Manifestaci¨®n en Bagdad para pedir la liberaci¨®n de las dos cooperantes italianas secuestradas
No hay nuevas noticias de los secuestradores de las cooperantes italianas Simona Pari y Simona Torreta, que el martes emitieron un comunicado sin el acompa?amiento de la habitual cinta de v¨ªdeo. En ¨¦l, adem¨¢s de reclamar la responsabilidad de la acci¨®n, inclu¨ªan una frase preocupante: que castigar¨¢n "el coraz¨®n de los italianos en estas dos mujeres para responder a la conquista de tierras del islam y a la muerte de musulmanes".
Este secuestro ha conmocionado a la sociedad iraqu¨ª, a menudo narcotizada por la acumulaci¨®n de violencia y de malas noticias. Los llamamientos para exigir su libertad han traspasado fronteras. Ayer, desde L¨ªbano, el partido chi¨ª Hezbol¨¢, al que EE UU e Israel consideran organizaci¨®n terrorista, pidi¨® la inmediata liberaci¨®n de las cooperantes. Mientras, la mayor¨ªa de las ONG extranjeras que se manten¨ªan en Irak han comenzado a abandonar el pa¨ªs.
En la plaza del Para¨ªso de Bagdad, en la que el 9 de abril de 2003 un carro estadounidense derrib¨® la estatua de Sadam Husein, tuvo lugar ayer una humilde manifestaci¨®n para exigir la libertad de Pari y Torreta, secuestradas el martes a media tarde por una veintena de pistoleros en el centro de la ciudad. No hab¨ªa una multitud, como tampoco la hubo en 2003 el d¨ªa que simboliz¨® la ca¨ªda de la ciudad: s¨®lo curiosos y periodistas. Varios ni?os iraqu¨ªes portaban diminutos carteles escritos en ¨¢rabe y en ingl¨¦s; "No a la guerra; queremos paz", dec¨ªan. Tambi¨¦n hubo alg¨²n grito: "Queremos seguridad". Son miembros de la organizaci¨®n iraqu¨ª Amal, que colabora con la ONG Puente a Bagdad a la que pertenecen las italianas secuestradas por Ansar al Zawahiri.
"Es terrible", dice Hanaa Edwar, la coordinadora. "Son dos chicas maravillosas que nos ayudaban mucho con medicinas y material escolar. Son pacifistas,unas humanitarias que estaban contra la guerra, el embargo y la ocupaci¨®n. ?C¨®mo han hecho algo as¨ª? ?Qu¨¦ va a ser de nuestro pa¨ªs si nadie nos puede ayudar?". Eman se desespera y se?ala entre l¨¢grimas a su hijo de 14 a?os, Bashar Najeb, enfermo de un haemengioma en el cuello. "Ellas le iban a evacuar a Francia para que pudiera recibir tratamiento y ahora no s¨¦ qu¨¦ va a ser de ¨¦l".
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