumann, director del semanario Marianne, ha tenido la paciencia suficiente como para seguir a ese eterno apresurado que es el actor para reconstruir su vida. Desde el Ch?teauroux natal hasta hoy. "En Ch?teauroux hab¨ªa la base americana m¨¢s importante de Francia. Sus soldados americanizaron la ciudad: palomitas de ma¨ªz, marshmallows, bares especiales con strip-tease, mantequilla de cacahuetes, vaqueros, camisetas, rock... Colonizaron nuestra imaginaci¨®n". Y algo m¨¢s, porque el joven Depardieu aprovecha los env¨ªos que llegan de Estados Unidos para lanzarse al tr¨¢fico de whisky o tabaco. "Un d¨ªa detuvieron a uno de los intermediarios a los que vend¨ªa la mercanc¨ªa y ¨¦l me denunci¨®. Los agentes no encontraron ninguna prueba en mi casa y entonces me atribuyeron el robo de todos los coches desaparecidos... Me tuvieron en la c¨¢rcel tres semanas".
"Nunca he sido ateo. Es m¨¢s, durante dos a?os fui musulm¨¢n"
"Siempre he cre¨ªdo que no era alcoh¨®lico, pero hoy ya no estoy tan seguro"
El adolescente gigant¨®n decidi¨® entonces que no quer¨ªa acabar convertido en jefe de una peque?a banda de delincuentes de provincias. Y se fue a Par¨ªs en 1965. Un a?o m¨¢s tarde intentaba la aventura del teatro. "Me preguntaron si hab¨ªa subido alguna vez a un escenario. Respond¨ª mintiendo a medias, diciendo que s¨ª, claro, que en Bourges, donde entr¨¦ en el teatro por la puerta de atr¨¢s, para no pagar, y luego, sin querer, de puerta en puerta, acab¨¦ en medio del escenario".
El libro en el que Depardieu se explica lleva por t¨ªtulo Vivant! (Vivo), y sus 255 p¨¢ginas se venden por 18,5 euros. "Si he aceptado hacerlo es por mis hijos, por Roxane, Julie y Guillaume, por mis amigos". Hijos y amigos desempe?an un papel importante en la vida de nuestro personaje. "Sin duda, no he sido un padre ejemplar. Siempre he vivido en medio de excesos: beb¨ªa demasiado, com¨ªa deprisa para ir a los plat¨®s... ?C¨®mo ser ejemplar cuando se tienen 25 a?os? No supe serlo, no he podido serlo". Y reconoce "haber levantado la mano contra Guillaume, que provocaba en m¨ª c¨®leras hom¨¦ricas. Pero hay que saber que ¨¦l hab¨ªa pasado a ser incontrolable. ?C¨®mo reaccionar¨ªa usted si su propio hijo le amenazase con un cuchillo?", pregunta Depardieu. "Con la edad me doy cuenta de todo lo que he estropeado. En realidad he hecho la vida imposible a todos los que amo". Y en primer lugar, a su primera esposa, Elisabeth. "Ha sido mi Pigmali¨®n. Nos hemos amado mucho y ella me hizo descubrir formas de cultura que ignoraba, abri¨® mi esp¨ªritu. Toler¨® muchos de mis excesos, de mis tonter¨ªas, de mis aventuras". Al final, incapaz de afrontar la vida de familia, G¨¦rard huye. "Con o sin raz¨®n, consider¨¦ que mi presencia creaba m¨¢s problemas que otra cosa. Para Guillaume y para m¨ª lo mejor era que me largase. Elisabeth se encontr¨® de golpe sola frente a Guillaume. Lo s¨¦ y lo asumo".
El alcohol le ayud¨® -y le ayuda- a mantener un ritmo vital insostenible. "Siempre he cre¨ªdo que no era alcoh¨®lico, pero hoy ya no estoy tan seguro. Puede que s¨ª lo sea". El h¨ªgado que le trasplantaron hace que se vea a s¨ª mismo como "un resucitado". Confiesa "creer en los hombres, en la vida y en Dios, aunque... En fin, creo que creo en Dios. Nunca he sido ateo. Es m¨¢s, durante dos a?os fui musulm¨¢n. Cuando llegu¨¦ a Par¨ªs iba a la mezquita, rezaba cinco veces por d¨ªa, le¨ªa el Cor¨¢n... Todo se me hizo evidente tras un concierto de Oum Kalsoum. Cuando sal¨ª de ¨¦l estaba emocionado, lloraba... Deb¨ª sentir lo que los ¨¢rabes llaman el tarab, el paroxismo de emoci¨®n y amor". Una emoci¨®n semejante la ha conocido despu¨¦s leyendo Confesiones, de San Agust¨ªn, de las que regularmente hace lecturas en p¨²blico. Y quiz¨¢s tambi¨¦n cuando evoca a ciertos amigos -el actor Jean Carmen, la cantante Barbara, la escritora Marguerite Duras, el cineasta Fran?ois Truffaut...- o en encuentros con los que parece haberse divertido mucho: "Durante mi primera entrevista con Fidel Castro, ¨¦ste me pregunt¨® cu¨¢l era el secreto de la rillette (una suerte de pat¨¦). A¨²n me veo respondi¨¦ndole, 'la calidad del conejo, Fidel, la calidad del conejo'. Fue una conversaci¨®n surrealista. Lo sab¨ªa todo de mi carrera, de m¨ª, de mis pel¨ªculas".
Babelia
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